Solados: qué tenés que saber si vas a hacer senderos en el jardín

Si estás pensando en un diseño o en una renovación del jardín, terraza, patio o balcón, no pierdas de vista que existen una serie de materiales extravegetales que estructuran y conforman las áreas secas. Se relacionan tanto con la arquitectura como con el diseño interior de la casa, y otorgan identidad y funcionalidad al conjunto. Los solados son uno de esos elementos, ya que acompañan la casa, conectan con los diferentes sectores del jardín y deben ser apropiados para cada uso.

En jardines grandes, se aconseja que no se transforme en un elemento dominante. En jardines chicos, que no se vuelva una mezcla indiscriminada de materiales que produzca caos visual. En los patios urbanos, un solado con dibujos o de colores, por ejemplo, puede reforzar el estilo con el que se trabajó en el interior y así relacionar ambos espacios.

Hay diferentes materiales disponibles: piedras naturales, cerámicos, calcáreos, baldosas cementicias, cemento alisado, durmientes, decks de maderas naturales o sintéticos, bloques de hormigón perforados, piedras sueltas (como granza, binder, canto rodado), entre otros. El tipo de solado cambia según cada situación, de acuerdo con la función que cumpla y con su ubicación en el jardín.

Algunos ejemplos:

• Para el acceso peatonal generalmente se recomiendan superficies continuas del mismo material, al igual que para el acceso vehicular. Para este último caso, deben ser lo suficientemente sólidas como para resistir el peso de los autos. Los bloques de hormigón perforados (garden block) y las placas de plástico con aberturas tipo celdas encastrables (garden deck) son resistentes para estacionamientos o acceso de vehículos. Es una alternativa cuando se busca "alivianar" la superficie con verde. Para colocar ambas opciones es necesario que la tierra esté bien nivelada y apisonada.
• Para expansiones de la casa (galería opérgolas), conviene utilizar el mismo material o el mismo tono que en los espacios interiores, para lograr una sensación de mayor amplitud mediante la conexión adentro-afuera.

• Para caminos o senderos que conectan distintos sectores del jardín, suelen usarse durmientes de madera o losetas premoldeadas de cemento –espaciadas (pasos perdidos) o contiguas– o piedritas sueltas contenidas. Los materiales más chicos (como ladrillos o baldosas de 20 x 20 cm) son ideales para dibujar curvas.

• Para lugares de estar dentro del jardín, según el estilo, las opciones van desde las piedritas sueltas de distintas granulometrías, durmientes de madera y decks, hasta baldosas con texturas o calcáreos, que se comercializan en distintos tonos. Las piedras sueltas requieren contención de madera, ladrillos o perfiles de metal. Las más cómodas para caminar descalzos son las de grano más pequeño (binder), aunque tienen la desventaja de adherirse a ciertos tipos de suelas.

• Para terrazas con varios niveles o sobre contrapisos con gran inclinación, los decks de madera son una buena solución. Se colocan sobre una estructura nivelada. Las tablas deberán ser de madera dura, con tratamiento para exteriores para mayor durabilidad, aunque cuando se mojan resbalan y se calientan con el sol. También resultan apropiados los decks sintéticos, fabricados de un material compuesto (WPC), plástico reciclado, restos de madera ligados. Hay varios colores disponibles.

Pisos drenantes

Existe en el mercado un revestimiento decorativo continuo para suelos, hecho con piedras aglomeradas con resinas. Mide entre 8 y 15 mm de espesor, es drenante y con alta resistencia al tránsito y al desgaste. Se coloca directamente sobre la tierra e incluso puede usarse en terrazas.

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