Reseña: Hitler y Stalin, de Laurence Rees

Las comparaciones entre nazismo y comunismo soviético levantan desde siempre acusaciones de facilismo y falta de rigor: los presupuestos y objetivos de ambos totalitarismos son tan distintos, se dice, que resultan inequiparables a pesar de sus monstruosidades. Pero ¿qué ocurre si la mirada se centra en sus líderes? Es la perspectiva que adopta el historiador Laurence Rees (Inglaterra, 1957) en Hitler y Stalin. Dos dictadores y la Segunda Guerra Mundial.

Rees –que entrevistó a muchos testigos que conocieron al alemán y al soviético– es el primero en admitir las diferencias entre Hitler y Stalin, y tiende a verlos como sendos negativos que coinciden en el contraste. El líder nazi era el prototipo de “líder carismático”, imbuido de un magnetismo irracional, en busca de un proyecto racista con la vista puesta en el origen, mientras que “el padrecito de los pueblos” apuntaba a dar forma a otro tipo de “utopía futura”, el estado comunista, y hasta podía tener ínfulas intelectuales. Rees apunta a perfilar personalidades contra el fondo histórico, y allí los puntos de contacto son más patentes: desde el hecho de que ambos provenían de los márgenes de sus sociedades (uno austríaco, el otro georgiano) o –el punto nodal para Rees– que los dos creían “haber descubierto el secreto de la existencia”.

Suerte de vidas paralelas de enemigos acérrimos, a los dos dictadores los unió su nefasta capacidad para devastar a millones de personas. El poblado libro de Rees, que abunda en contrapuntos inteligentes, se lee sin pausa.

Hitler y Stalin

Por Laurence Rees

Crítica. Trad.: Gonzalo García

610 páginas, $ 3400

Por Marcelo Sabatino

• Libros

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