Cuatro creadoras nucleadas por la textura
Prendas funcionales con distintos usos, el umbral con que juegan un grupo de cuatro diseñadoras que se potencian en favor del diseño atemporal
Flavia Zea, Vanesa Lara, Victoria Reynoso y Yamila Cabrera crearon un lenguaje propio de texturas y tipologías que define a su marca Umbral. Una propuesta que encuentra su significado desafiando límites, hurgando en lo indefinido y redefiniendo la moda. Este cuarteto de diseñadoras se unió para realizar su tesis para la carrera de Diseño de Indumentaria en la UBA de la que surgió Estratos, su primera colección, que presentaron el año último cuando quedaron seleccionadas para participar de Pasarela BA. La descripción de la naturaleza desde el punto de vista geológico, les gusta e inspira; un aspecto poco común que llama la atención y que lograron traducir en indumentaria. Sugieren una silueta relajada, amplia, que tiene como protagonistas a prendas que unen texturas; el fieltro es su agente de cambio, el paso por el que saltan del denim al paño o de un buzo a un vestido. También, el año último, participaron en la BienalSur, como parte del desfile de liderado por Ronaldo Fraga en el Museo de los Inmigrantes, e intervinieron una prenda de este diseñador brasileño con la tela conglomerado –su fetiche– y crearon un mapa, una deconstrucción del paisaje de la Argentina en el ruedo de un vestido, como siempre apelando a un uso creativo de distintas materialidades.
–¿Las texturas siguen siendo protagonistas?
Victoria Reynoso: –Son parte de nuestro ADN, es una herencia de la facultad mezclar materialidades, trabajamos con lana, paño, fieltro, cuero ecológico, tul, usamos muchos bordados y mezclamos todo, apostamos a la experimentación, a lo artesanal. Para nosotras, la idea de lo hecho a mano es que ninguna prenda sea igual a la otra. Y este paso constante de una textura a la otra, por ejemplo denim a un tejido de punto, lo amalgamamos con bordado en fieltro.
–El fieltro es un nexo.
V. R.: –Exacto, lo usamos como un pasaje para atenuar la zona de encuentro entre una tela y otra; el fieltro lo hacemos con vellón de lana y otras lo compramos; a la vez nos sirve para dar esa imagen de estratos de la tierra, que es el concepto de la colección.
–¿Y esa idea continúa?
Vanesa Lara: –Sí, queremos darle continuidad. Cuando hicimos la tesis pensamos en abordar el patrimonio argentino, pero no queríamos caer en lo típico, en la guarda gauchesca para referirnos a lo nacional. Entonces pensamos en un paisaje de nuestro país que nos atrapara, y coincidimos en la Patagonia, pero en su evolución geológica y las formas y colores que generó. Investigando vimos unas cuevas cerca del lago Buenos Aires, en las que se notaba mucho esa evolución geológica, se ve una serie de estratos que marcan principio y fin de una etapa.
V. R.: –Ese corte entre etapas que marca un estrato y otro está en sintonía con el concepto de umbral que nos mueve; nos gusta jugar con los límites entre una cosa y otra, entre prendas, telas y tipologías. Eso se refleja en nuestras ropa con un mix interesante.
–¿Cómo?
V. R.: –Por ejemplo, hay prendas que no se pueden definir si son de denim o de punto, están en el límite. Estamos en el umbral, entre ser una cosa o ser otra, eso es lo que nos define.
Yamila Cabrera: –También hay piezas que son dos cosas a la vez, un vestido-buzo arriba, un vestido-remera, nos gusta experimentar.
¿En qué trabajan ahora?
V. R.: –Queremos reconectar con la colección original que surgió de nuestra tesis, y correspondía a invierno.
Flavia Zea: –Para subirlo a pasarela, en su momento tuvimos que adaptar nuestro proyecto no solo a una versión más comercial sino también a la temporada de verano. Usamos telas más pesadas, como paños y lanas, y pasamos a usar el fieltro como ornamentación, incorporamos tul que aparece en forma de recorte para darles aire a las prendas. Fue una adaptación rápida que nos puso a prueba pero que estuvo buena y de la que aprendimos.
–¿Lograron una propuesta más comercial?
V. R.: –Estamos buscando un equilibrio; por un lado, queremos hacer cosas distintas, pero la bajada a lo comercial te lleva a un status quo, a que cierren los números, pero apuntamos a lo creativo; la realidad es que nos encontramos con muchos obstáculos. Nuestra intención es sortearlos para mantener la identidad.
V. L.: –Hacemos pocas prendas, con mucho detalle, pero estamos viendo de encontrar un equilibrio entre lo que nos gusta hacer, que es muy artesanal, lleva mucho tiempo y resulta caro, y un producto más vendible.
–¿Y cómo es el invierno de Umbral?
F. Z.: –Seguimos con la línea de estratos, pero incluimos más remería, estampados, y prendas como joggings, calzas, buzos, vestidos línea A y pantalones tipo paper bag.
Y. C.: –También cambió la paleta, pasamos de los crudos, del azul del mar y el petróleo a tonos más terrosos más opacos, ocre y negros.
–Siempre en una silueta relajada.
Y. C.: –La idea es darle más organicidad a la silueta, simplicidad, confort.
F. Z.: –Apuntamos al bienestar, a que la mujer se sienta cómoda, relajada al usar las prendas, por eso no hay nada demasiado ajustado. Sin dejar de lado la sensualidad femenina que la abordamos desde lo etéreo, con transparencias o con el fieltro puesto en ciertas zonas que cubren, y usamos varias capas de tul que insinúan y no muestran.
–No hay muchas marcas de diseño que sean cuarteto, ¿cómo lo llevan?
V. R.: –Aprendemos paso a paso, nos llevamos bien, conciliamos ideas y logramos concretarlas. Nos conocíamos desde que empezamos la facu, todas cosemos, todas podemos hacer moldería, por lo que todas podemos hacer de todo. En general, bocetamos todas, y después nos dividimos por líneas: sastrería, denim y deportiva. Hacemos una puesta en común y analizamos el trabajo, de esto en conjunto surgen ideas.
–¿Cuáles?
F. Z.: –Todavía no pudimos meternos de lleno en sastrería, nos gustaría.
V. R.: –Requiere de cierta excelencia y es hacia donde apuntamos.
V. L.: –Tenemos un showroom en Almagro y vendemos online (https:/www.coleccionzero.com) que reúne a diseñadores independientes. Estamos por lanzar una tienda nube y nos gustaría tener local, pero hoy es difícil. Internet es un gran aliado, por eso también apuntamos a una prenda más universal, no determinada por los talles.
–¿De qué manera se vinculan con lo sustentable?
V. L.: –Hicimos prendas con materiales reciclados, pero queremos comprometernos aún más con lo sustentable.
V. R.: –Trabajamos a partir de recortes, entonces el reutilizar, reciclar va a tono con lo nuestro.
–Umbral sigue la filosofía slow fashion.
Queremos hacer ropa distinta, con detalles, atemporal, sin cambiar de verano a invierno, con propuestas que se continúen
V. L.: –Sí, por la valorización de lo artesanal, del esfuerzo, la calidad, la idea de comprar pocas prendas, pero que duren. Mucha gente paga por eso y ese es nuestro nicho, no apuntamos a algo masivo. Queremos hacer algo distinto, con detalle, sin seguir las temporadas, no tanto verano o invierno, sino algo que se vaya continuando sin cambiar todo el tiempo.
F. Z.: –Estamos en el momento justo para definir nuestro camino, este es un año para reafirmarnos.