Monos que comen ratas: el descubrimiento que sorprende a la ciencia
Malasia atraviesa un periodo forestal en el que se convierten los bosques tropicales en plantaciones de palma aceitera. Se trata de un tipo de aceite vegetal que proviene precisamente de la fruta de las palmeras oleaginosas. Como consecuencia, se reduce el hábitat de muchas especies y por eso estallaron los conflictos.
Una creencia generalizada consideraba que los macacos (un tipo de mono) abundaban en las plantaciones y afectaban a la producción por alimentarse únicamente de frutas y de la palmera.
Sin embargo, el último estudio publicado de Nature World Newsl sorprendió al revelar que el "impacto" de los animales en el rendimiento de la palma aceitera es menor.
Fue mientras realizaban el estudio y gracias a la mirada de la coautora, Nadine Ruppert, que descubrieron que los macacos se alimentaban de más carne que la que pensaban: comían ratas a diario.
El descubrimiento derivó a analizar el accionar de los monos y aseguraron que si se considera a los macacos se podría diseñar algún tipo de control biológico de plagas precisamente en la plantación.
En ese caso, si consideraran a los macacos como instrumento de control de roedores para reemplazar los venenos, representaría un avance ecológico y económico.