Romántica, pero muy convencional
"Como caído del cielo" ("Just the Ticket", Estados Unidos/1998). Producción de Metro Goldwyn Mayer presentada por Primer Plano. Fotografía: Ellen Kuras. Edición: Christopher Cibelli. Música: Rick Marotta. Intérpretes: Andy Garcia, Andie MacDowell, Richard Bradford, Elizabeth Ashley, Andre Blake, Ronald Guttman, Laura Harris y Chris Lemmon. Guión y dirección: Richard Wenk. Duración: 115 minutos. Para mayores de 13 años. Nuestra opinión: Regular .
"Como caído del cielo", tercer largometraje del mediocre director Richard Wenk, deja en el espectador una de las peores sensaciones posibles: la más absoluta indiferencia. Se trata de una comedia romántica tan estándar, previsible e intrascendente que ni siquiera alcanza a provocar indignación ni inspira el más mínimo debate: así, la charla de café posterior a la función con la pareja o los amigos puede resultar, en términos cinematográficos, de lo más frustrante.
Construida sobre la base de una fórmula preestablecida y sin salirse jamás de los moldes ya fijados por anteriores exponentes del género, "Como caído del cielo" carece de gracia, actuaciones convincentes y hasta de alguna escena aislada que supere la media de los productos más convencionales.
Andy Garcia, que también participó como coproductor del film, interpreta a Gary Starke, un típico buscavidas que subsiste como revendedor de entradas para todo tipo de eventos, desde partidos de béisbol hasta exposiciones en los museos de una Nueva York atestada de ávidos y solventes turistas japoneses.
Tras ocho años de inestable, pasional, pero a la vez desgastada relación con Linda Paliski (Andie MacDowell), una eterna aspirante a chef cansada de la falta de compromiso y de seguridad económica de su novio, Gary ve cómo su decadente existencia comienza a deteriorarse cada vez más producto de la creciente competencia tanto en el terreno laboral como en el afectivo. Pero, cuando se anuncia la visita del Papa a la Gran Manzana, cree ver allí la oportunidad de salir de pobre.
A partir de ese planteo (que no es, precisamente, un hallazgo), se suceden todos los lugares comunes que el espectador pueda imaginar: encuentros y desencuentros sexuales, gastronómicos y callejeros, golpes bajos sensibleros, tragedias, redenciones y un patético y edulcorado happy-end. No hay en el film un solo personaje que no caiga en el estereotipo más elemental, empezando por los dos protagonistas (el chanta impulsivo y bonachón y la mujer pragmática y bienintencionada) y pasando por cada uno de los secundarios (desde un querible veterano ya enfermo que hace un último aporte para el reencuentro de la pareja hasta una joven embarazada adicta a las drogas duras).
Calles de Nueva York
Si no fuera por el atractivo de algunas tomas de Manhattan, las bellas canciones que suenan en la banda de sonido o algún chiste logrado, "Como caído del cielo" sería una pérdida de tiempo total.
En este sentido, el mayor desperdicio de Wenk es en el aspecto interpretativo. Andy Garcia, que es el único actor con parlamentos y situaciones servidas para su lucimiento histriónico, parece una mala copia de Al Pacino, mientras que Andie McDowell luce fría, desabrida, casi desinteresada por un papel que no posee ni una pizca del encanto que tuvieron sus personajes en "Cuatro bodas y un funeral" o la brillante "Hechizo del tiempo". Una princesa de la comedia romántica que aquí aparece mendigando un plano coherente o un diálogo jugoso. Una verdadera pena.