
"Mundo grúa", en lo más alto del festival
El film del argentino Pablo Trapero y el japonés "After life" ganaron en la muestra de cine independiente, que se cerró anoche y que atrajo a 100.000 personas en 11 días
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Con una asistencia que superó las 100.000 personas y la consagración del film japonés "After life"y el argentino "Mundo grúa", de Pablo Trapero, en el cuadro de honor oficial, el Buenos Aires-Festival Internacional de Cine Independiente sacó a la luz una verdad que seguramente surtirá efecto en los distribuidores locales: aquí existe una cantidad de espectadores nada despreciable para las producciones realizadas fuera de Hollywood.
A eso se deberá sumar otra enseñanza dejada por la muestra:cuando el precio de las entradas se acerca al bolsillo de los consumidores de películas -en el festival fue de 3,50 pesos-, las salas trabajan al tope. Esa serie de datos de la realidad, unida al muy buen nivel de las películas seleccionadas tanto para la muestra competitiva como para las paralelas, lleva a concluir que la ecuación buena calidad a bajo precio resulta irresistible.
De cara a una eventual segunda edición del festival para el año próximo -los organizadores ya hicieron público su interés en darle continuidad a la muestra-, habrá que evaluar logros y debilidades para que los unos se repitan y las otras se superen.
En lo que a invitados se refiere, desde el punto de vista del impacto mediático, Francis Ford Coppola fue la gran estrella de la muestra. Dueño de una carrera contundente y carismático como pocos, su presencia resultó arrolladora.
Para colmo de la atracción fatal, en el reportaje público que concedió en el Teatro Alvear, el director de "El padrino" demostró tener un alto respeto por el público que había colmado la sala. A diferencia de algunas de las estrellas que hicieron su paso fugaz en las tres últimas ediciones del Festival de Mar del Plata y que no ocultaron su molestia por tener que cumplir con alguna aparición pública que se les antojaba un trámite molesto, Coppola se tomó su tiempo para contestar y hasta invitó al público a que le hiciera un par de preguntas. El director, es cierto, dijo que había venido para acompañar a su hija Sofía, quien presentó en competencia su cortometraje "Lick the star", pero no es menos cierto que el peso de su figura terminó imponiéndose no sólo sobre la de su hija, sino también sobre la de los otros cien invitados.
Una actividad que tuvo fuerte impacto en los medios y que despertó el interés de profesionales y estudiantes de cine fue la teleconferencia del realizador danés Lars von Trier, cuyo film "Los idiotas" fue exhibido en la muestra. Creador del Dogma 95, el cineasta expuso el espíritu de las diez reglas con las que él y sus seguidores proponen hacer cine y envió al protagonista del film, Jens Albinus, y a su asistente de dirección, Kristoffer Nyholm, para realizar un taller con tres jóvenes realizadores argentinos sobre los preceptos del dogma.
En el mencionado encuentro a distancia entre el director y los participantes del festival, aquél manifestó que no le extrañaba demasiado el enorme impacto que Dogma 95 había causado en el mundo entero porque "en el cine de hoy día, nadie piensa nada". Frente a la desolación de semejante panorama, parece más que interesante que en Buenos Aires exista una oportunidad anual de someter a discusión las nuevas tendencias e ideas que circulan en el ancho mundo del cine.
Asignaturas pendientes
A la hora de pensar en el festival del año próximo, los responsables de la muestra deberán aceitar las piezas que esta vez funcionaron con mayor dificultad.
Quizás, el principal punto por resolver sea el método para la venta de entradas con el fin de evitar algunas incómodas situaciones que fueron moneda corriente, sobre todo en los primeros días: gente que al cabo de largas horas de cola frente a la boletería del shopping Abasto sólo conseguía adquirir la certeza de que no había más localidades; películas para las cuales la totalidad de las entradas disponibles habían sido vendidas en los primeros días -cuando se había prometido que sólo el 50 por ciento de ellas se vendería en forma anticipada-, con lo cual quien no dispusiera de una importante suma de dinero para comprar en las primeras jornadas las entradas para todo lo que le interesara ver durante la muestra estaba en más que serio riesgo de quedarse con las ganas.
Otra cuestión por definir con vistas al futuro es la relación que el festival tendrá con la prensa. Bien podría pensarse una muestra de excelente nivel cinematográfico -como fue ésta- que sólo ofrezca al público la proyección de los films. No sería poco y la gente estaría agradecida. Ahora bien, si a eso se suma el esfuerzo, el gasto y la energía de que directores, actores y productores acompañen a sus películas, resulta evidente que el objetivo es difundir sus pensamientos más allá de lo que ya han expresado en las obras.
En tal caso, el vehículo natural para hacer llegar la palabra de los invitados a más gente que la que pueden albergar las salas son los periodistas. Sería de de desear, entonces, que a diferencia de lo que ocurrió este año se facilitaran las posibilidades de encuentro entre los invitados -a muchos de ellos no se los aprovechó todo lo que se hubiera podido- y la prensa. De hecho, cuando a pesar de las dificultades las entrevistas se concretaban, los directores o actores se prestaban a las preguntas con la mejor de las disposiciones. Era evidente: entre otras cosas, es para eso que viajan junto a sus películas.
El voto de LA NACION
1º "La manzana" (Irán), de Samira Makhmalbaf.
2º "Tres son multitud" (EE.UU.), de Wes Anderson.
3º " Mundo grúa" (Argenti-na), de Pablo Trapero.
4º "Película mala, infinita, inacabable" (Corea del Sur), de Jang Sunwoo.
5º "Xiao Wu" (China), de Ju Zhangke.
6º "Velvet Goldmine" (EE. UU.), de Todd Haynes.
7º "Fin de agosto, princi-pios de septiembre" (Fran-cia) , de Olivier Assayas.
8º "Barril de pólvora" (Ser-bia), de Goran Paskaljevic.
9º "Aprile" (Italia), de Nanni Moretti.
10º"El extranjero loco" (Francia), de Tony Gatlif.
Cuadro oficial de honor
- Mejor película: "After life", de Kore-Eda Hirokazu (Japón).
- Mejor director : Pablo Trapero, por "Mundo grúa" (Argentina)
- Mejor actor: Luis Margani, por "Mundo grúa" .
- Mejor actriz: Monic Hendrickx, por "La novia polaca" (Holanda).
- Mejor Guión: Kore-Eda Hirokazu, por "After life".
- Menciones: para Ana Moreira ("Los mutantes", Brasil), y para "Beshkempir" (Kyrgystán) y "La manzana" (Irán).
- Premio del Público: "La manzana", (Irán), de Samira Makhmalbaf.
- Premios OCIC (Organización Católica Internacional para el Cine y el Audiovisual): "La manzana" (gran premio) y "Mundo grúa" (premio especial).
Todos los films premiados serán estrenados comercialmente en la Argentina.
El festival, en la balanza
Lo mejor
- Programación: el buen nivel de los films exhibidos tanto en la muestra oficial como en las secciones paralelas.
- Precios: el accesible costo de las entradas, que permitió una gran concurrencia de público.
- Debates: reportajes públicos, talleres y foros de discusión constituyeron un valor agregado.
- Invitados: la buena disposición hacia el público de directores y actores que trajeron sus films.
- Exhibición: la calidad de las proyecciones y del subtitulado electrónico.
Lo peor
- Maltrato: el personal de los cines del Abasto no tuvo el trato adecuado para un festival internacional.
- Entradas: las fallas organizativas respecto de la venta de localidades.
- Difusión: algunas actividades tuvieron poco público por no haber sido anunciadas con anticipación.
- Invitados: errores de organización impidieron que se relacionaran eficientemente con los medios.
- Prensa: la relación con los periodistas acreditados fue caótica.





