El Legado: un “dato inchequeable”, el recuerdo de Jorge Guinzburg y una química indiscutible entre Matías Martin y su hijo Luca

A pura música, guiños de complicidad y un buen timing entre padre e hijo, arrancó por la pantalla de eltrece El Legado, el ciclo de programa de preguntas y respuestas que tiene como conductores a Matías Martin y a Luca Martin, su primogénito, en donde varias duplas de también de padres e hijos compiten por llevarse a su casa un millón de pesos.

A las 14.45, muy puntuales, aparecieron los Martin en pantalla. Para el debut, Matías eligió llevar una remera gris claro con un saco negro. Luca, por su parte, también optó por el saco, pero le puso un toque juvenil al conjunto: una remera a rayas negra y roja. Siempre detrás del atril, y luego de dar la bienvenida y explicar algunas pautas del show, el conductor radial habló de su flamante compañero de trabajo.

“Uniendo fuerzas con mi hijo querido para hacer el primer programa en la historia del entretenimiento conducido por padre e hijo”, disparó Matías, mientras que primero Luca se apoyó sobre el hombro de su padre y luego puso cara de desconfianza. “No sé si está chequeado o no, puede estar tirando una fruta Matías Martin…”, comentó, aunque de inmediato se mostró feliz por la experiencia. “Es un honor estar aquí contigo”, completó.

“Es un placer enorme hacer este programa, El legado, que fuera conducido en el 2002 por el genial maestro Jorge Guinzburg. Un abrazo enorme al cielo”, siguió Matías y miró hacia arriba. Vale recordar que el formato de El legado fue creado en nuestro país por el recordado humorista. Luego, desde la pantalla argentina, fue vendido a varios países. De hecho, sigue en la televisión francesa, en donde va por la undécima temporada, y en la italiana, con nada menos que 21 temporadas. En esta oportunidad, Martin y Luca, fruto de su relación con la actriz Nancy Dupláa, debutaron al frente de un envío con el que buscan mantener caliente la pantalla de eltrece durante el verano.

A jugar

Luego de la introducción, la dupla presentó a los participantes y comenzó el juego. La ronda inicial contó con siete equipos, y en cada oportunidad los participantes respondieron una pregunta con opciones. Entre los temas, se destacaron deportes, geografía, espectáculos, anatomía, política, historia y gastronomía. Luego, las duplas se enfrentaron entre sí en un duelo. En ese momento, la pareja de Evelyn y su hijo Julián debieron abandonar el juego luego de que otra de las duplas, a la cual desafiaron, respondió de forma correcta. Tanto Matías Martin como Luca intentaron sin éxito contener las lágrimas del niño, que se fue desconsolado por ser el primer eliminado.

Entre cada ida y vuelta, Matías y Luca aprovecharon para mostrar la gran química que tienen en pantalla: hicieron chistes, marcaron con divertidos comentarios las diferencias generacionales que los atraviesan y hasta dispararon algún que otro reproche en broma. También lograron involucrar a los participantes más allá del juego: por ejemplo, Ariela, una de las pequeñas participantes, cantó a capela “Don´t Look Back In Anger”, de Oasis, y se ganó la sonrisa de los conductores.

El programa continuó con un nuevo desafío: luego de escuchar una canción, dos parejas de participantes tuvieron que completar, cantando, la frase. Entre canciones de Pappo, Andrés Calamaro, Nicki Nicole y Rombai, Patricia y Ariela, otra de las parejas jugadoras, abandonó el juego. En la tercera ronda, los jugadores tuvieron que responder a un verdadero o falso. Karina y su hija Paloma fueron esta vuelta las eliminadas. Así quedaron cuatro equipos en camino. La ronda siguió con preguntas sobre juegos de mesa, comida, historia, geografía y música. En el camino quedaron Paula y su hijo Romeo y Walter y su hija Bianca. El duelo final consistió en un “bombardeo” de preguntas de dos minutos. La dupla que tuvo más respuestas correctas, la de Romina y Tobías, se quedaron con un legado de 800 mil pesos, mientras que Patricia y Axel quedaron fuera de concurso.

Luego de felicitar a los ganadores, Matías y Luca invitaron a la familia a “la guillotina”, el último escollo del juego. También con una estructura de preguntas y respuestas, ante cada error, al premio se le descontaba la mitad. Con una pregunta correcta y cuatro incorrectas, Romina y Tobías se fueron con 100 mil pesos a su casa. El primer envío del ciclo de los Martin terminó con todos en el centro del estudio, entre una lluvia de papelitos.