
Cómo hacer del accesorio clave de las celebrites, un aliado canchero y distinguido.
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Boina, gorra militar, sombrero cowboy, bombín o fedora. Las opciones para llevar la cabeza a la moda son variadas y todas válidas. "Es el gran favorito de la realeza y se ha extendido a los más diversos ámbitos para aportar personalidad", asegura Esteban Lucchetti del local El Sombrerero, ubicado en Palermo. "El sombrero está compuesto por la copa y el ala, es una pieza unisex y además de dar el toque a cualquier atuendo, puede proteger del sol, el viento y el frío. Hace falta llevar uno en una ocasión para animarse, perderle el miedo y sentir que uno puede cambiar de identidad, acentuando distintas facetas de uno mismo con sólo variar este complemento".
Es que aunque existe desde hace siglos, es un accesorio que se fue transformado. Antes, se trataba más de un elemento funcional. Hoy, se sitúa como un artículo fashion por excelencia, sinónimo de estilo. A nivel local, Gustavo Cerati fue uno de los pioneros. El músico había confesado hace unos años su fetiche con los gorros de todo tipo. Lo impuso de noche y de día, para salidas ocasionales o sobre el escenario. Así, logró popularizarlo en el mundillo del rock y de allí, se hizo extensivo a todo el ámbito de figuras públicas del espectáculo como elemento cool.
El empresario Alan Faena es otro de sus adeptos. Lo viste en prácticamente todas las fotos capturadas por los paparazzis. Entre las damas, dejó de ser un recurso solamente para las mujeres maduras y lo adoptaron jóvenes bonitas como Esmeralda Mitre con sus grandes capelinas para proteger su tez blanquísima durante el día o sus delicados sombreros de noche. Otro caso es el de la siempre acertada modelo, actriz y DJ Calu Rivero, conocida por estrenar un sombrero diferente en cada una de sus apariciones públicas. A su vez, la modelo y actriz Luz Cipriota, también declarada fan de diversos tipos de gorros, confesó : "Si me enamoro de un sombrero, cambio todo mi vestuario para ponérmelo". Mientras que la hermosísima Agustina Córdova admite: "Una vez que empezás a usarlos, no podes parar".
¡Sombreros para todo el mundo!

Según la asesora y crítica de moda Matilda Blanco, esta pieza se ha transformado en un básico imprescindible si se quiere estar a la moda. "Desde ya, es importante saber que para elegir el sombrero correcto hay que conocerse bien, para no usar capelina en el caso de tener rostro pequeño y baja estatura, por ejemplo".
A la hora de escoger el indicado, aconseja: "La boina francesa aportará bohemia y romanticismo, en todos los colores y en contraste con la ropa". Si en cambio nos inclinamos hacia el estilo fedora- llevado a la fama por Michel Jackson y el personaje cinematográfico Indiana Jones-: "encontramos un complemento ideal por ser unisex y apto para llevar tanto de día como de noche, en los looks más casuales", asegura la experta. En la actualidad, tiene sus fans: Jennifer Aniston y las hermanas Olsen. "Se usa llevarlos en bordo, azul, camel o gris". Para quienes se inclinan por un complemento más retro, están los sombreros colche, como los usara Angelina Jolie en el film El sustituto . Súper femeninos, surgieron en los años 20’ y su máxima exponente fue Greta Garbo. Hoy, no salen sin él Sara Jessica Parker y Victoria Beckham.

Otro clásico que vuelve es la capelina ícono indiscutido de los años 70. "Regresó hace dos años para quedarse", afirma Blanco. "Esta vez, en paño y hasta de dos colores. Por ejemplo, la copa natural y el ala negra. Se puede usar tapando parte del rostro, de manera sexy y elegante a la vez. Anne Hattawey las ama y no se sube a un avión sin una de ellas".
Por otro lado, el típico sombrero de montar ha inspirado a grandes diseñadores. "Ha sido versionado y pulido para verse más urbano en muchas ocasiones", detalla la especialista. "Otro hit de temporada es la tradicional gorra de beisbol, en una versión más dark, de cuero y con tachas o bordada en piedras en la delantera". Sin embargo, el must que puede llevarse todo el día es el bowler o tipo Chaplin, el gran elegido por la actriz Rachel Bilson", remata.
"En cuanto a los diseñadores, ninguno se quedó afuera este año. Para algunos, sólo se trata de un complemento, para otros es el accesorio protagonista total de la colección, pero nadie pudo ignorarlo", cuenta con una sonrisa. Y enseguida, detalla: "Para Burberry Prorsum es la gorra masculina de tweeed, ideal para un look más british, para Giorgio Armani es la fedora negra de ala ancha para una mujer sofisticada, para Luis Vuitton, ultra alto en paño y con aplique de piel para las vanguardistas y por último, Ralph Laurent elige la cloche alta en colores oscuros para mujeres románticas".
Manual de uso

Por su parte, la diseñadora especialista en moda y tendencias Carolina Aubele opina que la fortaleza de este accesprop es lo que lo hace tan especial. "El sombrero es de libre combinación porque justamente va a marcar un estilo. Hay que dejarse guiar por las texturas, eso es lo que realmente marca la hora del día y lo que llevamos puesto, pero como todos los accesorios tiene el don de darle hasta al look más básico, ese toque diferente".
El tip fundamental para no quedar en ridículo es sencillo. "Los mejores son los que se integran al estilo de la persona. Cuando el sombrero queda descolocado es cuando parece un disfraz, pero si el color y las texturas están en armonía, la forma es coherente con la estatura y tipo de rostro, entonces se verá en equilibrio con toda la imagen", explica. "En relación a esto, los de ala ancha tienden a bajar la estatura, por lo que son mejores para personas altas y los de ala angosta, ideales para gente con menor estatura. En cuanto a las formas, los rostros muy redondos tienen que evitar seguir agregando redondeces a su cabeza, por lo cual es mejor para este caso sombreros con copas más geométricas como el fedora, frankie o aquellos más masculinos, como el panamá o tipo gaucho. Evitando rotundamente bombines, cloche y gorros tejidos. Por el contrario, éstos son ideales para aquellos con rostros más cuadrados o angulosos".
El último consejo es acerca de su uso. "Llevarlos calzados correctamente, es más formal. Si en cambio se usan de lado da un toque más casual, una actitud más seductora, ya que tapará levemente un costado de la cara aportando un poco de misterio y sensualidad". Para conseguir los mejores de Buenos Aires, no duda: "En Lagomarsino o sombrererías de autor como Porcelana o Laura Noetinger. Allí tienen una interpretación contemporánea de los clientes y poca producción, lo que asegura más exclusividad y más diseños".
Para empezar a animarse, advierte que no hay que comenzar con los más llamativos, son elegir diseños más simples, acordes a nuestra paleta de colores personal y avanzar por ese camino, a medida que aprendamos a sentirnos cómodos y divertidos con ellos. "Muchas veces es el inicio de una relación sin retorno y de por vida. Los que aman los sombreros, son muy pasionales y suelen adoptarlos para siempre". A no perderse, entonces, a un gran aliado que aportará glamour y estilo al look.
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