Pilar Zeta, la argentina que sedujo a Coldplay

Aún recuerda a su madre leyéndole Amy, el niño de las estrellas, el clásico relato del chileno Enrique Barrios que junto con tantas otras historias definiría sus búsquedas interiores, su visión cosmológica, la misma que hoy aporta al diseño y con la que sedujo por completo a Coldplay. Es que Pilar Zeta, argentina, 29 años, no sólo diseñó la tapa del último trabajo de la banda liderada por Chris Martin, sino que se transformó en la directora de arte, el alma de A Head Full of Dreams, el séptimo álbum de estudio. "Trabajamos todas las ideas juntos –reconoce–. Teníamos tanto material que lo usamos para cada una de las etapas. Antes de que saliera el disco, animé unos videos con las pinturas que habían hechos los hijos de los integrantes de la banda con forma de caleidoscopio y las usaron como teaser."

Cada semana, la agencia Maavven, que representa a Pilar, entre algunos pocos artistas, enviaba un gif animado con diferentes trabajos. "Por casualidad, uno de esos e-mails llegó al correo de Phil Harvey, manager de Coldplay. Cuando entró en mi website, le pareció que mi obra era perfecta para la tapa del nuevo álbum –cuenta entusiasmada–. Se la mostró a Chris y le encantó. Al día siguiente nos encontramos a almorzar en Los Ángeles, donde vivo actualmente. A la semana siguiente nos reunimos en casa de Chris y las ideas comenzaron a fluir."

¿En el proceso y realización del diseño de A Head Full of Dreams participaron los músicos?

A comienzo de 2015, todos los integrantes de la banda viajaron a Los Ángeles para comenzar el proceso de grabación. En uno de los encuentros, hicimos una sesión de fotos con la intención de captarles el aura [foto que está incluida dentro del álbum]. A partir de ese encuentro, nació la idea de Chris de armar el estudio de arte en el mismo lugar donde ellos grababan. A la semana siguiente nos encontramos en Londres y comenzamos a trabajar. Nos instalamos en Air Studios. Originalmente ese lugar era una iglesia. Allí grabaron músicos como Paul McCartney, los Rolling Stones, Pink Floyd, The Police, Duran Duran, entre otros. En uno de los cuartos armamos el estudio de arte.

¿Cómo surgió la idea de armar un collage?

Nos encantó la idea de llenar un lienzo con piezas de arte e incorporar fotos de ellos cuando eran niños. Participaron activamente con sus ideas y dibujos. Un día trajeron a sus hijos a cantar y terminamos todos dibujando y pintando. Poder escuchar las canciones también fue muy inspirador. La actitud positiva y feliz de la banda me ayudó mucho a traducir su mensaje en el arte.

El resultado final es un collage devenido un caleidoscopio.

Cuando terminé la pieza grande insistieron en que la tapa estaba en algún lado del collage pero no sabíamos dónde. Luego de trabajar en Londres, Chris y yo nos encontramos en su casa de los Hamptons, en Nueva York. Llevé todo el material y empezamos a jugar. La geometría del collage era muy fuerte y colorida, la caleidoscopiamos e incluimos la flor.

¿Te referís a la Flor de la Vida? ¿Qué significado tiene y qué valor le dieron los integrantes de la banda?

Nos interesaba aportarle a la tapa geometría, mucho color, un toque artesanal y un vuelo un poco místico, como se ve reflejado en casi todo mi trabajo. Siempre usé mucha geometría sagrada y Chris al saberlo me contó que había visto un documental sobre la espiral Fibonacci. Sobre esa idea le mostré un par de propuestas entre las que se encontraba la Flor de la Vida [figura geométrica compuesta por 19 círculos completos del mismo diámetro y 36 arcos circulares que forman un conjunto de forma hexagonal, el cual se incluye a su vez en un círculo mayor. La flor aparece en las paredes del templo de Osiris en Egipto]. Cuando Chris la vio y estudió el significado místico y esotérico le pareció que era perfecta para el álbum.

Imagino que buena parte de tus influencias deben estar marcadas también por las tapas icónicas de los discos de Pink Floyd, Led Zeppelin, Alan Parsons Project, sobre todo cuando decís que estás al servicio de la geometría.

Me fascinaban las tapas de estos músicos. Mi hermano coleccionaba los álbumes y me la pasaba mirándolos y explorándolos. Ya de grande, me di cuenta de que la mayoría de estos trabajos fueron hechos por Storm Thorgerson [creador de la enigmática portada de Dark Side of the Moon, de Pink Floyd, fallecido en 2013] a quien en 2011 tuve el placer de conocer cuando hizo una exposición en Berlín.

Pilar está convencida, tal como dice en su sitio web, de que todas las personas estamos hechas de estrellas: "El 90 por ciento de nuestra masa corporal esta hecha, en teoría, de polvo de estrellas, porque todos los elementos de nuestro cuerpo, excepto el helio y el hidrógeno, son elementos que se crean en los astros". Desde muy chica comenzó un viaje de transformación en sí misma: a los 15 años, a través de la meditación, y a los 19, a través del arte. "Mi madre fue una gran fuente de inspiración, me hacía practicar meditaciones y visualizaciones después del colegio. A lo largo de su vida, fue una gran estudiosa de la metafísica y el mundo paranormal, lo que influyó mucho mi arte, al que también cruzo con la geometría, la psicodelia, la astronomía y la cultura egipcia. Ahora empecé a estudiar qi-gong, una técnica china de artes marciales y movimiento de energía, con Master Zhou Ting-Jue, un maestro chino de 80 años. El mismo que sanó al Dalai Lama con sus técnicas de movilización de energía."

A los 19 años dejaste la Argentina y te instalaste en Estados Unidos como estudiante de intercambio. ¿Qué recordás de aquellos años?

Crecí en el barrio de San Isidro, al cual extraño mucho. Recuerdo mi niñez con mucha alegría y nostalgia. Me dan muchas ganas de volver. Los pajaritos cantando, la heladería, la verdulera, son cosas que acá me hacen mucha falta. Cuando llegué a Estados Unidos hablaba poco inglés. Vine sin tarjetas de crédito, celular o computadora, y con muy poca plata. Viajé a a trabajar de intercambio en un hotel, pero no era lo que nos habían prometido, así que renuncié y me conseguí un trabajo de diseñadora, ya que tenía un poco de conocimiento en programas de diseño. Me quedé casi cuatro años y luego me fui a Europa. Esos cuatro años fueron bastante duros, no tuve la oportunidad de volver a la Argentina y tuve que aprender inglés y conocer gente. Lo único que me daba fuerzas era que tenía una buena oportunidad como diseñadora y quería enfocarme en eso. Mantuve una actitud bastante positiva.

Miami fue la primera ciudad que pisó tras haber dejado Buenos Aires. "Por cuestiones con la visa, me fui a Berlín por sugerencia de otros artistas que había conocido", explica.

¿En Berlín comenzaste a trabajar en el mercado de la música electrónica?

Berlín es la cuidad del tecno, y la mayoría de los artistas electrónicos viven ahí, así que cuando me establecí tuve muchísimo trabajo en ese ambiente.

En 2011, conoció al DJ y productor de música electrónica Jimmy Edgar, su actual pareja, con quien lanzó un año más tarde el sello Ultramajic. "Tenemos varios artistas dentro de nuestro sello. Aún no produzco mi propia música, pero me animo bastante con los mixes. Junto con Jimmy hacemos todas las tapas de los discos y tenemos varios proyectos de arte que lanzamos dentro de la misma plataforma." Sin sospecharlo, se convirtió en un referente del diseño de imagen dentro de la escena electrónica. Además de Ultramajic, las obras de Pilar formaron parte de los sellos Ministry of Sound, Visionquest, Crosstown Rebels y Mobilee; de los míticos clubes Berghain y Fuse, y fueron tapas de discos de artistas como Satoshi Tomiie, Everything but the Girl y Danny Daze.

Tuviste tu propia firma de ropa. ¿Cómo te fue con esa otra faceta?

Se llamaba Holographic Universe. La lancé en 2013, en Los Angeles. Expuse en el New York Fashion Week y en París. Era ropa para hombre y mujer inspirada en lo retrofuturístico. Luego de dos temporadas decidí que era más importante enfocarme en mi arte y cerré la compañía. Ahora tengo muchas ganas de lanzar una minicolección dentro de la plataforma de nuestro sello de música. Me divierte mucho el desafío.