JUSTINA BUSTOS: “Me gusta la postura del ballet”
Después del éxito televisivo, la actriz bailó en un fashion film de Nous Etudions y ahora será imagen exclusiva de la campaña de invierno 2016 de Garza Lobos
Las marcas de moda ya se la disputan. O no tardarán en hacerlo. La actriz cordobesa Justina Bustos (26), que ganó popularidad con el rol de Mónica –la novia de Alejandro Puccio, interpretado por el Chino Darín en la serie Historia de un Clan–, tiene todo para conquistar a los diseñadores. Es lindísima, tiene un cuerpo atlético, entrenado; baila (podés verla en el nuevo fashion film de Nous Etudions) y ya demostró grandes dotes actorales. Apenas terminó de grabar la tira de Luis Ortega fue parte de dos películas. Migas de pan, que se rodó entre Montevideo y España, en la que tuvo que cortarse el pelo y compartir el mismo rol que Cecilia Roth, a los 20 años. En la que tampoco se puso en la piel de chica sexy, sino en un personaje dramático, una joven que lucha contra el gobierno militar. Fue Roth, compañera de elenco en Historia de un Clan, quien la sugirió. Y en octubre filmó la segunda, Una noche de amor, que protagonizan Carla Peterson y Sebastián Wainraich, que se estrenará el 25 de febrero.
–Te esperan muchas alfombras rojas y estrenos. ¿Tenés amistades y vínculos con la moda?
–Tuve la experiencia de los premios Tato, con Historia de un Clan, en los que ganamos varios. Estoy muy contenta. Vínculos tengo. Para vestirme en los Tato elegí a Juan Hernández Daels, superpreparado. Me gusta mucho lo que hace. Ahora voy a protagonizar la campaña de Garza Lobos para el invierno 2016. Con ellos empezó una relación a mediados de 2015 y me estuvieron vistiendo más que nadie. Me diseñaron vestidos exclusivos, para distintas ocasiones. Y seguramente serán los que me vistan para la entrega de los Martín Fierro. También me gustan otras marcas, como Tramando y Nous Etudions. Pero ahora empiezo una relación exclusiva con Garza Lobos.
–¿Te convocan o los elegís?
–Garza Lobos me llamó. Tuvimos una reunión y me dijeron que les gustaba mi perfil y que querían vestirme, más o menos ¡para siempre! También expresaron que querían empezar una relación larga, probar ahora con esta temporada y vestirme para cualquier festival. La campaña la hago en febrero, con unos fotógrafos buenísimos, los Val Musso.
–Hace poco protagonizaste un video de Nous Etudions. ¿Cómo fue trabajar con Romina Cardillo?
–Recibí un mensaje de WhatsApp para una reunión con Romina. No la conocía. Me encantó porque tiene una energía..., yo le digo que es una topadora. No para. Me encanta ver eso. La verdad es que aprendí mucho al lado de ella. Todo lo que quiere lo consigue. No hay límites para ella. Se queda trabajando, es madre y dedica mucho tiempo a su trabajo, que está buenísimo. A los dos minutos de conocerla ya nos veíamos creando el video. Salí de esa reunión con algo más o menos hecho, y no pensé que iba a ser tan rápido.
–¿Quién dirigió el video y en qué se basó?
–Lo hizo Pablo Burset. Me pidieron que contara algo sobre una relación que tuviera siempre presente. Y lo que está siempre presente es mi carrera, mi vocación. Volví a casa, escribí, busqué imágenes, referencias y la idea de bailar me encantaba, que es algo que aprendí de chica.
–¿Tenés una formación en danzas?
–A los 6 años empecé ballet. En el colegio hice free dance, un estilo de baile muy Britney Spears y Christina Aguilera en su momento. Después tomé clases de hip hop, siempre todo como un hobby. Para el video Romi me puso un coach, porque yo no iba a marcar mi propio baile, así que armamos una pequeña coreografía.
–Fue un poco rara la coreografía, en cuanto a los movimientos...
–Sí, lo que quedó fue lo más raro. Fue más que nada la edición y además porque Romina es medio así. También hubo mucha improvisación. Queríamos como algo femenino y masculino, andrógino, que también representara a la marca. El video, que forma parte de #Simbiosis, se llama Lo que no se dice, por una obra de teatro que me gusta mucho de Tennessee Williams.
–¿Cómo definís tu estilo?
–Soy bastante simple. Para mí, menos es más. Durante el día me gusta estar cómoda, ando mucho en colectivo, siempre estoy en movimiento, pero a la hora de salir a comer, alguna fiesta, ahí sí me produzco más.
–¿Qué abunda en tu guardarropa?
–Camisas blancas. Es lo que más abunda. Es simple, te la ponés y ya estás vestida. Es elegante también. Y es cómoda. Me fijo mucho en el material de la ropa. Tengo poca, pero la poca que tengo es de calidad.
–¿Entrenás? ¿Estás en movimiento?
–Sí, hago baile. Biomecánica para elongar y para la postura, y también clásico con mi profesora Sue Fischenich. Tiene un piso en Recoleta que es como estar en París. Sus clases son un placer, estudió teatro y es bailarina. Todavía sigue yendo a clases.
–¿Por qué clásico?
–Me gusta la postura que da. Además siempre me interesó la música clásica y lo que el ballet es. Trato de ir tres veces por semana.
–¿Qué tipo de alimentación tenés?
–Me estoy cuidando más con la comida, estoy más consciente sobre la importancia de una buena alimentación. Hasta dejé de tomar Coca-Cola.
–¿Tenés rutinas de belleza?
–Por la mañana me lavo la cara con el jabón que me dio mi dermatóloga, más crema humectante y protector para que no se me hagan manchas. Después voy mucho a la peluquería. Especialmente a lavarme la cabeza, porque cuando te la lavan bien te hacen masajes, y salís con el pelo brillante y relajada. Amo los masajes. Prefiero ir más a la peluquería, porque al shopping lo detesto. Me siento encerrada en un lugar oscuro.
–¿Y cómo resolvés tus compras?
–Voy en un horario en el que no esté todo el mundo, al mediodía. Ya sé a qué local ir. Entro, compro y me voy. Tampoco soy muy consumista. Soy más de entrar en el local que está solo en una esquina. Eso me llama más la atención.
–¿Te gusta maquillarte? ¿Cuáles son tus productos imprescindibles?
–Sólo me pinto cuando salgo, no para el día, porque me incomoda. Vivo maquillada por mi trabajo. Entonces cuando lo hago uso un tapa ojeras y un lápiz labial color nude.
–¿Usás perfumes? ¿Cuáles?
–Sólo uno. Un eau de toilette de Chanel con aroma a jazmines. Pero voy cambiando. Le voy copiando los perfumes a mi mamá. Ella es más consumista que yo. ¡Se los pruebo!.