
Una comedia que quiso ser sainete
"Miopes" , de Alfredo Grande. Dirección general: Betty Raiter. Elenco: Claudia Cárpena, Daniel Lemes, Hugo Castro y Mariángeles Taroni. Escenografía: Carlos Di Pasquo. Vestuario: Cristina Briante. Luces: Alberto Andreani. En el Auditorio Bauen, Callao 360. Sábados, a las 21.30, y domingos, a las 20. Duración: 60 minutos.
En el afiche de la obra se pregunta: "¿Un sainete político?". No sabemos si los signos de interrogación se deben a que los invadió la duda a los hacedores del espectáculo o es una afirmación culposa. No vale la pena enumerar las características del sainete, pero lo que está claro es que "Miopes" no pertenece a este género que, en los últimos tiempos, se está intentando resucitar.
Simplemente es una comedia: la historia de una familia que tuvo que internar a la abuela en terapia intensiva y se ve envuelta en la trampa de un contrato con una "prepaga" de salud. El problema surge porque, al suscribirse, el matrimonio no reparó en la letra chica. Con esta pequeña anécdota, que desata un conflicto familiar al que se suma el novio de la hija -un auténtico representante del capitalismo y del consumismo-, se pretende ilustrar el sentir y el pensamiento de la sociedad argentina en la década del 90 y sus consecuencias actuales. Este intento de crítica es bienintencionado, pero se diluye en una actuación irritante y una marcación casi elemental y poco funcional para la interpretación de los actores.
Hay tres líneas de composición. Hugo Castro y Mariángeles Taroni encarnan a sus personajes desde una caricatura no orgánica, dificultosa para la comprensión. A Taroni, sencillamente, no se le entiende lo que dice. En tanto, Claudia Cárpena se apoya en la declamación y en un estilo algo antiguo, que toma al público como interlocutor a través de su mirada y su intención. Daniel Lemes es el único que transita una línea correcta y equilibrada, sin extralimitarse. Por otra parte, aunque se sabe cuál es, nunca se ve el vínculo que une a estas cuatro criaturas.
El libro de Alfredo Grande tampoco tiene una estructura sólida. Comienza como una ametralladora de temas sueltos, con una línea dramática endeble. En tanto, la dirección no lo ayuda demasiado. La escenografía de Carlos Di Pasquo resuelve con poco lo necesario, mientras que la puesta de luces es correcta.
Lo más importante de esta obra es que, gracias a un grupo de trabajadores, se recuperó la sala del Auditorio Bauen.
1- 2
Sydney Sweeney y Amanda Seyfried cuentan cómo fue trabajar juntas y qué lugar de la Argentina quieren conocer
- 3
Del día de playa de María Vázquez y Andrea Bursten a los looks de Juana Viale y Nicole Neumann en Punta del Este
4Relaciones secretas, romances escandalosos y pasiones que marcaron una época: cinco amores que hicieron historia


