Ya clásicos, o recién inaugurados, un día para regalarse un mediodía trago en mano o un relax antes del atardecer
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No existe un día estricto en el que se haya inventado la coctelería. Pero en la arqueología de las bebidas, lo que sí se encontró es el registro escrito más viejo de la palabra “cocktail”: un 13 de mayo de 1806 el diario neoyorquino The Balance y Columbian Repository publicó una definición de cocktail, explicando que se trataba de “una bebida alcohólica estimulante compuesta de un destilado de cualquier tipo, azúcar, agua y bitters”.
En honor a esa fecha, este jueves se vuelve a celebrar el Día internacional del cóctel, en un contexto sin dudas poco festivo para los bares. Segunda ola de covd-19 mediante, la coctelería argentina se reinventa con mediodías y atardeceres tempraneros, manteniendo la inventiva, creatividad y potencia de sus bartenders. Aquí, una recorrida por la ciudad porteña a través de ocho cócteles para celebrar su día.
Dry Umami en Palermo
Palermo abunda en propuestas cocteleras, pero este día puede ser la gran excusa para conocer Cochinchina Bar, un nuevo lugar que juguetea con aromas orientales y que ya se perfila como una de las principales aperturas de 2021. Detrás, como socia e ideóloga, está nada menos que Inés de los Santos, sinónimo de coctelería y gastronomía en el país. Y junto al jefe de barra Lucas Rothschild armaron una carta muy tentadora. Un buen comienzo puede ser su Dry Umami, versión del Dry Martini, para beber bien helado y calentar el espíritu.
Lo preparan con varios gins distintos, uno de ellos macerado en polvo de hongos shitake, otro con algas nori, kombu y hijik. Es seco, muy sabroso, repleto de umami (el llamado quinto sabor), apenas perfumado con un poco de vermut dry macerado en algas tomillo y pieles de limón, decorado además con unos crujientes alcaparrones. Dirección: Armenia 1540. Instagram: https://www.instagram.com/cochinchina.bar/
Boulevard Oroño en San Telmo
No se puede siquiera imaginar el día del cóctel sin mencionar a Doppel, uno de los principales templos de la coctelería porteña. Con horario de apertura limitado (miércoles a viernes de 17 a 19, sábados y domingos de 12 a 19), el lugar mantiene intacta la magia que le dan Guillermo Blumenkamp, Ariel Figueroa y el resto del equipo. Para estos días frescos, una hermosa opción es el Boulevard Oroño, un cóctel creado por Ariel en homenaje a otro bartender, el rosarino Matías Jurisich.
Lleva ron Bacardi Carta Oro, Hesperidina y un Amargo Obrero que maceran previamente con naranja, canela, clavo de plor, cardamomo y tomillo. Delicia. Dirección: Av. Juan de Garay 500. Instagram: https://www.instagram.com/doppelbar/
Three White Soldiers en San Nicolás
Ocupando los últimos dos pisos de uno de los edificios emblemáticos del centro de Buenos Aires, Trade Sky Bar, le dio -literalmente- altura a la coctelería. Y en momentos cuando el aire libre se torna tan necesario, esta terraza es perfecta. La carta diseñada por Lucas López Dávalos recorre cócteles elegantes, traslúcidos y en apariencia despojados, que esconden gran complejidad.
En tiempos invernales, el Three White Soldiers es una gran elección: whisky Chivas Mizunara infusionado con carne wagyu (una técnica conocida en coctelería como fat wash), con bitter aromático y un toque de sal marina. Lo sirven on the rocks, con un hielo transparente. Para beber mirando el horizonte. Dirección: Av. Corrientes 222, piso 19. Instagram: https://www.instagram.com/trade.skybar/
Firpo en Balvanera
Un día histórico merece un cóctel con historia. Esa es la especialidad de Ariel Lombán, el cantinero de Los Galgos, el bar notable que reeditó la mejor gastronomía porteña. En estos días especiales, los cócteles de Lombán se mudaron a la vereda. Háganse un favor: siéntense en una de esas mesas en la esquina de Lavalle y Callo, levanten la vista y miren los edificios que los rodean. Una postal de esa Buenos Aires que tanto enamora al mundo. Para beber, esta vez el consejo es ir por un Firpo, cuya receta Lombán la recuperó del antiguo Manual del bar, publicado en 1924 por Antonio “Tony” Fernández.
Un aperitivo que lleva Cinzano Rosso, Hesperidina, Pineral y toque de maraschino. Dirección: Av. Callao 501 Instagram: https://www.instagram.com/losgalgosbar/
Castelar Solamente en Recoleta
Barrio pituco si los hay, Recoleta merece tener un bar como Presidente. Una gran casona, la señorial barra, los ambientes separados, el jardín de invierno, el salón -casi- secreto al fondo, las lámparas de caireles, todo apuesta a la elegancia sin dejar de lado su potente energía festiva. En tiempos pandémicos, Presidente abrió su vereda, sumó café de especialidad desde las 9 de la mañana, también rica comida, y mantiene siempre los cócteles creados por el reconocido Seba García y equipo.
Un imperdible es el Castelar Solamente, cóctel cítrico y frutado, alto todo público. Lleva gin, se endulza con licor Strega y sauco, gana acidez con un cordial de cítricos, profundidad con gotas de bitter y perfume con eneldo. Para un mediodía de sol junto con unos langostinos fritos empanados en panko. Dirección: Quintana 188 Instagram: https://www.instagram.com/presidentebar/
Mai Tai en Villa Crespo
Hay dos estrategias para enfrentar el frío. La más obvia: meterse en la cama para ver una serie. La más divertida: rebelarse y buscar el verano eterno que siempre late en algún lado de la ciudad. Por ejemplo, en Oh No! Lulu, el playero bar dirigido por Ludovico De Biaggi.
Ahí, el mandato es brindar con su Mai Tai, un emblema de la famosa coctelería ticki (inspirada en la Polinesia), que mezcla ron blanco y ron dorado, licor de naranja, orgeat (una suerte de almíbar de almendras) y jugo de lima. Batido y servido en un vaso con un penacho de menta y una rodaja de naranja para sumar aún más aromas. Vereda, sol y energía veraniega para combatir las bajas temperaturas. Dirección: Aráoz 1019. Instagram: https://www.instagram.com/ohnolulutikibar/
Ah pero en sifón en Chacarita
Sobre el corredor de la Av. Jorge Newbery en Chacarita, Sifón es una parada obligada. Un bar que, más allá de la crisis pandémica, atrae con su vereda y propuesta descontracturada a decenas de jóvenes que quieren olvidar el mundo que los rodea. Desde wraps a tostados pasando por berenjenas asadas a los arancinis fritos, Sifón supo hacerse un merecido nombre. Y mucho tienen que ver los cócteles que sirve, donde la soda marca la columna vertebral: tragos burbujeantes y generosos, ligeros en alcohol pero con intenso sabor. Un clásico: el Ah pero en sifón, mezcla enrojecida de Aperol, Campari, cordial de naranja y soda.
Dirección: Av. Jorge Newbery 3881 Instagram: https://www.instagram.com/sifon.soderia/
Negroni Balestrini en Retiro
La curva que hace la calle Arroyo marca una de las calles más lindas de Buenos Aires. Ahí, hace ya varios años, brillan las flores de Florería Atlántico, que dejó su sótano inmóvil para tomar la vereda. Casa de Tato Giovannoni, este bar se ganó todos los premios por haber, representando a la gran coctelería argentina.
Los cócteles de Tato son siempre imaginativos, como lo demuestra el Moises Ville, con ginebra El Profeta, arak, Pan vodka y pepinos encurtidos. Pero un brindis justifica volver a las fuentes con su Negroni Balestrini, omnipresente en la biblioteca de Tato: gin Príncipe de los Apóstoles, Campari, amaro y agua del Océano Atlántico. Dirección: Arroyo 872 Instagram: https://www.instagram.com/floreriaatlantico/
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