¿Quién no sonríe cuando vuelve a la cancha donde jugaba de chico? ¿Cómo no recordar con alegría el primer disco escuchado? La nostalgia es una herramienta de venta tan poderosa como antigua. Las empresas de tecnología no son ajenas a esta estrategia y la utilizan cada vez más a su favor para impulsarse. Nintendo es una compañía que hace años que usa sus franquicias para ensanchar sus arcas. Su personaje emblema, Mario, vuelve casi todos los años para conquistar tanto al público que lo sigue desde su nacimiento como a nuevas generaciones de fanáticos. En 2017 dio un paso más allá al revivir la SNES Mini, una consola que resucita la clásica plataforma lanzada en 1997 –20 años después de su lanzamiento original– con un timing impecable.
¿Cuál fue el resultado? Filas interminables de fanáticos dispuestos a gastar los US$80 que salía esta consola única. Debido a la sobredemanda, el CEO de Nintendo América, Reggie Fils-Aimé, confirmó que seguiría produciendo la consola durante todo 2018.
El siguiente paso fue lanzar otra consola, la NES Classic . Con estas dos propuestas en circulación, nada podía salir mal. Tatsumi Kimishima, presidente de Nintendo Japón, aseguró en su presentación que "esta consola apuntó a recapturar un público que se había alejado de los videojuegos". Desde el minuto cero, sabían el efecto que iba a causar en los seguidores de la marca.
"La nostalgia es una fuerza poderosa y nos transporta a momentos específicos donde éramos más felices o era más fácil ser feliz. A medida que las generaciones crecen, añoran esos primeros momentos que se nos hacen más simples", asegura el periodista, filósofo y especialista en cultura pop, Tomás Balmaceda. Sin embargo, aclara que esta estrategia no funciona con todo el espectro de consumidores: "Apunta a la generación que vivió la época original".
Siempre están volviendo
Otro de los grandes retornos de este año fue el de Fotolog. Esta icónica plataforma de imágenes volvió, pero con una versión móvil para Android e iOS. Al igual que la original, solo permite subir una foto al día y demuestra que las segundas oportunidades tienen recompensa: el día de su lanzamiento, la aplicación alcanzó miles de descargas. Hoy, tiene más de 100.000 solo en la tienda digital de Google.
Pero este éxito fue bastante efímero y funcionó como un golpe de impacto. El caso de Fotolog revela que el verdadero valor de esta conquista nostálgica está enfocado en la reaparición de la marca y de su nombre. Atari, Fotolog y Polaroid son algunos de los ejemplos que buscan consolidarse a partir de su éxito pasado, donde lo que realmente se compra es la mística, el recuerdo y la nostalgia. A pesar de eso, esto puede ser un trampolín para el desarrollo de otras facetas de la empresa y como parte de una estrategia comercial y de marketing.
"Hay que saber aprovechar el momento. Cuando salen este tipo de revivals, lo que se captura es el tema de conversación y el interés", agrega Balmaceda y asegura que la aparición de Fotolog recuerda las primeras conexiones a internet y los primeros atisbos de una red social de una generación completa de usuarios. "Acá compramos lo que pasó antes, donde todo parecía más sencillo y simple; es un acervo cultural que nos remite a esos tiempos, en los que nos sentimos más felices", concluye.
Birras y fichines
Que las cervecerías artesanales están de moda no es una novedad. Sin embargo, cada vez son más los bares que buscan conquistar a su público a través de la nostalgia. Por eso, además de ofrecer diversos tipos de cervezas y tragos, estos lugares atrapan a sus clientes a través de un toque retro.
Bares porteños como El Destello, Arcade Social Club o la mismísima cadena Patagonia incluyeron máquinas de Arcade en sus locales. En estos lugares, brillan el divertido y desafiante Wonder Boy –ícono de una época–, el Pac-Man, Mortal Kombat, entre muchos otros. ¿Será que todo tiempo pasado fue mejor?