Las llaman aljabas, pendientes de la reina, coralitos o bailarinas, pero el nombre científico de las especies del género Fuchsia en realidad se debe a su descubridor, Leonhart Fuchs, un médico y botánico alemán que en el siglo XVI se dedicó a estudiar las plantas y sus usos medicinales. Más acá en la historia y en nuestro país, la viverista Cristina Neumeyer comenzó a cultivarlas y hoy tiene una extensa colección en su vivero Los Robles. Afincada en San Martín de los Andes, Cristina comenzó a cultivarlas en 1976, con parte de la colección que pertenecía a su padre.
Allí produce cientos de aljabas cada año a partir de sus plantas madre. Según cuenta acerca de estas plantas, si tienen las condiciones climáticas adecuadas, son un cultivo muy noble, con particulares flores péndulas lograron que se asocien a una joya de la realeza. En esta nota, Cristina comparte los cuidados y secretos de estas flores pendulares tan atractivas para los colibríes.
Estrellas de la primavera, las Fuchsias son arbustos floridos que pertenecen a la familia Onagráceas, originarias de América Central, América del Sur y Nueva Zelanda. Existen alrededor de cien especies de Fuchsia, con numerosos híbridos.
En nuestro país hay dos representantes nativas: Fuchsia boliviana (chipuchipu), en las selvas de las yungas del noroeste argentino y sur de Bolivia; y Fuchsia magellanica (chilco) que se desarrolla en los bosques subantárticos de Chile y la Argentina. De estas últimas, son muy pocas las que logran ser cultivadas fuera de esa región, porque la falta de frío en las noches de verano es su principal inconveniente.
El cultivo
La zona de San Martín de los Andes presenta un clima muy favorable para su desarrollo, con veranos suaves e inviernos fríos y húmedos, pero con un clima templado la mayor parte del año.
- Prefieren lugares con cierta humedad constante tanto de suelo como de ambiente y temperaturas moderadas. Por eso, cuando comienza el invierno más crudo, deben colocarse a resguardo, dentro de un invernadero, quincho, galería o jardín interior.
- Al comenzar la primavera, podrán volver a sacarse y colocarse bajo media sombra; el sol de mañana para ellas es suficiente. En esas latitudes exigen riegos casi diarios en la época estival.
- Su reproducción, al ser híbridos, es por estacas hacia finales de invierno (hasta septiembre en el Sur).
- Necesitan sustratos adecuados, nutritivos y con buen drenaje. Lo ideal es usar compost, humus de lombriz y vermiculita. Cuando la temperatura comienza a aumentar, deben fertilizarse una vez por semana con algún compuesto de fósforo para favorecer su floración desde primavera hasta otoño.
- Al comenzar su temporada de crecimiento es ideal trasplantar a una maceta de mayor tamaño para un mejor desarrollo de sus raíces.
- Se deben hacer podas desde finales del invierno hasta dos meses antes de su máxima floración, que no es afectada ya que las flores se forman sobre las ramas del año. Para darle la forma deseada, cortar un tercio de las ramas.
Las aljabas han sido hibridadas hasta lograr estupendas floraciones, simples, dobles, de hojas caducas o persistentes, de grandes flores o miniaturas.
Sus características
- Son arbustos pequeños, que alcanzan una altura de dos metros. Tienen hojas caducas, de bordes aserrados y un pecíolo distintivo, de color verde brillante.
- Sus flores son pendientes y se desarrollan en las axilas de las hojas. Están formadas por cuatro sépalos y una corola de cuatro pétalos muy coloridos. Tienen de 4 a 8 estambres muy llamativos.
- Su fruto es una baya de color negro.
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