Los mejores (y peores) conductores de los Oscar

Aunque la imagen de Anne Hathaway y James Franco, el año pasado, o Billy Crystal, quien se hará cargo de conducir la fiesta en la entrega de los Oscar el próximo 26 de febrero, están frescas, varios son los anfitriones que tuvieron la ardua tarea de estar al frente de la premiación que la Academia realiza cada año.

Desde Douglas Fairbanks la primera vez 1929, Frank Sinatra, hasta el famoso Pato Donald de Disney o los Muppets. Lo cierto es que en ocho décadas, aunque no siempre existió la figura de un anfitrión, muchos fueron los artistas elegidos que pasaron, con éxito o no, por el escenario más glamoroso de Los Angeles.

Billy Crystal

¿Quién dijo que la tercera es la vencida? Para el ocurrente Billy Crystal esta será la novena vez que estará arriba del escenario que ve desfilar a las estrellas más destacadas del cine, el segundo número más alto en cantidad de presentaciones. Seis veces en los 90´, una en 2000 y la última, en 2004. Además, junto a Bob Hope y el comediante Johnny Carson comparten el récord de ser los anfitriones en dirigir más ceremonias seguidas, cuatro cada uno.

Así, el talentoso comediante, actor y productor fue elegido este año para reemplazar a Eddie Murphy, quien se dio de baja tras haber aceptado la conducción, y es la apuesta segura de la Academia para conquistar la difícil audiencia, levantar los ratings y aumentar el interés de la gente por los premios, una tarea nada fácil. Para eso la Academia lo promocionó con una importante producción , en la que actores como Megan Fox buscan al legendario Cristal, quien está exiliado, para que regrese

Ingenioso y locuaz, Crystal es conocido por sus rutinas y aperturas de canto y baile y sus montajes de video en el que él aparece parodiando alguna escena de película, generalmente alguna favorita, como cuando se disfrazó de Hannibal Lecter . Un recurso que otros conductores no pudieron imitar exitosamente o con la misma naturalidad de Crystal.

Bob Hope

Aunque parezca lejano en el tiempo, sin dudas Bob Hope es uno de los grandes anfitriones que encabeza el top tres de la lista de mejores anfitriones: desde 1940 estuvo a cargo de las presentaciones de la Academia 19 veces.

Con estilo, el reconocido y respetado maestro de ceremonias que logró mantener un alto nivel de calidad en el humor fue el elegido para animar la 25a entrega de los Oscar, la primera que se emitió por televisión en 1953 (en blanco y negro, claro).

Además, en 1975 fue co-anfitrión de la ceremonia junto al legendario cantante Frank Sinatra, la conocida actriz Shirley McLaine y Sammy Davis Jr. Su última vez al frente del espectáculo fue en 1978.

"Creo que deberían entregarme un Oscar por mi asistencia", dijo en 1986 el comediante nacido en Inglaterra, que jamás ganó una estatuilla dorada por sus interpretaciones. No obstante, sí fue reconocido por la Academia en distintas ocasiones con premios honoríficos.

Johnny Carson

A Hope le siguió el ingenioso comediante Johnny Carson, que con mucha clase logró conquistar a la gente y pasar a la historia como uno de los mejores presentadores, un ejemplo que muchos intentaron replicar. Estuvo cinco veces a cargo de la premiación.

Conocido por su gran habilidad para conectar con el público, "El rey del show de medianoche" -como lo llamaban por ser presentador en shows de televisión-, sabía manejar los tiempos y medir exactamente hasta dónde podía llegar con la audiencia para no cruzar la delgada línea entre lo que es gracioso y lo que el exigente publico no perdona.

Con una de sus frases más conocidas ("Veo un montón de caras nuevas, sobre todo en las caras viejas") la elite de Hollywood cayó rendida a sus pies.

Incluso se dio el lujo de compartir escenario con un famosa cerdita de la tele, Piggy de Los Muppets, y, en 1981, tuvo la difícil tarea de llevar adelante la ceremonia cuando intentaron asesinar al ex actor y en ese momento presidente estadounidense, Ronald Reagan, hecho que ocurrió el mismo día de los premios por lo que la entrega se pospuso un día.

Whoopi Goldberg

Una infaltable en la lista. Whoopi Goldberg, la divertida actriz que ganó un Oscar como actriz de reparto por Ghost, la sombra del amor fue, en 1994, la primera mujer y primera mujer afroamericana en estar sola al frente de una premiación de la Academia. Esaa fue la primera de cuatro veces en la que se destacó, sobre todo, por sus increíbles cambios de vestuario.

Una de sus presentaciones más recordadas fue en 1999 cuando las actrices Cate Blanchett y Judi Dench estaban nominadas por interpretar a la monarca Isabel conocida como "La Reina Virgen". Golberg aprovechó la ocasión y abrió la ceremonia con un imponente vestido de época , con la piel empolvada de blanco y envuelta en joyas como la misma reina británica, sorprendiendo a más de uno."Soy la reina de África. Algunos de ustedes me conocen como la Reina Virgen, pero no puedo imaginar quién", declaró con clase y estilo a la audiencia.

Hugh Jackman

Galán, simpático y multifacético. En 2009, el año que Slumdog Millonaire se consagró como mejor película, Hugh Jackman era el elegido para darle aire fresco a la premiación en un intento por levantar los ratings de uno de los eventos televisivos más esperados de cada año.

El actor sorprendió con dinamismo en un show caracterizado por presentaciones musicales, sobre todo cuando compartió escenario con la escultural cantante Beyoncé.

Steve Martin

"Ser anfitrión de los Oscar es como hacerle el amor a una mujer. Es algo que sólo puedo hacer cuando Billy Cristal está fuera de la ciudad". Así dijo Steve Martin cuando se hizo cargo de la conducción en 2001 por primera vez.

Un anfitrión tan querido como odiado por sus ácidos chistes que fueron desde reírse del vestido de Björk hasta referencias a la gordura de Michael Moore, entre otros comentarios. Actualmente parece haberse quedado afuera de la lista de favoritos de la Academia.

El consagrado actor de comedia, estuvo tres veces encargado de divertir a las figuras más famosas de Hollywood. En 2010 compartió el honor con su colega, Alec Baldwin y, tras mucha expectativa, fueron el blanco de agudas críticas que calificaron a la ceremonia como "muy aburrida".

Entre otros que animaron la fiesta del cine de Hollywood estuvieron David Niven, que debió conducir uno de los momentos más recordados de los Oscar cuando, mientras presentaba un premio, un hombre desnudo apereció corriendo por el escenario haciendo el signo de la paz.

Una vez fue suficiente

Falta más que una buena producción y destacados guionistas para llevar adelante el peso de los Oscar. Varios anfitriones quedaron en el camino tras un intento sin obtener los resultados que la Academia esperaba ni la ayuda de los críticos.

Entre ellos están los jóvenes Anne Hathaway y James Franco, que el año pasado fueron convocados para aportar frescura y espontaneidad. Sin embargo, les costó mantener el ritmo del evento y la ceremonia fue calificada por la prensa como una de las más tediosas con uno de los más bajos ratings de la historia.

En 2007 la conocida conductora Ellen DeGeneres tuvo su gala de gloria y cumplió un sueño que siempre tuvo: ser anfitriona de los premios de la Academia . Aún así, ni su impronta gentil ni su particular humor fueron suficientes para convencer a la gente o, mejor dicho, a lo productores que no la volvieron a convocar.

Chris Rock quiso seguir el camino de Whoopi Goldberg. Fue el primer afroamericano en conducir una ceremonia en 2005... y se quedó en el intento. Esa fue su primera y única vez hasta el momento . Los monólogos del controversial comediante y actor fueron calificados de muy ofensivos por la crítica, hasta el punto de decir que algunas películas nominadas eran malas y ridiculizar a varias figuras del espectáculo presentes como el actor Jude Law, entre otros.

Otros casos emblemáticos que se suman a lista de intentos fallidos son el de David Letterman, comediante y conductor de Late show with David Letterman quien en la 67 entrega de la Academia se dijo que fue tan aburrido que, al otro día en distintas entrevistas, hasta él mismo se burló de su actuación y sus chistes sin gracia.

Además, el legendario Chevy Chase, quien ya había sido co-anfitrión junto a Goldie Hawn y otros. En 1987 el actor se subió como único conductor y se ganó la antipatía de la gente al llamarlos "farsantes de Hollywood", atribuciones que el público no perdona.

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