El recomendado: la mirada y el difuso límite entre la realidad y la ficción

La ira de narciso | Timbre 4 El espacio, uno de los grandes aciertos de esta obra de Sergio Blanco. La puesta enfatiza su artificialidad, denuncia sus condiciones de producción. Aquí nada falta y nada sobra, ninguna pieza es superflua en el engranaje que presenta la directora Corina Fiorillo. El excelente actor Gerardo Otero se ofrece a un texto y un papel que exigen una máxima exposición. Tiene buenas herramientas para hacerlo: dicción clara, concentración superlativa, cuerpo dispuesto y, quizá lo más valioso, un gran trabajo de foco. La obra trata del viaje de Blanco a un congreso en Eslovenia, donde va a dar una conferencia sobre el mítico Narciso. Mediante una aplicación de citas para teléfonos celulares, tiene un encuentro con un joven en su hotel. La relación se enturbia con el paso de los días y la presencia de una serie de manchas de sangre. Hoy, a las 19.

Patricio Isod