Miel de ajo fermentado, el poderoso remedio casero que tiene múltiples beneficios para la salud: cómo prepararlo

Cuando pensás en el ajo, seguramente viene a tu mente su uso como ingrediente de platos salados, sin embargo, el ajo también puede usarse junto con sabores dulces como el de la miel.

Existe un fermento muy popular el cual consiste en combinar dientes de ajo con miel cruda, para después dejarlos fermentar naturalmente para extraer sus propiedades, además del sabor. La “miel de ajo” reúne las propiedades de dos ingredientes que podrían considerarse superalimentos gracias a la gran disponibilidad de nutrientes y beneficios.

Una mezcla de beneficios

En el caso de la miel cruda, es decir, aquella que no pasó por un proceso de calentamiento o que fue combinada con otros ingredientes, se encontraron propiedades antibacterianas, antivirales y antimicóticas. A nivel gástrico, la miel tiene la capacidad de mejorar padecimientos como el reflujo y las úlceras estomacales. Su aporte de calorías la hace un alimento energizante, así como antioxidante, debido a su contenido en ácidos fenólicos y enzimas que protegen a las células de los radicales libres.

Es rica en vitamina A, vitaminas del grupo B, vitamina C y minerales como el calcio, magnesio, potasio, hierro, cobre, yodo y zinc.

En un estudio publicado en el British Medical Journal, realizado por miembros de la Universidad de Oxford, se confirmó que la miel tiene mayor efectividad para el alivio sintomático en infecciones del tracto respiratorio superior, en comparación con antimicrobianos prescritos, puesto que este tipo de medicamentos generan resistencia en el organismo.

En el caso del ajo, es un ingrediente reconocido dentro de la medicina herbolaría desde la antigüedad. En la cabeza contiene alicina, sustancia empleada como antibiótico, antioxidante y eliminador de radicales libres, tal como lo indica el Instituto Español MEDAC.

Entre las propiedades benéficas del ajo destaca su uso para la prevención de infecciones respiratorias, fortalecimiento del sistema inmunológico, disminución del colesterol, control de la presión sanguínea, desintoxicación del cuerpo de metales pesados y regeneración de tejidos, conforme indica MEDAC.

Un estudio del National Center for Biotechnology menciona que consumir un diente de ajo diario ayuda a reducir las probabilidades de presentar resfriados en un 63%.

Dentro de la miel de ajo, se añade la presencia de probióticos debido a la fermentación, estos son organismos vivos que consumidos en cantidades suficientes tienen propiedades como mejorar el tránsito intestinal, fortalecer el sistema inmune, favorecer la pérdida de peso, permitir una mejor absorción de los nutrientes y reducir la inflamación, entre muchas otras.

Tanto la miel como los ajos de este fermento pueden usarse para el consumo diario. Lo recomendable es que no los sometas a cocción o temperaturas muy altas para que mantengan sus propiedades. La forma de comerlos va tan lejos como tu imaginación, ya sea que untes un ajo sobre pan, añadas una cucharada de la miel a una taza de té, acompañes quesos con esta mezcla o simplemente comas un diente de ajo por las mañanas, es suficiente para mejorar tu salud con este alimento fermentado y natural.

Ingredientes

• 2 cabezas de ajo, miel cruda c/n y 1 frasco de vidrio con tapa

Procedimiento

• Pelar los ajos y colocarlos dentro de un frasco limpio y seco. Verter la miel cruda hasta cubrir por completo los dientes de ajo.
• Remover y tapar el frasco, dejando un poco de espacio para que salgan los gases durante la fermentación.
• Dejar reposar durante al menos 4 días.

El ajo liberará agua y la miel se volverá más líquida, además se deben ver burbujas o espuma, lo que significa que está en fermentación. Utilizar al gusto y tapar. Se puede conservar hasta por un año.

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