Los actores viven un romance en la ficción, pero su relación fuera de la pantalla atravesó diferentes etapas porque uno de los dos necesitó sanar viejas heridas para poder empezar el noviazgo
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Santiago Talledo y Toni Gelabert viven una historia de amor en la segunda temporada de Argentina tierra de amor y venganza (ATAV 2), pero no solamente se enamoraron en la ficción también pasó en la vida real. Durante una entrevista con LA NACION, los actores hablaron sobre cómo se inició su relación, el flechazo de uno y los tiempos del otro. Además contaron cómo creció su historia e hicieron una comparación sobre cómo se vivía la homosexualidad en los ‘80, época en la que transcurre la novela de eltrece, y qué sucede hoy.
En la ficción Talledo es Marcos Soria, un abogado activista por los derechos de los homosexuales, y Antonio Salvat es un periodista que vuelve con su familia del exilio y busca retomar su relación con Segundo (Tato Quattordio). Marcos es el tercero en discordia en esta pareja de jóvenes que se aman en un mundo que todavía no estaba preparado para ese amor. “Me emociona leer los libros porque yo voy a las marchas del LGTB desde muy chico, e interpretar la primera marcha que se hizo en Buenos Aires fue muy movilizante. Las cosas cambiaron hoy, pero no del todo porque lo que sucede en la novela en los ‘80, todavía sigue pasando: el maltrato, la misoginia, la homofobia. Hay aún muchas personas que ocultan su homosexualidad y no se animan a vivir un amor libremente. Me gusta mucho el personaje porque tiene una fuerza interesante, me gustan sus convicciones, sabe lo que quiere y es el contraste de Segundo, que pertenece a una familia muy conservadora y no se anima a vivir su amor”, remarcó Talledo. Y Gelabert agregó: “Mi personaje viene de España, que se liberó de la dictadura de Franco en el ‘75, y había un poco más de libertad y podía andar por la calle de la mano con un hombre sin que la policía lo llevara a la comisaria”.
-Toni, ¿cómo se dio la oportunidad de trabajar en nuestro país?
-Estaba en Madrid estudiando arquitectura e interpretación, e hice un casting en el que no me fue muy bien o eso pensaba yo. Me dijeron que podía prepararlo con un chico o una chica y lo hice con una amiga actriz, pero ya en el Zoom, muy nervioso, me dijeron que tenía que ser con un varón. Me quedé de piedra y en el momento tuve que buscar a un chico que me ayudara con las escenas. Le pedí a mi compañero de piso, que va al gimnasio, es cocinero y no tiene nada que ver con interpretación, y aunque me salvó, sentí que no me había ido de lo mejor. Sin embargo, les gustó cómo lo resolví, a pesar de que mi compañero no pudiera ayudarme al máximo. Luego hice otro casting con un actor argentino y quedé. Fue un momento de ruptura porque estaba haciendo una obra de teatro y tuve que dejarla, al igual que los estudios y el departamento. Fue dejarlo todo y apostar cien por ciento a este proyecto. Tuve cuatro meses de preparación, desde el 21 de diciembre de 2021 hasta que viajé, el 27 de abril. Me preparé con mi coach, me documenté y aprendí sobre historia argentina.
-¿Cómo viven contar una historia que no vivieron? Porque en los ‘80 no habían nacido...
Gelabert: -Lo que más me gusta es que vemos los orígenes de la lucha del LGTB, una que no terminó y sigue al día de hoy. Los dos somos de la comunidad LGTB y peleamos por los derechos que nos merecemos porque nos siguen discriminando. Algunos pueden creer que ya no es así, pero sí. Nosotros mismos vivimos esas situaciones y nos insultaron en el colegio, nos hicieron bullying y hasta no nos aceptamos a nosotros mismos. Y la verdad es muy triste no hacerlo sólo porque la sociedad dice que eso está mal.
-¿Fue un trabajo duro aceptarse?
Gelabert: -Claro. Cuando yo decía que era heterosexual no era porque me gustaran las mujeres sino de tanto que me lo inculcaban, pero sabía que un chico me atraía más que una chica. Fue un proceso romper con todo eso y rodearme de personas que me ayudaran. Y, sobre todo, fue importante tener referentes: de chico buscaba en la web famosos homosexuales porque pensaba que si un actor había podido llegar a actuar siendo homosexual, entonces yo también podría. Parece una tontería, pero es muy importante que la gente visibilice su sexualidad porque ayuda a otros a salir adelante.
-¿Y cuándo te aceptaste?
Gelabert: -No fue una decisión mía sino que me sacaron del armario. A los 15 años probé con un chico y me gustó, pero era algo entre amigos que ninguno de los dos le contaba a nadie. Hasta que besé a otro chico y lo contó en todos lados, solo le faltó poner un tuit. En ese momento me enojé porque me empujó a salir del armario y yo no estaba preparado. Pero a partir de ahí todo fue más fácil, hablé con mi familia y poco a poco lo aceptaron. Hoy podemos hablar abiertamente.
-¿Y cómo es tu caso, Santiago?
Talledo: -Soy once años mayor que Toni y me costó un montón asumirme, antes era más difícil todavía. Fue duro aunque después me di cuenta que era menos complicado de lo que pensaba. Entiendo que mis padres fueron criados de otra manera, esperaban otra cosa y se les cayó un poco la ilusión de lo que tenían construido para mí. Todos hicimos lo que pudimos. De chico me enojaba, pero de grande los entendí. Y asumirme fue mi decisión porque si seguía callando iba a explotar. De chico tuve problemas de salud mental, ataques de pánico, sufría ansiedad, anorexia nerviosa y no contarlo aumentó mi malestar. Necesitaba sacar lo que tenía porque estaba muy mal. La sexualidad fue un gran condicionante y sentía algo en la garganta, no podía respirar, ni tragar. Tenía muchas cosas trabadas.
-¿Se enamoraron primero sus personajes o ustedes?
Talledo: -Hice un casting con Toni por videollamada y ya en ese momento me gustó.
Gelabert: -Fue el 5 de enero de 2022, pero tuvimos percepciones diferentes porque en ese momento yo estaba en pareja y no como para flashear algo con alguien.
Talledo: -Puse quinta enseguida. Después de ese casting seguimos en contacto y le pedí que viajara antes a Buenos Aires. La remé mucho porque Toni no me daba bola. Hacía tiempo que yo estaba solo y cuando lo vi en el casting, me movilizó.
Gelabert: -Como venía de una relación que no terminó de lo mejor, no estaba para empezar algo al toque. No era que me resistiera, sino mi forma de protegerme. Siento que para iniciar una relación necesitás sanar la anterior. Me acuerdo que antes de empezar a grabar vimos una serie de los ‘80 que nos recomendaron y estábamos en mi departamento que tenía un sillón en el que te hundías y la tele no funcionaba bien. Entonces le dije que la viéramos desde la cama, pero sin ningún fin sexual. Cuando terminamos la serie me dijo: ‘Quiero que sepas que me gustaría darte un beso’. Y fue muy lindo que no avanzara directamente porque no me gusta que no respeten mis límites. Le dije que no y durante una hora se lo argumenté, le dije que íbamos a trabajar juntos, que no estaba preparado. Después ya no me resistí y le di un beso. Santi es muy atractivo y también como persona porque desde que llegué a la Argentina intentó que yo estuviera cómodo. Fue muy chocante llegar aquí y no miento si digo que lloré casi todos los días durante los tres primeros meses: era la primera vez que grababa para un proyecto tan grande y con un ritmo tan intenso. Santi quería una relación conmigo y yo estaba muy feliz con él, pero necesitaba primero sanar lo que me había pasado en mi anterior relación para poder avanzar en algo nuevo. Hasta que me enamoré.
-Supo esperarte...
Gelabert: -Sí. Además, grabábamos muchas escenas de amor y nos gustábamos, no fue fácil. Tenemos mucha atracción. El primer beso fue el 12 de mayo, antes de empezar a grabar ATAV 2 y nos pusimos de novios recién en diciembre. Él ya me había pedido que fuéramos novios en varias ocasiones, pero en la fiesta de final de rodaje, el 7 de diciembre de 2022, nos ganamos el premio a la mejor pareja. En ese mismo momento me arrodillé y le dije: ‘Mira Santi, llegué sin pareja a la Argentina y no me quiero ir soltero, ¿quieres ser mi novio?’. Delante de todo el mundo.
-Santiago, al final fue Toni quien te pidió que fueran novios...
Talledo: - Sí (risas). Todos esos meses en los que grabamos fuimos amigos y pasábamos mucho tiempo juntos, pero no éramos novios. Tuve que aceptar unos rechazos terribles. Hasta le pedí que fuera mi novio en vivo, en un programa que hacía en Luzu.
Gelabert: -Y yo quería que me lo pidiera face to face y no a distancia. En esa fiesta entonces, nos dimos un beso que está grabado. A partir de allí fue oficial.
Talledo: -Yo estaba enamorado y respeté sus tiempos.
Gelabert: -Quería esperar el momento oportuno para tener una relación lo más sana posible. Seguimos juntos porque tuvimos ese proceso. Había muchos condicionantes y uno de ellos era la diferencia de edad porque el nivel de experiencia de una persona de 33 años no es la misma que una de 22. Además trabajábamos juntos y si no funcionaba qué íbamos a hacer. Pienso mucho las cosas.
Talledo: -En cambio yo soy muy impulsivo y si no funcionaba no pasaba nada. No me quería perder lo que estaba sintiendo. Sabía que nos atraíamos y no hacía falta ponerle una etiqueta a la relación...
-Y la relación creció y continúa...
Talledo: -Sí, viajé a Mallorca, conocí a su familia, a sus amigos y él a los míos y en junio volvemos a viajar.
-¿Viven juntos?
Gelabert: -Por ahora yo soy un nómade, estoy un poco con Santi, otro poco en lo Cami Mateos, con Belén Chavanne, en lo de Justina Bustos. Está bueno estar un poco separados.
-¿Qué se viene ahora?
Gelabert: -En algunas semanas empiezo a rodar una película y se vienen algunos viajes porque me enamoré de un argentino y de la Argentina. Ya recorrí bastante el país, que es hermoso y pienso seguir.
Talledo: -Yo voy a grabar una serie que escribí y produzco con mi socio sobre salud mental basada en un diario que tuve en mi adolescencia. Y para más adelante la segunda parte de la serie Porno y helado.
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