Sobre un lote de 26m de frente y 30 de fondo en un barrio cerrado, se ocupó la totalidad del área construible con infinito cuidado de no caer en el temido “efecto bodoque”: uno de los volúmenes retrocede y deja lugar a un jardín semicubierto, trazado como un oasis.

“Parece que se hubiera partido el mato para poner la casa”, dice el arquitecto Andrés Fernández Abadie sobre esta casa que proyectó para una joven pareja uruguaya con cinco hijos. Un efecto logrado por el paisajismo de Martina Zavalía, que creó muchos sectores distintos en el jardín y usó las plantas para lograr un diseño informal, tupido con descansos de sombra en la galería.

"“Los aleros sobre las aberturas enriquecen la fachada y atenúan la entrada de luz, haciendo la transición más paulatina. En lugar de tener una luz pareja, se forman tonalidades y climas más interesantes”."
Arq. Andrés Fernández Abadie
Adentro y afuera en contacto permanente

El interiorismo, a cargo de Catalina Solari, de Mesopotamia BA, se ajustó al estilo priorizando el vínculo armonioso entre interior y exterior y respetando la elegante simpleza de la arquitectura.

Un ventanal de piso a techo recorre toda la fachada posterior, y un patio verde en el centro, que se disfruta en ambas plantas, articula los principales espacios, horizontal y verticalmente.
Galería tropical

"Busqué recrear la onda que se genera en Brasil desde un costado sensorial: la naturaleza, los aromas, la madera. El revoque texturado, por ejemplo, transmite densidad y, además, absorbe el ruido".

Los techos del living y la galería tienen la misma altura; sin rupturas, favorecen la sensación de amplitud.
Espacios para comer en el interior

Trabajamos mucho con los dueños para lograr una casa moderna y relajada. Lejos de la ‘caja blanca’, optamos por el trío hormigón, revoque y madera de incienso, que también aporta un aroma exquisito

En la cocina dominan los planos blancos. La pincelada original está en la alzada de acero inoxidable, que se extiende por debajo del ventanal corrido hasta toparse con la pared de corcho donde la familia despliega fotos, dibujos y recuerdos varios. En el comedor diario, mesa con tapa de madera rústica, bancos negros (Mesopotamia BA) y lámpara acampanada (Iluminación Agüero).
Sector privado en planta alta

Para el cuarto de los varones, una propuesta sencilla que incorpora un rincón de estudio con biblioteca de hierro y estantes de petiribí ‘Bengala’( Mesopotamia B A), escritorio ( Morph) que la dueña de casa ya tenía, silla vintage tapizada en cuero y alfombra a rayas ( Rugit).

El hall de distribución entre los cuartos de los chicos y los baños era el único lugar sin ventanas, por eso se sumaron dos grandes claraboyas que proyectan luz cenital. En el baño de las chicas, el módulo que contiene la bañadera se llevó hasta la pared para ofrecer más superficie de apoyo. Sobre él cruza la mesada de mármol con bachas incorporadas: un foco de interés.

"El interiorismo refleja el gusto de los dueños de casa, porque se hizo con muchos de sus muebles. Actualizamos algunos y sumamos nuestros modelos, siempre con tonos neutros y materiales nobles que acompañaran la arquitectura", explica Catalina Solari.

Acá la paisajista puso especies idénticas a las del jardín trasero, pero más chicas y en menor cantidad, para alegrar el muro sin opacar la construcción.