Obstáculos emocionales: ¿Por qué me trabo cuando quiero lograr algo?
Es muy recomendable practicar la introspección, pero es necesario evitar las trampas de la autoobservación
La introspección es uno de los signos de inteligencia emocional. Consiste en la capacidad de mirar hacia adentro para reflexionar sobre qué deseamos, cómo accionamos, por qué tenemos ciertas conductas, etc.
Es muy recomendable practicar la introspección, antes y después de una actividad o de una tarea. Durante la actividad propiamente dicha, lo ideal es dejarnos “fluir”.
Un deportista profesional entrena antes, disfruta durante el partido y, al concluir su actuación, revisa qué fue lo que hizo bien y qué hizo mal. Ahora bien, el hecho de autoobservarnos demasiado durante el proceso en que se realiza dicha tarea suele generar un estado de tensión y estrés que hace que, en lugar de exponer nuestro máximo potencial, este disminuya.
En ocasiones, nos preguntamos por qué, cuando queremos lograr algo, nos trabamos. La respuesta radica en el hecho de que toda persona posee un mecanismo interno que hace que uno se bloquee a sí mismo: es el de la autobservación. Me miro a mí mismo/misma, me estoy autoobservando. Aun cuando no sea consciente de ello. Y, como mencionamos, esta actitud siempre provoca ansiedad que, a su vez, nos conduce a la inhibición. Cuanto más me inhibo, más me autoobservo; y, cuanta más ansiedad siento, más inhibición experimentaré.
Lo mismo sucede, por ejemplo, cuando sufrimos de insomnio. No podemos dormir y repetimos: “Tengo que dormir, tengo que dormir, tengo que dormir… Me parece que ahora me está viniendo el sueño… Me parece que ahora no…”. Dicha actitud de autoobservación solo nos conduce a estar más ansiosos y nos mantiene despiertos.
Observemos el siguiente gráfico:
Cuenta una anécdota que le preguntaban muy seguido a un ciempiés cómo lograba caminar tan bien; hasta que el animal, orgulloso de su habilidad, comenzó a autoobservarse y, de repente, un día se vio a sí mismo cometiendo errores al caminar.
¿Cómo funciona la autobservación? Por ejemplo, me hace decir: “Tengo que dar una charla ante x cantidad de personas”, y me lleva a cuestionarme cómo me siento, cómo me estoy preparando, de qué voy a hablar, etc. Todo lo cual me genera ansiedad. Un deportista se preguntará: “¿Rendiré o no rendiré?”.
Hace años, cuando asistía a las clases de clarinete con un brillante profesor, durante mucho tiempo me hizo estudiar todas las escalas. Hasta que un buen día, una vez que las había aprendido bien, me dijo: “Ahora, olvidate de las escalas y divertite”.
Solo cuando uno deja de autoobservarse permanentemente y se enfoca en lo que pretende llevar a cabo y transmitir, puede comenzar a divertirse. Es que se produce un resultado casi milagroso: la ansiedad disminuye, la inhibición desaparece y las cosas nos salen un poco mejor.
Otras noticias de Emociones
Más leídas de Lifestyle
Test visual. Elegí uno de los seis mandalas y conocé cómo es tu estado emocional actual
"La gente enloqueció". Dejaron Argentina y abrieron en Barcelona una heladería con un sabor estrella que da que hablar
Fruta tropical. Así ayuda la chirimoya a combatir la retención de líquidos
Dinero y fortuna. El ritual de las 7 hierbas: un arte ancestral para atraer la prosperidad