Entre Puerto Madryn y Península Valdés se puede dar uno una panzada de fauna. Todo está ahí prácticamente servido en bandeja. Ballenas, lobos y elefantes marinos, pingüinos de Magallanes, orcas y delfines, sin contar cientos de aves, se encuentran cada año en la costa noroeste de Chubut con una puntualidad intachable a partir de junio y con fines específicos (algunos para aparearse, otros para amamantar a sus crías o para alimentarse).
Madryn es a la vez capital del buceo y puerta de entrada principal a la península, área natural protegida y declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por Unesco en 1999. En Valdés, Puerto Pirámides es la base de operaciones por su oferta de servicios y el único puerto desde donde es posible zarpar para hacer avistajes embarcados. Acá, algunas ideas para la temporada invernal que recién arranca.
1) Encuentro con las ballenas
Entre junio y diciembre hacen su aparición magistral. El Doradillo, a 11 km de Puerto Madryn, es casi para el empacho. Ya no es secreto que desde sus playas se puede avistar, sin embarcar y bien de cerca, las ballenas francas australes. En la playa Las Canteras las madres y crías llegan a 15 metros de la arena con marea alta pues la costa en forma de panza y la pendiente abrupta permiten ese acercamiento. En esta bahía protegida las ballenas enseñan a sus ballenatos a nadar y les dan de mamar.
Para quienes quieran verlas aún más cerca, existen los avistajes embarcados, que zarpan desde Puerto Pirámides, a 100 km de Madryn por ruta de asfalto. En Pirámides conviven seis empresas que proponen un encuentro íntimo con los gigantes del mar. Hay embarcaciones para todos los gustos: desde semirrígidos hasta catamaranes y un semisumergible bautizado Yellow Submarine.
2) Snorkel con lobos marinos
Una de las reglas básicas del snorkeling con lobos marinos es no gritar en el encuentro. Los lobos son inofensivos en el agua, así que no hay que asustarse para no afectar su comportamiento. Eso dice Lucio Echeverría, de la empresa familiar Madryn Buceo que fundó su padre Marcelo y opera en la reserva natural de lobos marinos que hay frente a Punta Loma.
No es habitual meterse al agua pegado a una lobería en plena costa patagónica y esperar a que, tras unos breves chapoteos, un grupete de curiosos lobos de un pelo se acerque. El único requisito es tener el coraje de sumergirse en estas aguas (con traje de neoprene) para vivir una aventura marina inolvidable.
Si no, es posible avistarlos en tierra en el Área Natural Protegida Punta Loma, primera reserva de Chubut creada en 1967. Ubicada en una zona de acantilados accesible, es el único apostadero permanente de lobos marinos de un pelo (Otaria flavescens). Además, allí hay colonias de cormoranes de cuello negro o roqueros, gaviotas cocineras, y gaviotines sudamericanos, de pico amarillo y reales.
3) Ecocentro
¿Cuánto viven las ballenas? ¿Cómo se comunican? El Ecocentro tiene las respuestas. Se trata de un espacio cultural de encuentro y reflexión cuyo objetivo es promover una actitud más armónica con el océano a través de la ciencia, la educación y el arte. Por la temática y la manera de abordarla, la cita es impostergable. El arte, la tecnología, los sonidos y la fotografía son los grandes narradores de este viaje hacia el fondo del mar, que invita a caminar junto a un esqueleto completo de Eubalaena Australis (ballena franca austral) e incluso a hundir las manos en una pileta habitada por invertebrados.
Construido a orillas del golfo Nuevo, los inmensos ventanales hacen presente el mar en cada rincón. El enorme edificio ubicado sobre un acantilado al mar sigue la línea constructiva típicamente galesa y tiene una torre que funciona de mirador: un pequeño living y biblioteca brinda vistas panorámicas de la costa patagónica. Abre todo el año de miércoles a lunes, de 15 a 19
4) El Pedral
No queda en Valdés, sino en Punta Ninfas, a 70 km de Puerto Madryn. Construida en 1923, esta estancia histórica de ocho habitaciones, con mirador y techo de chapa acanalada pintada en rojo, se levanta a orillas de una inmensa playa de canto rodado flanqueada por acantilados. La costa es el palco perfecto para avistar las ballenas.
También tienen programas para los turistas de día, que combinan avistaje de fauna con paseos por la estepa y las costas de acantilado de 60 metros de altura sobre el océano, visita al faro de Punta Ninfas (a 15 km del casco de la estancia), almuerzos con empanadas, chorizo, ensaladas, cordero y vino, difíciles de olvidar.
5) Kayak y paseos en catamarán
También en invierno, en los balnearios de Puerto Madryn se coordinan travesías en kayak por el Golfo Nuevo, clases de windsurf, stand up paddle y hasta stand up yoga, siempre que las condiciones del mar lo permitan.
Otra opción para recorrer el golfo es tomar el paseo en el catamarán Regina Australe, con restaurante a bordo y un deck que se disfruta muchísimo bajo el sol tibio.
Para los amantes del campo traviesa, también se alquilan bicicletas de montaña y se ofrecen excursiones en 4x4 hasta Cerro Avanzado.
6) Madryn al plato
La cocina patagónica se dará cita el 2, 3 y 4 de agosto en Puerto Madryn durante la 12° edición del festival gastronómico Madryn al Plato en el en el Club Náutico Atlántico Sud. Instalado en el calendario nacional de eventos y declarado de Interés Turístico por Nación, incluirá clases de cocina de chef invitados y locales, degustaciones y feria de productores locales, un circuito gastronómico por más de 30 restaurantes de la ciudad –del 1 al 31 de agosto - y un almuerzo solidario con el fin de recaudar fondos para el hospital de la ciudad.
Este año se sumará un patio gastronómico donde se podrá disfrutar de distintos platos, que se propondrán a través de espacios específicos de "fuego" y foodtrucks, además de cerveza artesanal.