La divertida postal de Joaquín Sabina en Buenos Aires: "Aquella bici de mi niñez se fue quedando sin frenos"

Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat inaugurarán mañana una serie de shows en el Movistar Arena, dentro de su gira No hay dos sin tres. Los músicos españoles llegaron hace unos días al país y, mientras se preparan para el vivo, disfrutan de los encantos de Buenos Aires, ciudad a la que le han cantado en más de una canción.

Para el autor de himnos como "Y nos dieron las diez" y "19 días y 500 noches", el poeta "canalla" -como se han atrevido a apodarlo con tierna ironía fanáticos y amigos-, parecen quedar atrás los hábitos de los que tanto disfrutó en otros tiempos por estas tierras, como sus visitas nocturnas a la Librería Clásica y Moderna-donde escribía canciones acompañado de su vaso de whisky- o sus devotos tours por el circuito de la noche porteña.

A sus 70 años, se dice de Sabina que hace ya tiempo que cambió las costumbres, por eso no sorprende ver ciertas estampas del andaluz por estos días en los confines del Río de la Plata disfrutando de la luz del día. Elegante y sonriente, el artista se paseó por las calles porteñas montado en un monopatín eléctrico. Eso sí, con un cigarro en boca.

Sabina compartió la imagen en su cuenta de Instagram y la acompañó con una frase que rememora los versos de una de sus canciones: "Aquella bici de mi niñez se fue quedando sin frenos", posteó, en alusión a la letra de "Una de romanos".

"Conviene entrar penúltimo en la meta, de la vuelta a la infancia en patinete, y fusilar al rey de los poetas, con balas de juguete", cantaba también el artista en "Jugar por jugar", ambos temas que, a saber, quizás incluya en el repertorio que llevará, junto al catalán, a los conciertos que dará en la ciudad a lo largo de estos días.

Lo cierto es que al de Úbeda, que se confiesa feliz de su presente estancia por estos pagos, se lo ve contento, "tan joven y tan viejo, like a rolling stone".