
Catupecu Machu de cabeza
El poderoso trío del rock local, que se presenta hoy y mañana, abre las puertas de su bunker y adelanta cómo será el nuevo disco que comenzarán a grabar en diez días.
1 minuto de lectura'
"A lo único que le tengo miedo es a la nueva canción." Sentado en la sala de ensayo de la calle Yerbal, en Villa Luro, Fernando Ruiz Díaz habla con un aplomo que sorprende. Se sabe, si hay algo que no le cuesta al cantante y guitarrista de Catupecu Machu es hablar, pero la seguridad con la que lo hace es un indicio de su arribo a la era de la madurez.
Entre hoy y mañana completarán una nueva serie de tres conciertos cuadrafónicos y, como en cada previa, al trío se lo nota expectante, como si el gran desafío siempre estuviera por venir. "El riesgo es el camino más intenso", repite Fernando y asegura que es su estrofa preferida de todas las compuestas por Gustavo Cerati.
"Para nosotros, arriesgar todo el tiempo no es una virtud, es más bien una enfermedad. Somos unos enfermos que no se quieren aburrir de sí mismos. De ahí esa necesidad constante de cambiar, de que todos los discos sean distintos, que todos los meses nos vistamos diferente y hablemos de otra forma", confiesa Abril, el niño que a los 14 años cambió su condición de fan de Catupecu por la de baterista del grupo y que ahora, a los 20, se convirtió en una estrella de rock codiciada por jóvenes actrices -sus encuentros amorosos con varias chicas de la tele lo confirman-. Hace dos años cambió su nombre a lo Prince y Miguel Sosa pasó a ser Abril, o Aprile como le dicen los hermanos Ruiz Díaz.
Definitivamente, la palabra riesgo ha sido clave en la vida adrenalínica de la banda. Desde aquellos primeros días under de mosher, escenarios rotos y el slogan Catupecu a morir , hasta su primer Obras, hace apenas cinco meses, con orquesta y un arpa láser de tres metros de alto craneada e inventada por Gabriel.
"En el nuevo disco va a haber otros bichos raros -adelanta-. Estamos usando más cosas electrónicas, pero vamos detrás de inventar otros instrumentos. Las interfaces normales están bien, pero se pueden generar otras interfaces para disparar mucho más interesantes. La verdad es que tenemos mas cosas en la cabeza que las que podemos hacer por una cuestión de medios."
Abril: -Como George Lucas, que tuvo que esperar 30 años para terminar Star Wars tal cual él quería.
Además del padre de La guerra de las galaxias , en el universo Catupecu también están David Bowie, Jorge Luis Borges, Moulin Rouge, García Lorca, Depeche Mode y Silvio Rodríguez. Todo mezclado y a los gritos. "De todas formas, la máxima influencia de Catupecu es Catupecu mismo", remarca Fernando. Aunque la frase de Gabriel suene más precisa y sincera: "La influencia más grande que tuve en el último tiempo fue sin duda la tecnología, el poder jugar con la música electrónica y experimentar distintas posibilidades".
Y allí estará el secreto, hasta aquí guardado, de su tercer álbum en estudio, que comenzarán a grabar en apenas diez días. La pecera de la sala de ensayo da cuenta de ello: computadoras y más computadoras, revistas de música electrónica aquí y allá, CD repletos de samples y algún que otro disco de chill out.
"Estamos muy digitales, pero sin perder lo rockero. Los temas nuevos parecen de otra banda, tienen otro sonido, otro concepto desde la composición", se entusiasma Abril que, desde hace cinco meses, juega con ritmos y maquetas sonoras en una laptop. Algo que Gabriel viene haciendo por su cuenta desde hace casi tres años. Para completar el cuadro, Fernando estuvo trabajando por primera vez con una portaestudio y Macabre, el tecladista que se sumó al trío, también dispara sonidos desde su computadora personal.
"Sí, un poco fue culpa mía lo de la electrónica -dice Gabriel-, pero nos enganchamos mucho los tres. En este show cuadrafónico va a haber tres laptop en el escenario y quién sabe cuántas habrá cuando presentemos el nuevo disco, que será mucho más electrónico."
De fondo se lo escucha a Gabriel cantar "por un tubo de agua se detiene el tiempo", una de las frases que muy probablemente figure en alguna de las nuevas composiciones. El trío se enteró de que tendrán que entrar a grabar el álbum en pocos días mientras dialogan con Vía libre. A partir de este momento, la ansiedad por la noticia recibida será protagonista excluyente de las tres cabezas Catupecu.
Y ahora qué pasa
Si su debut en el estadio Obras fue el cierre que Cuentos decapitados merecía, el Intimo y cuadrafónico de este fin de semana es el humilde final para casi tres meses de aviones, shows, asombro y algo de descontrol. "Nos propusieron que nos quedáramos a vivir allá -dispara un Fernando exultante-. Lo de Puerto Rico fue tan intenso que al regresar tuve la sensación de que Catupecu empezaba de cero, como si hubiéramos estado años fuera del país. Nos contrató la radio número uno de allá, Cosmos. Hace poco dieron un vuelco, se les ocurrió hacer una radio de rock en español pero no de éxitos melódicos. Y así es como pasan muchas cosas que no son de rotación de compañía. Un día empezaron a pasar Y lo que quiero es que pises sin el suelo para dar a conocer a Catupecu, como cuando Pergolini pasa en la radio una banda nueva. Es más, el tema lo bajaron de Internet en MP3. Estuvimos cuatro meses primeros en el ranking más imporante sin que estuviera el disco editado. Nosotros ya fuimos con una gira armada, de 18 fechas, y terminamos tocando en un estadio que era como el Madison Square Garden, para 9000 personas. Habían pasado dos meses y no querían que volviéramos. Nos ofrecieron hacer una gira aún más grossa y radicarnos en Miami. No sé cómo puede sonar que lo diga yo, pero allá pasó lo mismo con Catupecu que acá cuando recién empezábamos: surgimos de abajo y terminamos diciéndoles que no a un montón de propuestas, entre ellas las de grabar el disco en los Estados Unidos. Pero queríamos grabarlo acá, porque está todo mal pero no somos de los que huyen como ratas cuando el barco se hunde."
La Gran Mostaza Merlo es la cábala preferida del trío. Para que los proyectos y el futuro no se los devoren, van por el paso a paso. "La cabeza la tenemos en estos shows cuadrafónicos. Sabés lo que pasa, nosotros volvimos de Puerto Rico y fuimos directo a girar por el Sur y queríamos darle un cierre distinto en la Capital. Como el cuadrafónico lo vio poca gente y es un desafío para nosotros, tuvimos ganas de repetirlo. Forma parte de nuestra idea de experimentar permanentemente, sobre todo en las cosas en que no hay referencias previas, como este tipo de shows." Esta nueva apuesta íntima y cuadrafónica tendrá algunos cambios con respecto a sus versiones anteriores. "Probamos más cosas, los sonidos van a estar más divididos en las cajas de atrás y de adelante", cuenta Abril y se entusiasma con los dos escenarios que se instalarán en el Roxy. "En un par de temas, Macabre y Gabriel van a estar en una punta y Fernando y yo en la otra. Y el sonido saldrá de cada uno de los rincones y chocará en el medio. La gente va a escuchar cosas por todos lados."
Mañana es mejor
A pesar de que se hayan adelantado los tiempos de la grabación, el trío no se siente presionado por causas externas. "La presión es nuestra, porque todo el tiempo queremos escuchar algo nuevo de nosotros mismos", sentencia Abril.
-¿Y el estar constantemente pensando en renovarse hace que se autocensuren cuando componen un tema que suena a algo que ya hicieron?
Gabriel: - En realidad, nunca hacemos cosas que ya hayamos hecho, no nos sale. Incluso en los discos los temas no tienen nada que ver entre sí. Cada tema es un mundo distinto y lo único que mantenemos es nuestra intención y nuestra forma de ser. Eso es lo que termina por darles una integridad a nuestros discos.
Fernando: -Nunca nos acordamos del pasado inmediato. Siempre estamos pensando en lo que va a venir mañana. Recién ahora estamos aprendiendo a disfrutar un poco el presente.
Alguien llega con una sorpresa: el flamante DVD que editará el grupo con el show de Obras y algunas rarezas -ver recuadro-, todos festejan la primicia y ninguno puede aguantar su ansiedad. "Vamos a verlo ya", proponen con gesto de niños con juguete nuevo. Y queda por demás claro que la entrevista ha terminado.
Abril
Era fan de Catupecu y, a los 14 años, se convirtió en baterista de la banda. Cambió su nombre original, Miguel Sosa, por el de Abril. Ahora, a los 20, es uno de los bateros más ruidosos del rock local.
Fernando Ruiz Díaz
El alma inquieta del grupo es el mayor de los hermanos (33 años), el guitarrista, la voz cantante y el compositor de las letras. Ya son míticos sus saltos sobre el público.
Gabriel Ruiz Díaz
A los 27 años es el más introvertido del trío y responsable de la introducción de la electrónica en la banda. Ahora, cambió el bajo por los teclados y la computadora.
En otro formato
La sala de ensayo queda a oscuras y Fernando, Gabriel y Abril se disponen a ver por primera vez el DVD que se editará el martes próximo y que acaban de recibir. La presentación es realmente impactante y el trío, mirando la pantalla de la laptop, se parece más a un grupo de nenes embobados por los dibujitos animados de la tarde que a una banda de rock. El chiche nuevo los hipnotiza y juegan ansiosos. Se escucha una versión remixada por los DJ Diego Ro-K y Diego Cid de Eso vive ; luego saltan al video animado de Viaje de Lur, un tema inédito electrónico ciento por ciento; después saltan al furioso comienzo del show en Obras. "¡Madre santa! Mirá lo que es la gente", se escucha en penumbras. Además del concierto completo que ofrecieron en Obras en diciembre, el DVD incluye una entrevista al trío, el video multipremiado de Y lo que quiero es que pises sin el suelo e imágenes de backstage.
1
2Presentó a su novio y la familia fingió un insólito ritual de bienvenida que no tardó en volverse viral
- 3
Perdió al amor de su vida y encontró fuerza en el deseo que compartían: “Lo soñamos juntos pero me tocó a mí llevarlo adelante”
4Acudió a un alerta por una perra consumida por la sarna pero unos ojos oscuros que imploraban ayuda cambiaron sus planes: “No lo pude dejar”



