El estafador de Tinder se hizo pasar por su hijo: quién es Simon Leviev, el “Rey de los diamantes”

Simon Leviev, Shimon Hayut o el Estafador de Tinder. El primero, su nombre para estafar; el segundo, su nombre real; y el tercero, el título que le pusieron al contar su historia en Netflix.

Allí relatan la historia de cómo, supuestamente, estafó a decenas de mujeres por alrededor de 10 millones de dólares al hacerse pasar por el hijo del millonario Lev Leviev. Y aunque allí se centró el relato sobre Simon, hay una punta que aún no está clara.

¿Quién es Lev Leviev?

Con 15 años, Lev Leviev dejó su religión y su familia en Uzkebistan, donde nació, para trabajar en el corte de diamantes en una planta en Israel. Actualmente, con 65 años, es conocido como el Rey de los diamantes. Es empresario, filántropo e inversor. Para 1977 ya tenía su propia fábrica de corte y, cinco años después, había logrado no solo expandirse a 12 fábricas más sino también obtener un software de corte y tecnología láser, ambos revolucionarios en su momento, para lograr más valor en sus diamantes.

En 1996 creó su propia empresa: LLD Diamonds, la cual triunfó principalmente en Rusia y en Angola. Ahora, es una de las mayores fabricantes del mundo en la industria de la joyería. Son, según lo que indican, completamente independientes de los proveedores externos y proporcionan las gemas de mejor calidad posible. Todas las facetas de la producción de los diamantes pasan por la casa LLD Diamonds, manejan extracción, corte, pulido y venta al por menor, por lo que todas las ganancias se quedan dentro de las puertas de la empresa.

Pero ahí no se quedó el imperio que construyó. Además de la compañía, también posee múltiples boutiques de joyas, una mina de oro en Kazajstán, un porcentaje de dos minas de diamantes en Angola, licencias mineras en Namibia y es accionista mayoritario en una corporación de bienes raíces que está construyendo gran parte de los nuevos proyectos en Israel. Según la revista Forbes, el multimillonario puede estar valorado en alrededor de 2000 millones de dólares.

Aunque su nombre no suena tanto como el de Elon Musk o Jeff Bezos, el magnate ha sido recibido por comités de bienvenida en lugares como Kiev, capital de Ucrania, tiempo atrás. Con bailes, escoltas, caravanas y aplausos, Leviev fue llamado por Forbes un “héroe local”, que restauró la única sinagoga que quedaba en la ciudad y donaba 30 millones de dólares al año a la comunidad judía.

Leviev, también, fue señalado de tener conexiones dudosas. Hace algunos años, socios de su empresa de diamantes estuvieron implicados en una operación de contrabando con joyas valuadas en alrededor de 80 millones de dólares y, aunque Leviev negó haber cometido algún delito, la relación de estos sucesos con su empresa golpearon su credibilidad y sus ventas.

Otra de las relaciones que mantuvo Leviev y generó comentarios y dudas fue su cercanía con el presidente ruso Vladimir Putin. Su relación comenzó en 1992, cuando Putin era diputado en San Petersburgo y autorizó la construcción y apertura de la primera escuela judía, que Leviev financió.

Sin embargo, Putin no es el único político con el que el magnate mantiene relaciones cercanas. Ariel Sharon, quien fue primer ministro israelí; José Eduardo Dos Santos, expresidente de Angola; Sam Nujoma, expresidente de Namibia; son solo algunos de los nombres con los que Leviev mantuvo una relación cercana, lo cual también ayudó a que su negocio se expandiera sin problema dentro de estos países.

A pesar de que su fortuna se la dieron los diamantes, Leviev ya está involucrado en mucho más que ese negocio. En los próximos cuatro años busca invertir millones en el desarrollo inmobiliario de Rusia, Nueva York, Dallas y San Antonio.

Además, se está moviendo en el sector político. En junio de 2021, negoció una reunión entre Putin y líderes judíos estadounidenses para discutir las relaciones entre ambos países. Y continúa invirtiendo en algo que lo movió desde que empezó con su imperio de diamantes: devolverle la fe a los judíos que la perdieron, financiar escuelas para esta comunidad, hogares de alabanza y todo lo que pueda mantener unida a esta comunidad, que también es la suya.

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