Desde muy joven trabajó en la creación de aplicaciones para smartphones. Luego, fundó la app de citas Bumble
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Con solo 31 años, Whitney Wolfe es la multimillonaria (no heredera) más joven del mundo con una fortuna de U$S1500 millones, según Forbes. El título lo consiguió en febrero cuando la cofundadora y directora ejecutiva de la aplicación de citas Bumble abrió su empresa a cotizar en bolsa.
En ese momento se convirtió además en la mujer más joven de EE.UU. en llevar su compañía al mercado bursátil. Y lo hizo con su hijo en brazos. Wolfe, nacida en Salt Lake City, Estados Unidos, conocía muy bien el negocio de las citas online desde hace años: fue cofundadora y vicepresidenta de marketing de Tinder, una de las aplicaciones más populares del mundo en el área de las citas por internet.
Sin embargo, su experiencia en esa firma no tuvo un buen final. En 2014 demandó a Tinder por acoso sexual y denunció que su exjefe y expareja, Justin Mateen, la insultó y la bombardeó con mensajes de texto amenazantes.
Aunque la empresa negó tener responsabilidad en el asunto, Mateen fue suspendido y luego renunció a su cargo. La disputa llegó a su fin con un acuerdo extrajudicial, pero Wolfe declaró unos años más tarde en el periódico The Times que la situación fue muy dura.
“Me inundaron de odio online, muchas agresiones, la gente me insultaba, cosas realmente dolorosas que nunca había experimentado”. Llegó a creer, dijo en la entrevista, que a los 24 años su carrera profesional se había terminado. “Entonces me desperté una mañana y pensé: ‘voy a reconstruirme’“.
Parece que esa “reconstrucción” fue bastante rápida. El mismo año que terminó su relación con Tinder fundó Bumble junto al multimillonario ruso Andrey Andreev. Aunque también se trataba de una aplicación de citas, tenía una característica distinta a las demás: solo las mujeres podían iniciar una conversación.
Según Wolfe, la idea era darles un mayor poder de decisión a las mujeres, una fórmula que demostró ser efectiva con el éxito que logró la empresa. En noviembre de 2019 Andreev se fue de la empresa y un año más tarde la firma Blackstone compró la participación del empresario ruso.
Una carrera relámpago
Cuando tenía 11 años, Wolfe se fue a vivir junto a su familia a Francia. Unos años más tarde regresó a Estados Unidos para terminar la escuela secundaria y asistir a la universidad, según el periódico The Washington Post.
Mientras estudiaba Relaciones Internacionales en la Universidad Metodista del Sur, Texas, impulsó algunos pequeños emprendimientos y fundó una organización sin fines de lucro para apoyar causas medioambientales.
A los 22 años se unió a la empresa Hatch Labs en Los Ángeles y mientras trabajaba ahí, entró en contacto con una startup llamada Cardify, dirigida por Sean Rad. Fue entonces cuando Wolfe, Rad y otras personas trabajaron para crear la aplicación de citas Tinder, según Money Inc.
El perfil feminista de la empresaria
Bumble fue creada como una aplicación de citas pero con el paso del tiempo la empresa amplió su negocio.
Además de contactar a potenciales parejas o amantes ocasionales, la aplicación también tiene un espacio para encontrar nuevos amigos, y otro para generar contactos profesionales. Como parte de la expansión del negocio, Wolfe levantó un perfil en los medios de comunicación con un discurso feminista y un perfil como defensora de los derechos humanos, que le ha permitido posicionar su marca como una firma que favorece a las mujeres.
“Estoy más dedicada que nunca a ayudar a promover la igualdad de género y a poner fin a la misoginia que todavía afecta a la sociedad”, escribió en una carta publicada en el sitio web de su empresa, en la que además expresó su apoyo al movimiento Black Lives Matter.
“Vamos a hacer que las fotos de penes sean ilegales”
También promovió la aprobación de una ley en Texas que castiga el envío de fotos que muestran “partes íntimas” con una multa de US$500. En una entrevista con Bloomberg, publicada en enero de 2020, Wolfe recordó el día en que decidió iniciar una campaña contra las fotos de penes.
“Comenzó cuando irrumpí en una reunión y dije ‘¡Chicos, vamos a hacer una ley y vamos a hacer que las fotos de penes sean ilegales!’“.
Obviamente en Bumble no se pueden mandar fotos de penes. Actualmente la empresa asegura tener 81 millones de usuarios en 150 países y es la segunda aplicación de citas más popular en EE.UU. después de Tinder.
Aunque algunos expertos criticaron a la empresa por enfocar su estrategia de marketing hacia las mujeres, reduciendo sus posibilidades de crecimiento entre los varones, la firma tuvo buenos resultados.
En medio de la pandemia de covid-19, Bumble reportó ingresos por US$417 millones en los primeros nueve meses de 2020, un significativo aumento en relación a los US$363 millones que consiguió en el mismo período del año anterior.
¿Qué hará Wolfe ahora que la firma se transa en el mercado bursátil? Sus planes son un misterio. Lo que sí ha dicho públicamente, en una entrevista con CNBC el mismo día de la salida a bolsa, es que seguirá trabajando por el éxito de la firma.
“Todos los días nos levantamos por la mañana y nos enfocamos en construir una experiencia en torno a las mujeres, para las mujeres”.
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