El billete de $500 que se vende por una fortuna y la advertencia que hay detrás

Los pequeños detalles hacen a la diferencia. Así lo marca un dicho popular que se cristalizó en la realidad para quienes agudizan la vista y le encuentran una veta económica para generar un ingreso extra. En el caso de la moneda local, un billete de 500 pesos fue noticia por multiplicarse su valor hasta 50 veces más de su versión original. En el dorso del mismo, un error de impresión es el causal para que coleccionistas se interesen en esa pieza y que el poseedor del mismo le ponga un valor agregado conveniente a su parecer.

En el caso puntual que se popularizó en las redes sociales, el billete del yaguareté tenía una falla en la parte de la numeración, donde figuraba una especie de flor, que lo hace único dentro de todos los que se encuentran, actualmente, en circulación. Su valor de comercialización es de 130 mil pesos, una cifra 260 veces mayor a la original, causada por un simple error en su emisión.

Este tema es una fuente de consulta constante entre especialistas que se dedican a la numismática en el país. En diálogo con LA NACION, Carlos Graziadio, presidente del Centro Numismático de Buenos Aires, otorgó su visión al respecto y desechó de plano el hecho de que el oficio tenga algún justificativo para explicar esta movida que tiene lugar en sitios de compra y venta: “Es una expresión de deseo, de fantasía e interés económico del que lo comercializa. Esto no es la primera vez que pasa y muchas veces he escuchado la expresión: ‘uh mirá, tiene una falla el billete’, siempre las hubo y las habrá, ahora se estableció como una moda porque la gente tiene una dificultad económica y busca dónde conseguir un peso”.

Y agregó sobre la comercialización del diseño con fallas: “Lo nuestro está más allá del error. Puede ser una cosa interesante el por qué se produjo, pero no para que la pieza valga 50 veces más. A lo largo de las décadas y siglos existieron estos errores, pero no para hacer un negocio extraordinario. Hoy en día existen más comerciantes que coleccionistas”.

Dentro de la extensa emisión monetaria del país, se popularizó un error en una moneda de 1 peso, donde la falla se encontraba en la inscripción de la misma al contener el texto “provingias”, en vez de provincias: “Ese error sucedió con las monedas que se emitieron en Inglaterra en la década del ‘90 y eran más las que tenían errores, que las que no”.

Graziadio, de 75 años, se dedica hace 40 años a la numismática en el país, un oficio que no tiene validez de carrera: “Lo más acertado sería estudiar licenciatura en museología o una carrera de arqueología o historia. La numismática es una ciencia histórica que actualmente no está valorada y calificada para que tengas un desempeño laboral”.

Con exorbitantes valores que circulan gracias a la oferta y demanda, los billetes, además de tener un precio propio, cotizan en paralelo por defectos de impresión y se encuentran como un método -valido- de buscar un beneficio en épocas de rebusque o de crisis.

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