Más allá de la bronca y el dolor, Elvira nunca perdió la fe de que se podía curar.

Un dolor fuerte detrás del oído. Con 29 años y dos hijos chicos tuvo cáncer y luego una recaída: “Odié a mí médico, a mí, a todo el mundo”

Más allá de la bronca y el dolor, Elvira nunca perdió la fe de que se podía curar.
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