
De tramas y texturas
Sillones y cortinas precisan géneros especialmente preparados para resistir el desgaste que se produce con el tiempo. ¿Cómo son las telas que pueden cumplir con esa tarea?
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Las vaporosas resultan románticas; las grandes y acolchadas, majestuosas y atractivas; las de cuadros, frescas y juveniles.
A la hora de hablar de su composición, se pueden distinguir 2 grandes grupos: las naturales (se destacan el algodón, la arpillera y el lino) y las sintéticas (como lonetas acrílicas y raso).
Pero si bien hoy en día la mayoría tiende a parecer natural, en general están realizadas con un importante porcentaje de poliéster. ¿Cuál es la razón? De esa mezcla de fibras se obtiene una tela resistente que no absorbe las manchas ni se decolora. Además, no se apelmazan y resultan prácticas para limpiar. En cambio, cuando se trata de puro algodón la suciedad o cualquier líquido son absorbidos instantáneamente.
Una batería pesada
Para disfrutar de sus cualidades, la clave es saber utilizar la más indicada para cada tipo de lugar. Hay que tener en cuenta que no todas tienen la posibilidad de lucir sus ventajas en cualquier sitio. ¿Tres factores importantes? El estilo del ambiente, la calidad del género y la resistencia y espesor necesarios.
- ¡Tome asiento!: existen varias razones para cambiar un tapizado: una renovación de estilo para seguir el dictado de la moda, o motivos prácticos. Por ejemplo, un cambio de fundas.
En los asientos se utilizan las telas pesadas: rústicas o clásicas. Es importante utilizar géneros resistentes. Por otra parte, deben ser de trama cerrada (es decir, varias pasadas de hilo por pulgada). Esa característica hace que no se deformen con el uso.
- Sensuales claroscuros: las cortinas no sólo impiden el paso de corrientes de aire y aportan intimidad, sino que además crean un cálido confort. Aunque las telas que más se utilizan son las livianas, también se puede optar por las pesadas. Por otra parte, la mayoría de los departamentos nuevos no cuentan con persianas. Por eso, la segunda opción resulta apropiada. También es posible colocar black out, unas telas plásticas fabricadas especialmente para filtrar el sol y evitar que se arruinen los muebles y telas. Debe tener en cuenta que no es exactamente decorativa; por eso se recomienda colocar sobre ella alguna otra tela que cumpla el rol estético.
- Paredes que hablan: por su caída y textura, para entelar una pared se utilizan géneros pesados (si lo que se desea es disimular un muro, las livianas no serán útiles, ya que generalmente son transparentes o traslúcidas). La colocación es rápida. Se prepara la pared y se le adhiere un bajoalfombra que funciona como aislante y le otorga cuerpo y suavidad. Luego se fabrica un bastidor en madera que sujeta la tela y hace que quede tensa. El tapizado de paredes tiene ventajas y desventajas. La veta positiva es que, al ser aislante, permite que si el muro tiene humedad, no pase a la tela. La desventaja es que la limpieza debe ser encomendada a profesionales. Si quiere evitar ese aspecto negativo, prefiera las telas plásticas. Tienen resistencia y se pueden limpiar con un trapo húmedo. Los especialistas las recomiendan para cuartos de niños, cocinas y baños. A simple vista parecen tela, pero al tacto se descubre el plástico.
Considerar las opciones
- Jacquard: la denominación significa tejido (en este caso, de trama cerrada). Toma su nombre del telar francés con el que se teje. Posee un acabado ligeramente sedoso y, en algunas versiones, es reversible. Una de sus características fundamentales es que cuando presenta dibujos no son estampados, sino que están tejidos dentro de la misma trama. La gama de motivos es infinita, pero los habituales son los de flores y hojas. Principalmente está compuesto por algodón (en algunos casos, en un 100%), pero también puede contener diferentes hilados como la seda o el poliéster. Estos últimos son los más utilizados. En general visten diferentes estilos, pero están más asociados con los tradicionales y señoriales.
- Chenille: en realidad es el nombre de un hilo. Es común encontrar la combinación de jacquard y chenille (se teje en jacquard con hilo de chenille). De este modo, se logra una mayor resistencia. Aunque también se denominan de esa manera los géneros que están compuestos con esa fibra en su totalidad. Su textura es gruesa y afelpada, suave al tacto y un tanto despareja. Por eso se la puede incluir dentro de las decoraciones rústicas.
- Shantung de seda: se importa de la India y se utiliza, en especial, para cortinería. Es brillante y rústica. Como no tiene caída, se arma junto con un moletón (género similar al paño lenci) y se forra con satiné. Se utiliza en sectores clásicos, con muebles de estilo o suntuosos.
- Black Out: como se ha mencionado, sirve para cubrir la luz. Además, es acústico (evita que se filtren sonidos intensos) y térmico, porque produce una cámara de aire entre el vidrio y la tela. Así, modera el paso de las temperaturas excesivamente bajas o elevadas. Viene en varios colores, liso o estampado.
- Panamá: también se incluye dentro de las rústicas. Se confecciona en diferentes calidades. El mejor que existe en el mercado se llama tejido tipo Haití. Lleva un 100% de algodón, pero está sanforizado ( Un proceso... ). Queda de maravillas en los ambientes informales como las casas country con muebles de hierro y pisos de laja.
- Brocado: tejido de seda con un rico diseño en la superficie y fondo mate. En algunos casos se añadían hilos de oro para realzarlo. Es suntuoso, pesado y hasta barroco. Por eso, en la actualidad no se utiliza tanto. Es posible ob servarlo en los ambientes tradicionales y señoriales.
- Madrás: viene de la India. Por lo general, tiene diseños de rayas o cuadros y colores vivos. Su textura es similar al panamá, pero un tanto más rústica, áspera y pesada. Se usa para tapizar sofás y es bastante económica.
- Raso: seda lisa, de tejido cerrado con un acabado suave y lustroso. El revés de la tela presenta un acabado mate. Este género tiene un imitador de algodón o con base de lana, más económico, conocido como satén.
Buenas Ideas
- Antes de decidirse por un tipo de tela, acérquela a una ventana para observar su color y acabado bajo la luz natural; la iluminación artificial altera los tonos originales.
- También es recomendable estirarla para notar la trama. Si es muy abierta, no será útil para tapizar ya que tenderá a deformarse.
- Recuerde que cuanto más cerrada sea la trama, más suave y resistente será la tela.
- El género atrae nuestro sentido del tacto, creando rincones de calidez y comodidad. Gracias a esa característica, puede transformar por completo un ambiente. Por ejemplo, pruebe colocar un almohadón crudo de líneas puras, sobre un banco de madera pintado (en la base y el respaldo). Otra opción: coloque una colcha de lana gruesa sobre un sofá liso.
- También se los utiliza para relacionar o agrupar elementos por medio de fundas, colchas o almohadones. Si se elige un color (por ejemplo, tono avena) para cubrir todos los sillones del living, creará de inmediato un ambiente ordenado y relajante. Ese lugar se puede realzar con telas de otros colores (cuero, terciopelo, pana, etcétera).
Exquisitos detalles
- Por lo general, un sillón tapizado dura aproximadamente 6 años (de acuerdo con el uso que se le haya dado).
- De todos modos, se lo suele renovar antes, siguiendo los cambios de la moda.
- En el momento de elegir, se recomienda optar por las telas neutrales. Si desea emplear estampados de leopardo, cebra o algún color estridente, debe tener en cuenta que son motivos que cansan rápidamente. Por otra parte, se va a ver obligado a decorar el ambiente en función de esas características de la tela.
- El terciopelo cuenta con una textura que debe quedar siempre en la misma dirección; de lo contrario, aparecen diferencias en el color.
- Cuero: prefiéralo en banquetas, mantas y almohadones.
La nota técnica
- Aunque las últimas tendencias piden que las telas tengan la menor cantidad de procesos posibles (que sean naturales), el sanforizado es importante.
- Es un proceso por el cual el género se expone a mucho calor. Así, se encoge al máximo. Por eso, cuando se vende con este proceso, se la puede lavar tranquilamente, sin correr el riesgo de que modifique su tamaño.
- Cuanto más algodón contiene la tela, más se encoge. En cambio, si se mezcla con poliéster, no se reduce tanto.
Mantenimiento
- Como se ha dicho, las telas que están compuestas con mezcla de poliéster o las que cuentan con el proceso de sanforizado resultan más fáciles de limpiar. Ambas, se pueden colocar dentro del lavarropas y las primeras no pre cisan ser planchadas.
- En cambio, las que son de puro algodón (aunque en algunos casos también se pueden llevar al lavarropas) requieren de ciertos cuidados más minuciosos. Hay que proteger el color de los efectos del sol y de los productos abrasivos como los quitamanchas. Y una vez limpias necesitan ser planchadas ya que se arrugan con facilidad.
- Con respecto a los géneros más pesados como el jacquard y el chenille, deben ser limpiados por manos profesionales. Las opciones son enviarlas a la tintorería cuando se pueden desmontar (como en el caso de las cortinas) o contratar los servicios de empresas especializadas que realizan la tarea a domicilio. De todas maneras, siempre conviene consultar al vendedor acerca de cuál es el mantenimiento correcto, en el momento de adquirirlas.
Modelos y precios por metro
- Jacquard: desde $ 35 (E. Salguero).
- Madrás: desde $ 30 (E. Salguero).
- Panamá: de 1,60 m de ancho; $ 3,50 (Cengi).
- Gabardina: de 1,60 m de ancho; $ 3,30 (Cengi).
- Jacquard con hilo de chenille de seda: de 1,40 m de ancho; $ 60 (Fabrix).
- Jacquard de lana: de 1,40 m de ancho, con proceso antimanchas; $ 40 (Fabrix).
- Jacquard de chenille: reversible, de 1,40 m de ancho. Con proceso antimanchas; $ 46 (Fabrix).
- Jacquard de lino: en crudo, de 1,40 m de ancho. Con proceso antimanchas; $ 30 (Fabrix).
- Algodones importados: estampados; de 1,40 m de ancho; alrededor de $ 25 (Fabrix).
- Jacquard tipo chenille: diseños orientales, de 1,40 m de ancho; $ 38 (Compañía de Diseño).
- Chenille liso: varios colores, de 1,40 m de ancho; $ 40 (C. de Diseño).
- Black out: en color blanco y beige, de $ 1,40 m de ancho; $ 12 (Compañía de Diseño).
Fuentes consultadas
Cengi: Lavalle 2542; 4952-4408.
Fabrix: Azcuénaga 484; telefax 4954-8056.
Estudio Salguero: Salguero 2663; 4804-0243.
Next Window: Avda. Pueyrredón 2501, local 26.
Centro de Diseño Italiano: Avda. Pueyrredón 2501, local 10; telefax 4806-1111 (1148).
Géneros de Villarroel: Avda. Pueyrredón 2501.
La Casa de las Panas: J. Alvarez 1116; 4771-6263.
Decor Group: Azcuénaga 486; 4951-8376.
Zulema Pergament, arquitecta: 4552-2185.
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