Estilos. Los looks en la asunción presidencial
Un gobierno se va y otro llega. Gente sale y gente entra. Caras conocidas y algunas nuevas. En la asunción presidencial de hoy predominaron los colores, desde los pasteles de la corbata celeste de Alberto Fernández y el rosa pálido del vestido de Fabiola Yáñez, pasando por el blanco de Cristina Kirchner hasta el arcoíris de la bandera gay del pañuelo de Estanislao Fernández, el hijo del Presidente. Las mujeres dieron la nota en un acto en el que se afianza la imagen de la Primera Dama. Una postal que marca un nuevo rumbo. Lo que vistieron dice más que mil palabras.
Alberto Fernández estaba engamado. El traje azul oscuro, la camisa blanca y la corbata celeste hacían juego con la banda presidencial. Quizás no es una casualidad, pero sí un detalle a tener en cuenta, sobre todo porque el 10 de diciembre de hace cuatro años Macri también vistió corbata celeste parecidísima a esta. ¿Será parte del protocolo del look?
Lo que sí fue casualidad es que estaba vestido a tono con la vicepresidenta saliente Gabriela Michetti, con una blusa celeste y pantalones anchos blancos. Dos banderas. O dos escarapelas. La foto de Fernández guiando la silla de ruedas de Michetti en los salones del Congreso Nacional potenciaron la imagen cromática. Un prolijo Mauricio Macri, con traje azul noche y corbata de seda azul marino con rayas al bies, estuvo a la altura. Eso sí, llevaba escarapela, lo que marca un detalle para el recuerdo del presidente saliente.
¿Vuelven los trajes?
Si bien se trata de un acto presidencial cuyo protocolo requiere el uso de traje, saco y corbata, conviene recordar que el gobierno de Mauricio Macri hizo del look relajado un estilo político lleno de camisas celestes y nada de corbatas. Hoy llega un gobierno popular que pasa al frente con otra mirada y otra idiosincrasia. Y una manera distinta de mostrarse.
Si bien todos los ministros vistieron corbata, recordemos que cuando Alberto Fernández presentó en sociedad a su gabinete, en el podio, todos también estaban trajeados.
Las primeras damas
Quien dejó la vara bien alta fue Juliana Awada. Las comparaciones son odiosas, pero bien encaradas pueden ser significativas. Hoy Fabiola Yáñez apareció con un vestido en crepe de seda natural doble por debajo de las rodillas rosa pastel con escote bote, recorte que forma godet en el ruedo y cinturón con moño. Un diseño de Evangelina Bomparola -aunque no es de los más característicos de ella- que combinó con los stilettos Sylvie Geronimi que ya se le habían visto durante la jornada electoral. La sobriedad al poder.
La nueva Primera Dama estaba en los corrillos de los comentarios los días previos a la asunción. El vestido blanco de broderie que usó para ir a votar fue un primer atisbo acerca su estilo. Hoy Yáñez se ubica en el lugar que dejó Awada. Cambiemos instaló la imagen de una Primera Dama que irrumpió con un vestir chic y sin esfuerzo. Hoy Fabiola toma esa posta.
Por su parte, Cristina Kirchner, angelada, de encaje blanco y su clásico reloj de oro y brillantes. El equipo se compuso por una túnica translúcida de estilo poncho y palazzo de seda, diseño de Susana Ortiz, quien la vistió habitualmente durante su presidencia.
Claudia Ledesma, la presidenta provisional del Senado, quien también compartió la escena protagónica, llevó un vestido calado con top al cuerpo y falda plato.
La nota multicolor
Estanislao Fernández, el hijo del Presidente, dio la nota. Un atuendo que probablemente es poco habitual en él -tradicional traje azul oscuro, la camisa blanca y la corbata floja con el cuello sin abotonar- atrajo las miradas de todos quienes lo recuerdan por también transformarse en drag queen.
Pero hoy fueron apenas el lienzo para destacar el pañuelo con los colores de la bandera gay que simbolizan la diversidad de la comunidad LGBTIQ. Estamos frente a una nueva figura dentro del ámbito de la política cuya imagen representa a una parte importante de la población. Su presencia marca un antes y un después en la historia de la política argentina.