Con formas súper vanguardistas, el diseñador Gérard Faivre actualizó el espíritu de este departamento centenario a orillas del Sena
Los rayos del sol desbordan las once ventanas de este segundo piso sobre el Boulevard Saint Germain. Llevan más de 130 años atravesando sus ángulos, proyectados durante la gran transformación de París, pero hoy su recorrido se ve suavizado por formas redondeadas, sobre las que resbalan amablemente. Este último cambio es obra de Gérard Faivre, creador de la marca que lleva su nombre y reconocido como uno de los mejores diseñadores de interiores del mundo. Para él, la idea de la redondez en este departamento de 280m2 se impuso como una manera de neutralizar la rigidez de la arquitectura, propia de la época del emperador Napoleón III. El concepto se materializó en los muebles del diseñador español Jaime Hayón, así como en paneles pivotantes, lámparas globo, alfombras circulares, cortinas y cabeceras de cama y vitrinas que mandó hacer a medida. Además, estableció una distribución acorde con la vida actual que contempla baños privados y vestidores, y equipó todo con la última tecnología. Pero este admirador del genio urbanista del barón Haussmann también preservó y restauró elementos representativos, como el parquet, las aberturas con fallebas de bronce y postigos, las chimeneas, las molduras y hasta algunos frescos. El conjunto se armonizó con una paleta clásica y moderna, sin más pretensiones que la que consigue: trazar una bisectriz en el tiempo que invita a dejarse llevar por la levedad de la luz.
Gérard Faivre textual
"Mi mayor virtud profesional es la exigencia. Pongo extrema atención en los detalles. También tengo mucho sentido de la organización, de la dirección. Quienes trabajan conmigo suelen destacar mi visión.
* Me atraen instintivamente los espacios cargados de espíritu parisino, la elegancia y la belleza de los edificios históricos.
* Lo mejor de vivir en París es su alta concentración de espacios culturales.
* Si pudiera tener cualquier vista del mundo, eligiría una ventana al Sena.
* No puedo desprenderme… ¡de mi celular! Me gusta estar siempre en contacto con mi equipo.
* Una pieza de diseño que nunca pasa de moda es el emblemático sillón ‘LC2’, de Le Corbusier.
* Podría ver cien veces los films que componen La trilogía marsellesa de Marcel Pagnol: soy un enamorado de la Provence.
* El mejor aroma para una casa es el de su dueña.
* No puedo imaginar mi vida sin mi mujer: es mi mano derecha en lo personal y en lo profesional.
Estudio Gérard Faivre y Lucrecia Álvarez