Cómo fue la boda de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo en Mónaco

Ante unas cuatrocientas personas se dieron el sábado último el "sí quiero" Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo, una de las parejas reales más discretas del panorama europeo. La ceremonia civil se celebró en la más estricta privacidad del palacio monegasco y sin duda cumplió con creces el espíritu atípico y original del que siempre han hecho gala los novios. Fue en torno a las 11.45 horas cuando la pareja se convirtió en marido y mujer, ya que fue entonces cuando se escucharon los aplausos en la plaza del palacio. Recordemos que los tórtolos este año se convirtieron en padres de Sacha.

Después de la ceremonia se ofreció un almuerzo en los jardines que rodean la piscina del palacio. A este ágape, al que no acudió ningún miembro de la realeza, como correspondería a la posición del novio, estaban invitadas diversas personalidades de la política, la cultura y las artes además, claro está, de familiares y amigos cercanos a la pareja. Éstos han festejado con ellos la ocasión en los días previos al enlace y que de nuevo brindarán por su felicidad ahora que se han convertido en marido y mujer. El brindis fue con cerveza, no con champgane.

Tatiana Santo Domingo se caracteriza por ser una mujer con un estilo propio y bien definido, dos cualidades que ha mantenido intactas el día de su boda. Como era de esperarse Tatiana eligió un atuendo nada convencional.

Tras la ceremonia civil y posterior almuerzo, los novios reunieron a sus invitados en una fiesta que se alargó hasta altas horas de la madrugada. En total, unos 250 invitados disfrutaron de una fiesta a la que acudieron disfrazados con pelucas de colores. Algunos subieron fotos a Instagram, a pesar del pedido especial de que no se difundieran imágenes de la noche.