Lucho Avilés redobló la apuesta en la polémica por la caza: "No siento nada por el animal"

Lucho Avilés fue señalado como uno de los famosos que se dedican a la caza, actividad que fue repudiada estos días luego de que se difundieran fotos de una pareja argentina, Victoria Vannucci y Matías Garfunkel , posando junto a los cadáveres de leones, hipopótamos, cocodrilos, tigres y otros animales en un safari por Africa. Las imágenes de la pareja impactaron fuerte en la opinión pública y cuando se reveló que Avilés también se enorgullece de dedicarse a cazar animales, las críticas llovieron. Pero el periodista eligió hablar y defender su hobbie: "Hace más de dos años que no cazo porque me quebré el húmero. Jamás cazaría en Africa porque yo cazo para comer: el lomo de jabalí al horno me encanta. No soy capaz de matar a un animal que no coma. Donde hay jabalí hay ciervos colorados, pero no me gusta ni la cornamenta, ni la carne de ciervo", explicó en diálogo con Pamela David.

Según dijo, practica la caza porque no consigue lomo de jabalí en las carnicerías y es caro: "No puedo ir a la carnicería del Abasto a comprar lomo de jabalí porque tengo que llevar la chequera y la tarjeta de crédito… Y no me gusta que me roben". Pero la frase que desató una tormenta de cuestionamientos sobrevino cuando Novaresio le preguntó qué siente al dispararle a un animal: "Que no le puedo errar. Por el animal no siento nada". Sin embargo, se diferenció del caso de Garfunkel y Vannucci. Dijo que las fotos le provocaron "un desagrado total". Y agregó: "Hay desaprensión. Ningún hombre que haya estado en un polígono de tiro puede soportar que alguien apunte a otro, jamás. Y la banalidad que se ve en los rostros… Además, es la primera vez que veo a una mujer al lado de un cazador".

"Tengo armas en mi casa. Las uso en el polígono de tiro: tengo medalla de oro, plata y bronce en campeonato", aseguró, y aprovechó para dar su opinión sobre la legítima defensa, tema que fue eje de una fuerte polémica hace unas semanas luego de que un médico asesinara a un ladrón: "Hay un millón y medio de legítimos usuarios [de armas]. Y de esos usuarios, el índice de criminalidad es del 0,01 %. ¿Si la usaría en caso de ser victima de la inseguridad? No sé en qué circunstancias. Si corre riesgo mi mujer con un tipo armado que entra a mi casa… Eso es legítima defensa".