A punto de cumplir ocho años de amor con Mariano Chihade, está embarazada de cinco meses; su bebe se llamará Máximo
Durante la última entrevista con ¡Hola! Argentina, en octubre de 2013, Mariana Fabbiani (39) tenía claro que quería volver a ser mamá. "Me gustaría quedar embarazada antes de fin de año", dijo en aquel entonces. Tres meses después de esa confesión, llegó la gran noticia que colmó de felicidad la casa que comparte con Mariano Chihade (39) y su hija Matilda, (4). "Nos enteramos justo antes de irnos de vacaciones. Fue el día después de mi cumpleaños –yo cumplo el 8 de enero–, así que fue como un regalo. Me subí al avión sabiendo que estaba embarazada y cuando empecé a sentirme mal lo reconfirmé", cuenta entre risas.
–¿Cómo fue tu primera reacción?
–La verdad es que es una emoción tan grande que la reacción siempre parece insignificante. Al ser un embarazo tan buscado y esperado fue una alegría enorme. Igual, es difícil caer, te cuesta incorporarlo hasta que llegan los primeros síntomas y confirmás que algo está pasando con tu cuerpo.
–¿Esperaron para contárselo a Matilda?
–Esperamos, pero Matilda estaba muy ansiosa. Sentí que al decírselo íbamos a bajarle la ansiedad. Lo hablé con su pediatra y me dijo que ella necesitaba que alguien se lo confirmara. Estaba rara, inquieta… Fue muy linda su reacción, ¡la tengo grabada! Estábamos los tres en la cama, le hicimos como un cuentito y le dije: "Mamá tiene un bebé en la panza". Puso una carita divina, entre sorpresa y alegría, abrió los ojos… ¡No me lo voy a olvidar más! "¿Ahora lo tenés?", me decía. Le parecía raro no ver la panza.
–¿Está celosa?
–Por ahora no. Se puso contenta, habla siempre de su hermano, de lo que le va a prestar, que lo va a cuidar, que lo va a hacer dormir. Me gusta que Mati esté en una edad para entender lo que está pasando. Ahora me hace dibujos en la panza y dice que son para su hermanito.
–Ya habrá tiempo para los celos…
–Claro. Y es lógico, son muchos años de reinado, de ser la mimada y cuando nazca el bebé la atención se va a dividir.
UNA NUEVA ETAPA
–¿Qué tiene de diferente este embarazo al primero?
–En unas cosas estoy más relajada y en otras, no. Ya sabés de qué se trata, pero es distinto… También estoy más cansada. Antes trabajaba y después era descansar y empollar tranquila y ahora no quiero restarle atención a Matilda. En los primeros meses me sentí nauseosa, muy tirada y la verdad es que ella estuvo tan comprensiva y compañera conmigo que me dio mucha tranquilidad. Supo respetar mis tiempos.
–¿Tenés antojos?
–Los primeros meses, ahora ya no tanto. Quería cosas saladas todo el tiempo. Estaba loca por el jamón, el queso y las harinas al por mayor. El cuerpo es sabio y si me pide medialunas, ¡le doy medialunas! [Se ríe]. Llevo seis kilos y medio. Con Matilda, cuando llegué a los quince kilos, me dejé de pesar y la tuve a la semana.
–En los dos embarazos trabajaste a full...
–Sí, y está bueno porque te distrae. Yo trato de ser realista con el embarazo, todos dicen: "Es el mejor momento" y, si bien es cierto que es algo divino, no siempre es fácil: son muchos cambios desde lo hormonal y lo físico.
–Muchas mujeres dicen que se sienten poderosas e imparables durante la dulce espera. ¿Te pasa?
–Sí, claro, pero también te sentís vulnerable y frágil. Es algo maravilloso, el milagro de la vida. Cuando empezás a sentir que el bebé se mueve dentro es algo fuera de todo entendimiento.
–¿En qué etapa de la pareja los encuentra este embarazo?
–En un momento de madurez total, ya llevamos ocho años. Estamos muy consolidados, somos una familia. Queríamos tener otro hijo y pudimos darle tiempo de exclusividad a Matilda, y eso estuvo buenísimo.
EL PRINCIPE DE LA CASA
–¿Quién eligió el nombre del bebé?
–Máximo era un nombre que me gustaba y Mariano lo tenía en carpeta para el primer varón. Seguimos con las "M": Mariana, Mariano, Matilda… Hay también muchos nombres con "M" en mi familia y en la de Mariano.
–¿Tienen ganas de casarse?
–Lo estamos pensando. Nunca fue un tema entre nosotros, pero ahora lo hablamos más porque Matilda nos pregunta o quiere que nos casemos. Queremos casarnos cuando nuestros hijos también puedan ser grandes protagonistas de ese momento. Igual, yo ya me siento recontra casada, pero está bueno celebrar el amor.
–¿Cómo vas a hacer con tu trabajo cuando nazca Máximo?
–Es para mediados de septiembre. Obviamente me voy a tomar un tiempo, no sé cuánto, en el canal están deseando que sea poco, pero le voy a dar prioridad. Con Matilda me tomé tres meses, pero ahora no creo que pueda. Pero todo paso a paso, espero poder seguir así y trabajar hasta último momento. Seré mamá canguro como fui con Mati, le daré la teta, me iré en mitad del programa y volveré. No lo quiero ni pensar, porque una noche me desperté con ese tema y la cabeza se me volvió imparable.
–Por delante tenés además la conducción del Martín Fierro.
–¡Tantas horas paradas! [Se ríe]. Seguro que voy a tener una banqueta cerca. Esta es la segunda vez que conduzco embarazada: del embarazo de Matilda me enteré después de los Martín Fierro. Me acuerdo de que terminé la conducción y me sentía pésimo, me bajó la presión y como me había llevado un test, me lo hice en el hotel. [Carcajadas].
–¿Cómo te imaginás mamá de un varón?
–Creo que los varones son más fáciles, las mujeres somos más rebuscadas, más complicadas, más intensas. Cuando empiezan el jardín ya arrancan con "Me peleé con una amiga" o "A esta la quiero más que aquella". Los varones se pegan, se revuelcan y después todo fluye. Cuando la veo a Matilda tan chiquita y tan femenina, con esa cosa tan de mujer, digo: "Claro, nosotras somos así desde que nacemos".
–¿Ya están con los preparativos para recibir a Máximo?
–La verdad es que muchos preparativos no, pero debería empezar.
–¿Quién te hizo el primer regalo?
–Mirtha [Legrand] cuando fui a los almuerzos. Me regaló un equipo de ropa... Pero estoy relajada, vamos de a poco: preparar el cuarto, si veo un pantalón de varón que me encanta, lo compro, pero todo muy tranquilo.
UNA MUJER EN LA TELEVISION
–Desde hace muchos años, sos "cabeza de compañía" y tenés tu propio programa, pero no tenés aires de diva.
–Hace veintiún años que trabajo sin parar y lo único que me importa es la permanencia en este medio, que es muy difícil. Diva, no diva, no sé qué es eso. Yo soy así, natural, no me interesa mostrar algo que no soy, ni dar una imagen que tenga que sostener.
–El Diario de Mariana te dio la posibilidad de tocar temas como política y economía.
–Claro, salir un poco del humor. Me encontré en este programa con temas que nunca había abordado públicamente y me encantó que la gente me vea así.
–¿Sos cuidadosa a la hora de opinar?
–Soy cuidadosa, por supuesto, porque uso el sentido común, no soy periodista ni tengo la intención de parecerlo y quiero ser responsable más que cuidadosa.
–¿Pero te preocupa que digan si sos oficialista u opositora?
–Eso es muy difícil porque hay mucha sensibilidad, pero yo digo lo que pienso y no estoy de un lado ni del otro.
–Este gran momento de plenitud personal y laboral se vio empañado con las muertes de tu abuela [Myrna Mores] y tu amigo Jorge Ibáñez.
–Se me vino encima todo el mismo día. ¡Muy angustiante! A mi abuela la extraño muchísimo, pero estoy tan llena de todo lo que me ha dado, que la siento superpresente. Y lo de Jorge… Me cuesta incorporarlo, creerlo y siento que es una pérdida enorme, se fue un gran amigo. Cuesta entender la muerte de alguien joven, vital, que tenía todo para seguir. Yo trato de tener cierta sabiduría ante la muerte, tratar de aceptarla, no pelearme con eso, pero es difícil.
–¿Cómo lo recordás a Jorge?
–Alegre, humilde, talentoso... Siempre con actitud positiva, todo estaba bien para él. Una personalidad única que te inyectaba energía. Yo lo conocí a través de mi abuela, ella lo amaba, vivían a tres cuadras, se veían todo el tiempo. Tantas veces hablé con Jorge de mi abuela que cuando se fueron el mismo día me pareció una gran ironía de la vida.
Texto: Sebastián Fernández Zini
Fotos: María Teresa de Jesús Alvarez
Producción: Georgina Colzani
Maquillaje: Xime Matienzo
Peinado: Albe Revetria
Agradecimientos: Sagardi Loft Osteria (Humberto Primo, 319), Baby Cottons, Fabián Zitta, Gabriella Capucci, La Folie, Mechi Garay, Roma Renom y Ricky Sarkany
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