El famoso caballo de la reina Isabel II que murió poco después que su dueña

Hace apenas meses murió la reina Isabel II. La noticia impactó al mundo entero y en especial a la gente de Reino Unido, que durante una semana hizo fila para poder despedirla. Esta semana, la familia real británica comunicó una pérdida muy cercana a la fallecida monarca: en plena Nochebuena, según informó el DailyMail, falleció Royal Applause, el caballo preferido de Isabel II, a sus 29 años de edad.

El citado medio no especificó cuál fue la causa de muerte del caballo. Sin embargo, detalló que los últimos momentos del animal fueron en Royal Stud, en Sandringham, un centro de cría de caballos propiedad de la Familia Real, donde resguardan y cuidan a muchos de sus sementales.

DailyMail estimó que el equino, que se retiró de las carreras en 1997, engendró cientos de potros durante toda su vida al cubrir hasta 110 yeguas. Cada una de sus crías tuvo un precio aproximado de casi US$11.000.

La muerte del ejemplar ocurrió cuando la familia real, encabezada por el Rey Carlos III, estaban en su casa de campo en Sandringham, donde pasaron las festividades de Nochebuena. Al día siguiente, en Navidad, los miembros de la realeza acudieron al tradicional servicio religioso.

La pasión de la reina Isabel por los animales

No es un secreto que la reina Isabel era una apasionada de los animales, en particular de los caballos y los perros. Desde muy pequeña descubrió su amor por los equinos. Su abuelo, el rey Jorge V, le regaló su primer poni, una Shetland de nombre Peggy. Y ahí comenzó la historia.

Según el sitio oficial de la Familia Real, la reina Isabel II “llegó a ser una gran conocedora de los caballos (…). Su pasión se hacía evidente en las reuniones de carreras a las que asistía públicamente”. También fue jinete, propietaria y criadora.

Al ser una fiel admiradora de las carreras de estos animales, la monarca presenció algunas victorias que tuvieron gran impacto en su vida. El 18 de junio de 1954, su caballo Landau ganó el Rous Memorial Stakes. En esta misma fecha, otro semental, llamado Aureole, ganó la carrera Hardwicke Stakes. Tres años después, en 1957, “la reina tuvo cuatro ganadores durante la Ascot Week”.

Pero fue en 2013 cuando logró convertirse en la primera monarca reinante en ganar la Copa de Oro de Royal Ascot. Aunque era más un pasatiempo que un trabajo, The Mirror resaltó que tan solo el año pasado, 36 de sus caballos resultaron ganadores. Esto le trajo una ganancia a la monarquía de casi US$715.000.

Su labor por estas especies no terminó ahí. La abuela del príncipe William y de Harry, participó en la supervivencia de varias razas de caballos y ponis: “Las preservó a través de los programas de cría, tanto en sus establos privados como en los de trabajo, que producían caballos utilizados en ocasiones reales y de Estado”, resaltó el medio.

Los caballos de Isabel II, en venta

En octubre de este año, el Rey Carlos III decidió poner a la venta algunos de los caballos que pertenecían a su madre, la reina Isabel II. Según informó la BBC, la casa de subastas Tattersall ofreció 14 de los mejores sementales de la difunta monarca. Uno de los representantes de la compañía, Jimmy George, recalcó que esto no representaba el fin de la conexión de la familia real con los deportes ecuestres. “Todos los años los propietarios venden caballos”, agregó.

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