Complejo Teatral de Buenos Aires 2022: Moria Casán, en Mataderos, y Maite Lanata, en el San Martín

La invitación para la presentación de la temporada del Complejo Teatral de Buenos Aires (CTBA) fue para las 14.15 del viernes. Pero, la pretensión de esa puntualidad germana, no funcionó como estaba previsto. Jorge Telerman, director general de la mayor fábrica escénica pública; junto a Enrique Avogadro, ministro de Cultura de la Ciudad, fueron los que llevaron la voz de esta desorganizada conferencia de prensa a la cual asistieron artistas, gestores, periodistas y funcionarios que tuvo varias partes, entradas y salidas, un video sobre lo que está por venir, el anuncio de los ganadores del Premio CTBA a la creación, un bache de largos minutos para que el Jefe de Gobierno diga algunas palabras de rigor y bebidas y algo para comer para el final de la jornada. “Somos como un dúo de improvisación”, ironizó uno de ellos en medio del desorden.

En diciembre de hace dos años, en el mismo hall central del Teatro San Martín (denominado Alfredo Alcón), ambos funcionarios habían oficiado como maestros de ceremonia del lanzamiento previsto para 2020. La mayoría de los títulos anunciados en aquella oportunidad volvieron a repetirse en la tarde del viernes. Obvio, nadie imaginó que vendría el “temita” de la pandemia. O “llegó lo que llegó”, como apuntó Telerman en el mismo espacio que, durante la cuarentena más dura, se transformó en fábrica de barbijos y que, luego, devino en vacunatorio. En el mapa de la escena oficial, el San Martín, como ellos mismos lo señalaron, fue la primera sala del circuito público porteño en volver a la actividad luego de las dos reaperturas. Entre los anuncios de hace dos años y el actual, hay figuras repetidas sencillamente porque nunca se llegaron a estrenar. Son los casos, por tomar los nombres más significativos que se presentarán en la sala Martín Coronado, de Boquitas pintadas, la nueva versión del texto de Manuel Puig, a cargo de Renata Schussheim y Oscar Araiz, con el Ballet Contemporáneo; y de Bodas de sangre, el clásico de Federico García Lorca que dirigirá Vivi Tellas con un elenco encabezado por María Onetto (en el anuncio de hace dos años, su papel iba a estar a cargo de Cecilia Roth), Maite Lanata, Esteban Meloni y Luciano Suardi, entre otros.

¿Un gran e inevitable deja vú? “Mas que deja vú –explica en diálogo a LA NACION apenas concluye la presentación quien durante un tiempo se llamó como el “afrancesado” de la función pública– fue entender que, bajo ningún concepto y más allá del compromiso ético y contractual adquirido, no se podían dejar de ver las obras que no pudimos programar por la pandemia”. En el listado de piezas ya anunciadas figura también Vassa, de Felicitas Kamien, Walter Jakob y Agustín Mendilaharzu; Las manos sucias, el texto de Jean-Paul Sartre que dirigirá Eva Halac; Lo que el río hace, la propuesta de Paula Marull y María Marull o La gran renuncia, la versión libre de la obra La fiaca, de Ricardo Talesnik, que dirigirá Lisandro Fiks.

En lo que hace a novedades, la programación en la sala mayor del Teatro San Martín se iniciará con una nueva temporada de Campo minado, aquel perturbador trabajo de Lola Arias en la que conviven en el escenario tres exsoldados argentinos y tres pertenecientes a las fuerzas británicas que pelearon en las Malvinas. “Un trabajo verdaderamente anti-grieta”, lo calificó Telerman. Todo está previsto para que estén en cartel el mismo 2 de abril, cuando se cumplan 40 años de esa guerra, mientras que en la misma sala se realicen acciones para recordar aquel momento histórico. Lo político como las cuestiones de género, según resaltó el director del Complejo, han sido las líneas rectoras de la curación prevista para 2022.

También se repondrá Cae la noche tropical, con Leonor Manso, Ingrid Pelicori y Eugenia Guerty, dirigidas por Pablo Messiez; y Las cautivas, de la Compañía Teatro Futuro que dirige Mariano Tenconi Blanco (quien el año próximo estrenará otro nueva obra de su zaga). Ambos trabajos lograron una muy buena afluencia de público esta temporada. “Nos da un orgullo enorme que varias obras de este tipo funciones tan bien. Lo mismo sucedió con Petróleo, por Piel de Lava; e Imprenteros, de Lorena Vega, cuando las programamos en el Cine/teatro El Plata, la sala que este año sumamos al CTBA. Había muchas dudas sobre lo que podía pasar después de la pandemia o lo que podía suceder con este tipo de obras en barrios que no están acostumbrados a este tipo de propuestas que tienen algo más que pasarlo bien durante una hora. Porque ir a ver Las cautivas, a la Boca, o Imprenteros, a Mataderos, además de que lo pasás muy bien son montajes que interpelan al espectador”, reflexiona Telerman.

Claramente, a lo largo de este año la apertura del Cine/teatro El Plata al Complejo fue uno de los hitos más significativos. Sobre la reapertura del Teatro Presidente Alvear, cerrado hace 6 años por obras de infraestructura, el funcionario no da demasiadas precisiones. “Como siempre, soy optimista”, desliza después de enumerar las obras que encaró el gobierno porteño ligadas a la oferta cultural. En la sala de Mataderos, José María Muscari hará su versión de Julio César. Este clásico shaksesperiano estará protagonizado por Moria Casán junto a Payuca del Pueblo, Marita Ballesteros, Malena Solda, Mario Alarcón, Mirta Wons y Vivian El Jaber.

Sobre el presupuesto previsto para el año próximo Jorge Telerman también es optimista. Y apunta otro dato: “la recaudación por venta de entradas sigue creciendo y está cubriendo cada vez más parte de nuestras necesidades económicas. Esto no quiere decir que vamos a poder cubrir todas nuestras necesidades, pero sí es cierto que el presupuesto nos viene acompañando. De todos modos, falta saber la actualización presupuestaria para el 2022 y también es cierto que tenemos una nueva sala, lo cual implica mayor inversión”.

–Y el contrato de Moria, lógicamente, también debe tener lo suyo.

–No es así. A las Morias de este mundo quiero agradecerles porque cuando negocian un cachet con un teatro público saben de la importancia que tiene para la comunidad que se presentan allí. Siento que tienen una genuina comprensión de esta situación, que saben que les reditúan menos que el circuito comercial y eso es algo que yo valoro mucho.

En la sala de Mataderos, el argentino radicado en España Hernán Gené presentará El coloquio de las perras, como parte de la programación internacional de la que también forma parte el grupo La Zaranda. En el Teatro de la Ribera, Pablo Gorlero llevará Mi don imaginario, la obra protagonizada por Ana María Cores que había estrenado este año en el marco del FIBA, con libro de Mariano Taccagni y música de Carlos Gianni. En el Teatro Sarmiento, Mariana Chaud estrenará su nueva obra que cierra su participación en el ciclo Artista en residencia que inició este año con reposiciones.

La nueva versión de ese ciclo ideado por Vivi Tellas estará dedicada a la poeta, música, cineasta, autora y directora teatral Lucía Seles y su grupo Cofradía Eurobasket en todo una interesante jugada porque por este ciclo suele reparar en figuras o grupos más establecidos de la escena alternativa. En la misma sala, a fin de año se presentará un trabajo que idearon el desaparecido coreógrafo Luis Biasotto junto a Luciana Acuña que se llama Hielo negro. En el Regio, otra de las salas del Complejo, el Grupo de Titiriteros, bajo la dirección de Emiliano Dionisi, estrenará La cuidadora. Y en la sala Casacuberta del San Martín, el coreógrafo Pablo Rottemberg montará Luz mala mientras que, en la Cunill Cabanellas, Betty Gambartes estrenará a principios de año ¿Quién es Clara Wieck?

Estas son algunas de las fichas que pondrá en juego para el año próximo el Complejo Teatral de Buenos Aires junto a otros trabajos de sus dos grupos estables, el de Danza y el de Titiriteros, más las programaciones de cine en la sala Leopoldo Lugones, las muestras en la FotoGalerías o la programación musical en el mismo hall de sala en las que a la tarde la dupla de funcionarios anunció los pasos a seguir por esta gran usina de las artes escénica pública porteña.