Su agenda es apretada. Además de protagonizar Argentina, tierra de amor y venganza, la ficción de El Trece, cada viernes, sábado y domingo, Benjamín Vicuña (40) se sube al escenario del Picadero para hacer Terapia amorosa. Como si fuera poco, cuando llega a su casa –en el barrio San Jorge–, el ritmo no disminuye. Junto a Eugenia "China" Suárez (27), formaron una familia de "tuyos, míos y nuestros" y desde principios de año, sumaron a su jauría tres perros a los dos que ya había. Aunque pareciera que en su vida no hay tiempo para el relax, el actor chileno aprovechó la inauguración del nuevo pop up store de Johnnie Walker para conversar con ¡Hola! Allí reveló cómo, entre tanto, aprendió a encontrar esos momentos: "Después de una función de teatro, cuando los niños están durmiendo, cuando puedo conversar con un amigo o elaborar un proyecto… Esos son momentos de inspiración y relajo. Estoy trabajando mucho, pero hay dos cosas que son prioridad acá en Argentina: estar cerca de mis hijos y laburar, que lo hago igual que todo el mundo. Pero me gusta estar en mi casa, con mis perros, en familia o con amigos".
–Tenés cinco perros: Apolo, el bull dog francés histórico de tu mujer, Rosa, un staffy que le regalaste a la China y, tras la muerte de Bandida [un bulldog inglés que sufrió un accidente en enero], adoptaron tres más, Kate y Moss, que son callejeras, y Antígona, una pug. ¿Siempre te gustaron los perros o es algo que te contagió Eugenia?
–La China ama los perros… Yo, en el campo, también tenía, pero estos perritos VIP son otra cosa. Están adentro de la casa y estoy aprendiendo a cuidarlos. Mis hijos también, y me encanta que les hayan perdido el miedo a los perros y puedan jugar con ellos. Es maravilloso el contacto con los animales, neutralizan los hogares, le dan una energía especial. Estoy feliz de tener tantos en casa.
–Tenés una herida en tu pómulo izquierdo, ¿qué pasó?
–Sufrí un accidente doméstico y después de que se empezó a especular con que me había pasado algo de gravedad, publiqué una foto en Instagram para calmar los ánimos. La verdad es que fue una tontera, una pena, pero ya está. Lo importante es que no comprometió el ojo ni nada, ya me estoy curando. Pol-ka me está bancando muy bien y Torcuato [su personaje en la ficción] tendrá algo de Scarface. [Risas].
–Desde fines de 2017 se habla de tu boda con Eugenia, ¿tienen fecha?
–Estamos con mucho trabajo, con la ficción, con el teatro y no nos corre nadie, no hay apuro… Excepto las preguntas de la prensa. La idea es que sea sagrado, bonito y hacerlo bien. Así que no hay ningún apuro.
–Tu mujer contó que firmarán un contrato prenupcial, pero vos jamás hiciste mención al respecto. ¿Por qué?
–No me gusta hablar de eso. Y menos de plata ni contratos, así me lo enseñaron. No es que sienta que no es lo correcto, son opciones personales.
–Hace unos días un familiar tuyo estuvo detrás de cámara en el programa de Pampita, la madre de tus hijos mayores. ¿Se mantienen esos vínculos a pesar de la separación?
–[Piensa]. No era mi hermana, como se dijo, habrá ido mi sobrina con su mamá. No importa, es una larga historia… [se trataba de Adriana Moraga, ex mujer de Juan Pablo Vicuña, hermano de Benjamín, quien viajó con una de sus dos hijas a Buenos Aires y visitó a Pampita en Estudio Mayor].
La China ama los perros… Yo, en el campo, también tenía, pero estos perritos VIP son otra cosa y estoy aprendiendo a cuidarlos