"Trato de disfrutar y hacer al máximo lo que pueda de todo. Ni se me cruza no irme de viaje, yo no sé si el año que viene lo voy a poder hacer. Todo en la vida pasa por algo. Trato de llevarlo desde el lado positivo, del optimismo. Yo elegí empezar a vivir", afirma desde lo más profundo Fabiana Jafif, a quien la vitalidad le brota por el cuerpo y no para un minuto, la maternidad la atraviesa y ser mentora es su pasión en el día a día. Pero ¿cómo llegó hasta acá?
Fabiana Jafif, 32 años, está casada y tiene dos hijas. Se recibió de técnica en Relaciones Públicas y trabajó en el área digital desde los 18 años. Durante tres años trabajó para Google en el área de publicidades con diferentes clientes. En julio de 2014 nació su primera hija y Fabiana no veía la hora de volver a trabajar, sin embargo, la vuelta al trabajo no resultó como se la imaginaba: "yo capacitaba a la gente nueva y tenía un cargo que estaba bueno, cuando volví me cambiaron de posición y no me gustaba, además me sentía un poco como la embarazada que volvía. Por otro lado la logística con mi hija me costó muchísimo, con quién la dejo, quién la lleva, así que al mes dije basta, me costó mucho pero renuncié. Me costó porque yo venía haciendo carrera desde los 18 años, nunca me quedé quieta y siempre generé mis propios ingresos". Esta vez tampoco se iba a quedar de brazos cruzados, empezó a trabajar con clientes freelance en el área de marketing digital y decidió dar rienda suelta a su veta de escritora que tenía desde chica cuando vivía en Montevideo y se mandaba cartas con su abuela de Río de Janeiro. Creó entonces el blog De Madre a Madre sin saber que eso cambiaría su rumbo profesional.
De mamá bloguera a mentora
Fue uno de los primeros blogs de maternidad que hablaban de aquello que parecía un tabú, del torbellino que te genera ser mamá, "nunca lo pensé como un emprendimiento, para mí era un hobby, escribía para ver si podía ayudar a alguien con mi experiencia. Es como que tuve la valentía de hablar de lo que me costaba, por ejemplo la lactancia, algo que en ese momento no se hablaba y la gente se animó. Enseguida empezó a crecer y hoy en Google está posicionado como el mejor blog de maternidad de argentina y eso te habla de una linda receptividad de parte de las mamás", cuenta Fabiana que mira para atrás y no puede creer como la dimensión que tomó en tan poco tiempo como para convertirse en su emprendimiento. Hoy su blog tiene más de 20.000 seguidores y le genera dinero por medio de las notas pautadas y los canjes.
A los ocho meses organizó el primer encuentro de Mujer, madre y emprendedora, una capacitación para mamás emprendedoras: "puse plata de mi bolsillo, pagué una fotógrafa, conseguí un salón y armé el evento. Tenía ganas de traspasar la pantalla, creo mucho en el contacto cara a cara y en el networking, me parece fundamental para cualquier persona. El evento fue gratis y vinieron quince mamás, cada una trajo algo de su emprendimiento para sortear y se armó una linda charla" recuerda Fabiana de su primer evento que desde entonces se repite año a año con más de 100 asistentes, ahora es pago pero a precio accesible, tiene sponsors y varios profesionales que brindan diferentes tipos de charlas para las emprendedoras, también lo repitió en Rosario y próximamente en Tucumán.
Es que Fabiana le tiene mucho respeto al trabajo emprendedor, no solo porque ella sea una, sino que siempre le gustó ayudar y apoyar desde su lugar de bloguera. Por eso después decidió organizar los ciclos que son bimestrales, con grupos reducidos y a donde no asisten solo emprendedoras sino también mujeres que quieran escuchar una charla inspiracional de la mano de Jessica Lekerman y Beta Suárez entre otras.
Hace dos años y medio empezó a ser mentora cuando se encontraba con mamás que le pedían una mano en lo que es marketing digital en sus emprendimientos "y terminaban surgiendo cosas como que se querían ir de viaje y no sabían cómo hacer, o cómo planificar el día a día. Yo las entiendo porque si para cualquiera es difícil emprender, para una mamá es peor porque hay culpa, poca disponibilidad de tiempo, es muy difícil. Yo no soy ni psicóloga ni couch, guío desde mi experiencia, cosas que viví a nivel personal y desde mi profesión", explica Fabiana que agrega que los encuentros son de hora y media y ella pide un mínimo de tres encuentros para poder establecer un vínculo, aunque la mayoría asisten mucho más. Además de la charla les da tareas para que lleven a cabo de una semana a la otra y vayan viendo los resultados en temas tan simples como tener una hora fija para contestar los mails.
"Creo que la maternidad es una gran oportunidad para emprender, es un momento que te hace pensar, te cambia todo", afirma Fabiana que según una encuesta que ella misma realizó a 3000 mujeres, el 52% empezó a emprender luego de ser madres y el 19% ya lo era desde antes. A su agenda le suma también las charlas que da en diferentes espacios que la invitan, de a poco se va convirtiendo en un referente de mamás emprendedoras.
Diagnóstico: Esclerosis múltiple
Era el año 2015 y su hija tenía ocho meses, faltaban dos semanas para irse de viaje a Estados Unidos y luego volver a trabajar para Google. Pero una molestia en el ojo izquierdo le hizo pensar en una conjuntivitis y fue a la guardia oftalmológica para que le recetaran las gotas correspondientes. "Lo tuyo es lo más urgente del día, ándate ya a un neurólogo porque tenés una neuritis que es una inflamación en el nervio óptico", se acuerda Fabiana que le dijeron y ella no entendía nada. Estuvo en Fleni hasta las tres de la mañana haciéndose estudios. Recordó que hacía un tiempo había tenido un episodio en el que dejó de sentir los dos brazos, se puso a llorar pero el guardia de traumatología le dijo que era tendinitis, ella no se quedó conforme con la respuesta, pero al pasar los días la molestia se fue y no indagó más.
Pero aquella otra noche pasó de la idea de una conjuntivitis a enterarse que tenía Esclerosis múltiple, no se sabe la causa ni tampoco tiene cura: "yo no sé lo que me puede pasar mañana, me medico todos los días dos veces, es una enfermedad que en cada cuerpo es distinto, algunos no pueden caminar, otros no ven o no pueden ir al baño solos. Produce mucha fatiga y cansancio, si hablo mucho en una charla tengo que parar un poco", explica Fabiana.
Lloró mucho por varios días, pero decidió que su enfermedad no la iba a condicionar. Disfruta cada día al máximo, ama su trabajo y tuvo otra hija: "durante el embarazo estás protegida y no tomas la medicación, estuvo todo perfecto. Después me hice una resonancia y tenía diez lesiones que por suerte después bajaron a seis. Fue duro pero decidí no dar de mamar y enseguida retomar la medicación, prioricé dejar de ser esa madre que nutre para ser una madre presente. Prioricé estar bien yo", cuenta Fabiana, una mujer y mamá que disfruta la vida y es feliz ayudando a los demás.
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