Mariano Rodríguez Giesso: “Evolucionamos, nos convertimos en referentes porque aprendimos a adaptarnos”
Es la marca más antigua de Argentina, fundada en 1884, y 135 años después sigue vigente. Consiguió pasar de una sombrerería a una firma de trajes de referencia. Cómo evolucionó, cómo se adaptó. Mariano Rodríguez Giesso cuenta y da su opinión sobre el mercado de ropa masculina. Trabaja en esta empresa familiar hace más de 3 décadas, cuando a los 17 años su madre lo llevó a visitar fábricas a Italia y Londres. "No era que me interesaba, pero tampoco lo contrario. De ahí en adelante me acostumbré y no hay nadie que haya pateado las ferias del mundo como yo", sostiene este economista que dice que está en el negocio porque le gusta la moda.
–¿Hay una estrategia para estar acorde en cada época?
–No hay una estrategia armada y única para estar a la moda o a la altura en cada época, pero en más de 130 años lo que tratamos de hacer es capacitarnos para entender lo que ocurría en el arte, en la moda, en el consumo y en los cambios tecnológicos, ya que obviamente fueron cambiando mucho las preferencias. Y nos adaptamos para liderar; estuvimos dispuestos a cambiar. Empezamos como una sombrerería a medida y, un poco por interés, un poco por necesidad, fuimos cambiando, evolucionando y nos convertimos en referentes en distintas líneas de productos, insisto, porque aprendimos a adaptarnos.
– ¿Cómo se fue dando la transformación?
–A lo largo de los años conseguimos ser líderes en diferentes mercados en distintos momentos. Vimos cómo evolucionaba el mercado en general y cuáles eran nuestras capacidades para ofrecer un producto, entonces operamos estratégicamente. En un momento vi la oportunidad y la necesidad de transformarnos en la mejor sastrería de Buenos Aires y fuimos por eso. Fueron pasos para que la marca siga viva y vigente.
–¿Cuál fue el mayor cambio de la moda de hombre?
–Hubo varias revoluciones en la moda de los hombres en los últimos 100 años. Creo que la principal fue la versatilidad, la posibilidad de que el hombre pueda vestirse teniendo en cuenta la comodidad, sintiéndose más cómodo y, en eso, el jeans fue la prenda que revolucionó la manera de vestirse. Si nos remitimos a la sastrería de hombre sigue siendo igual, cambió un poco la morfología de principios del siglo XX a la primera parte del siglo XXI. En una sastrería buena se siguen usando los mismos tejidos. Hoy la sastrería sigue siendo tradicional, tuvo una revolución a finales de los 70 cuando se desestructura el traje; morfología que fue llevada a la ropa de mujer masculinizando la figura femenina y perduró durante 15 años. Esto fue una moda, porque después esas marcas que desestructuraron se dieron cuenta que los napolitanos y los ingleses y su arte sartorial era más acorde para sentirse bien vestido. Usar un traje es cómodo, sólo hay que saber llevarlo. La desestructuración del traje pero también la adaptación a la comodidad, fundamentalmente con el jeans, fueron los grandes cambios que se dieron.
–¿Argentina estuvo en sintonía con esa revolución?
–En los 80 no, pero a finales de esa década y principios de los 90 acá todo remitía a Armani, aunque era para un tipo de gente, con su morfología muy amplia y lánguida: las mujeres con pantalones anchos y los hombres con pantalones largos y solapas bajas. Después se dio un ida y vuelta que derivó en una adaptación hecha por cada usuario.
–¿El alcance de la moda urbana afecta el negocio de una firma como Giesso?
–En determinado estrato social, el hombre se sigue vistiendo de traje y corbata. Donde pegó muchísimo el cambio de ese hábito fue en el trabajador medio, por ejemplo. Antes el hombre usaba traje hasta en el fin de semana. Pero nosotros no hacemos solo trajes así que si me preguntás si es un problema la respuesta es no.
_ ¿El deseo de consumo en el mundo digital se refleja en las ventas?
–La cantidad de ventas que se realizan en el mundo por vía digital, obviamente supone un crecimiento, es una tendencia fuerte. Es también, por un lado, una comodidad pero, por otro, una incomodidad ya que el placer de ir a una tienda y poder probarse algo cuando uno lo tiene a mano es muy gratificante y, además, es más cómodo probarse porque la ropa no nos queda igual a todos. El mundo digital ayudó a concientizar y crear una imagen de marca. A través de las herramientas digitales una firma puede llegar a determinado nicho, estar en la mente del consumidor y cuando éste decida una compra va a tener en cuenta eso que conoce y puede elegirnos; por supuesto, que hay muchos otros factores que influyen, pero lo digital es muy importante. Además, este medio nos permite hacer ofertas puntuales, en un momento determinado; y esto no sólo en indumentaria. Se trata del compre hoy, ahora y ya!, y va a obtener este beneficio. Y, por otra parte, está la gente que naturalmente quiere comprar digitalmente porque le parece cómodo y puede comparar desde el sillón de su casa o tirado en la pileta.
PRODUCCIÓN: Videos: Julia Gutiérrez. Maquilló: Agus Bottazzi para Estudio Duo.