Reseña: Kramp, de María José Ferrada
“El primer año de vida supe, por ejemplo, que hay algo que se llama día –dice M, la narradora de Kramp, novela breve de la chilena María José Ferrada (Temuco, 1977)–, algo que se llama noche y que todo lo que pasa en una vida cabe dentro de una esas dos categorías”.
A los siete años M empieza a acompañar como ayudante a D, su padre, un vendedor viajero de artículos para ferretería marca Kramp, en sus recorridos por distintos pueblos. De su madre comenta que “estaba ausente […] una parte de ella había abandonado su cuerpo y se resistía a volver”.
Ferrada, reconocida autora de literatura infantil, consigue en Kramp (su primera novela para adultos) una perspectiva imaginativa, adecuada a su protagonista que, “de tanto escuchar hablar sobre los productos Kramp”, los utiliza “para entender el funcionamiento del mundo” y les explica a sus compañeros de escuela que las estrellas no son estrellas, sino tachuelas “con las que El Gran Carpintero lo había colgado todo del cielo”.
La obra transcurre durante los años ochenta. M va contando sus experiencias en el ámbito de los vendedores viajeros. Habla de S, cuyo rubro es la perfumería, y de E, “el encargado de proyectar las películas del cine universitario” y fotógrafo de “fantasmas” que deben ser encontrados antes de que se conviertan en polvo.
El lenguaje de Ferrada, directo y conciso, combina un filoso candor con una traviesa ingenuidad para reducir complejidades al idioma de M, que se expresa con sencillez en frases tajantes (“Un solo tornillo puede precipitar el fin del mundo, en caso de quedar mal puesto”; “Porque esa era la naturaleza de la vida: ser oscura y minúscula”).
Kramp (publicada originalmente en 2017 y merecedora de varios premios) se vuelve algo repetitiva promediando su historia, pero recupera impulso cuando irrumpe en el relato un confuso episodio que hace referencia a la represión de la dictadura de Pinochet. Este hecho, que clarifica las vaguedades relacionadas con la condición mental de la madre de la niña y las fotografías de E,, introduce a la novela en otra dimensión donde el código diseñado por M para interpretar el mundo pierde eficacia. Su cosmogonía se desmorona y se comienzan a ver las cosas de una manera “adulta”. En esta despedida renuente a la infancia, lo real y lo metafórico se unen con pericia a medida que se disuelve el austero encantamiento del que M había dotado a ese universo tan suyo.
Kramp
Por María José Ferrada
Emecé
132 páginas, $ 3300







