Reseña: En la Tierra somos fugazmente grandiosos, de Ocean Vuong
Plegaria para atesorar el pasado y aceptar el presente
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“¿Cuándo acaba una guerra? ¿Cuándo puedo decir tu nombre y que solo signifique tu nombre y no lo que dejaste atrás?”. La frase, pronunciada casi en voz alta por el narrador–protagonista de En la Tierra somos fugazmente grandiosos al que todo el mundo llama Perro Pequeño (un nombre que la traducción torna absurdo) es un lamento. También una plegaria, que va dirigida a su madre en una extensa carta que ella nunca leerá, entre otras cosas porque es demasiado tarde para aprender a hacerlo.
Dejar atrás es una necesidad extrema para el narrador de Ocean Vuong (Ho Chi Minh, 1988), no en el sentido de olvidar sino como aceptación y transformación; todo eso que para su madre y su abuela –vietnamitas expatriadas– se ha convertido, a través del tiempo, en un abismo cada vez más grande. Desde luego, el único modo de dejar verdaderamente atrás es recordando, y a eso se dedica Perro Pequeño durante toda la novela, en ese diálogo imaginario con una madre que en el fondo nunca ha hablado su misma lengua.
Aunque nacido en Vietnam, Ocean Vuong emigró antes de los dos años con su familia: primero a Filipinas, donde permaneció en un campo de refugiados, y luego a Estados Unidos. Como es obvio, la migración de los suyos posee en este caso elementos de conflicto adicionales, y En la Tierra somos fugazmente grandiosos, de corte plenamente autobiográfico –publicada en inglés en 2019, cuando su autor apenas había entrado en la treintena–, toma dicha complejidad y la instala como su núcleo: los fantasmas de una guerra interminable que en este caso se entrelazan con el sentimiento por un país que los recibe, pero que en esa acogida escenifica también una forma de sumisión.
En la Tierra… es, en cierto modo, una novela de iniciación, en la que el protagonista descubre, acepta y vive su homosexualidad –pero asimismo otros despertares– con toda naturaleza, acaso con las armas que su extranjería forzada le proporcionaron casi desde la cuna. A la vez, transita el largo camino de la recuperación de una identidad: la de alguien que, en algún momento, vuelve a sentirse vietnamita.
Poeta antes que narrador –el libro fue su debut como novelista, aunque para entonces ya era muy reconocido en lengua inglesa por sus versos–, Vuong despliega En la Tierra somos fugazmente grandiosos sus mejores armas literarias para contar su historia, a pesar de cierta inclinación por los efectismos discursivos y cierta grandilocuencia semántica, sobre todo cuando observa de cerca a sus personajes y enlentece el tempo de la historia, desmenuzando una escena o secuencia en innumerables partículas. Aunque estas terminan por encastrar, generan en el camino algunos inquietantes espacios en blanco.
En la Tierra somos fugazmente grandiosos
Por Ocean Vuong
Anagrama. Trad.: J. Zulaika
263 páginas, $ 1595