Aborto: ¿Desempata Cristina?
"Cristina dijo que nos daba libertad de acción y sugirió que votemos a conciencia", dejó en claro un Senador del Bloque del Frente de Todos respecto a la posición que adoptaría la vicepresidenta cuando la cámara alta trate el proyecto sobre legalización del aborto. Del otro lado, un senador de la oposición dice que "se ve una situación de empate, es muy finito, pero por ahora no se la ve a Cristina activa con el tema".
Si bien Cristina Kirchner ya dio a conocer públicamente su punto de vista frente a este tema cuando reconoció que fue su hija Florencia quien la hizo cambiar de opinión, no es un nuevo cambio lo que se espera de ella, sino saber si activará su poder para aprobar la ley y cómo actuará frente una situación similar a la que tuvo como protagonista a su exvicepresidente Julio Cobos, cuando debió desempatar el proyecto que convertía en ley la resolución 125.
Según las cuentas que se hacen en Casa Rosada hoy la traba está en el Senado. Si los Diputados "verdes" de Juntos por el Cambio dan quorum -se espera que así sea- en la sesión extraordinaria de verano y votan a favor, el proyecto debería obtener media sanción sin dificultades. Pero en el Senado hay hasta el momento, 36 senadores que se enrolan en el colectivo "celeste" y si ninguno cambia de opinión tendrían garantizado al menos el empate, ya que representan exactamente la mitad del cuerpo.
En el Senado hay hasta el momento 36 senadores que se enrolan en el colectivo "celeste" y si ninguno cambia de opinión tendrían garantizado al menos el empate
"Si hay algo que Cristina no quiere es desempatar. Esa situación la incomodaría frente a la Iglesia y tampoco quiere ser responsable de su no sanción", señala un hombre de consulta del Gobierno que no duda en calificar como un error enviar el proyecto ahora. "Vilma Ibarra es brillante y cumple un rol importantísimo cerca del presidente, pero para entender el funcionamiento de estas cosas se maneja con cintura de pollo", dice el funcionario que resalta que fue mérito de ella convencer al Presidente enviar el proyecto para su tratamiento en extraordinarias.
Vilma Ibarra motoriza la legalización del aborto y la vive como una cruzada. Nunca dudó, desde su desembarco en la Secretaría Legal y Técnica de presidencia, en que este sería uno de los hitos que dejaría la gestión de Alberto Fernández. En el kirchnerismo duro, que abreva en el Instituto Patria, le desconfían. No solo por el mal recuerdo, que aún ronda entre ellos, que dejó el libro que publicó a principios de 2015, titulado "Cristina Versus Cristina", donde detallaba las contradicciones de la líder del espacio, sino porque la ven responsable de generarle un problema a la jefa enviando el proyecto ahora.
Alrededor de la vicepresidenta creen que la exponen a una situación extrema, con mucho costo político. Un legislador del FPV, celeste y con mucha llegada a la Iglesia, dice que "Cristina no quedó muy conforme con su voto en 2018, miren sino la Cumbre del Pensamiento Crítico, organizado por CLACSO en 2018; allí Cristina nos recordó que en el kirchnerismo hay muchos verdes, pero también celestes, y que no hay de dividir entre los que rezan y los que no". Y pide reparar en una situación: "Cristina está asistiendo con un rosario a las sesiones del senado". Aunque esto último sea solo una casualidad que "no hay que leer como una señal", desmienten otros.
Existe un grupo de WhatsApp integrado por mujeres funcionarias del gobierno, prácticamente todas enroladas en el colectivo verde, que activó y presionó mucho estos últimos días para el envío del proyecto a sesiones extraordinarias. Así fue, pero parece que sin avisar.
Fue tan inesperado el anuncio que la mayoría se enteró por televisión viendo el programa de Gustavo Silvestre en C5N, donde Ibarra anunciaba que el proyecto iba a ser enviado a Diputados estos días. Algunos deslizan que esa misma tarde, mientras cumplía con su etapa de aislamiento por haber estado en contacto directo con un emisario del FMI positivo de Covid, Sergio Massa habló por teléfono con Ibarra y no hablaron del tema.
Pero el dilema lo tiene Cristina, que no está muy feliz con esta situación. De hecho, así lo hicieron saber a la Casa Rosada. "No están los votos garantizados para sancionar la ley", dijeron. Y recibieron como respuesta desde Balcarce 50: "Pagamos más costo no enviándolo, nos comprometimos en campaña".
Una síntesis del ánimo confrontativo que existe en el kirchnerismo por la decisión de enviar el proyecto de legalización del aborto a sesiones extraordinarias fue la reacción del presidente del Bloque de Senadores de FT, José Mayans quien no dudó en calificar de "inoportuno" el envío del proyecto y aclaró que el gobierno de Fernández "tiene otras prioridades y problemas. Mi posición es que hay que respetar la Constitución, que es provida. Tenemos tratados internacionales, que hablan de los derechos del niño, el pacto de San José de Costa Rica y el Código Civil argentino, son todos provida. El Estado no puede autorizar la muerte de nadie".
Conocedores de la relación de Cristina Kirchner con sus senadores, afirman que Mayans no se lanzaría a declarar tan fuerte contra el proyecto sin la venia de la jefa. Esta posición del formoseño es compartida por muchos legisladores de provincias del NOA; NEA y Cuyo, con gobiernos más apegados a compartir estas miradas con la iglesia.
"Una cosa son los porteños, pero te quiero ver en los zapatos de un gobernador del norte que comparte la medianera de la casa de gobierno con la Catedral. A eso ahora hay que agregarle la presión de los pastores evangelistas, a los que todos los gobiernos acuden para que den una mano en la contención social o para la lucha contra el Covid, pero que luego te militan cuerpo a cuerpo contra el aborto. Si hasta te esperan en el aeropuerto cuando llegamos a la provincia para recordarnos su oposición", sentenció un senador norteño.
Buen momento para que la militancia kirchnerista pueda entender que gran parte de su proyecto, con intenciones progresistas, se sustenta con los votos y la estructura de gobiernos con características feudales y conservadoras, como la Formosa de Gildo Insfrán, puesto de ejemplo como un gran gobernador por el presidente, una provincia representada en el senado por José Mayans. Estos también serían los costos de esa alianza.
En ese sentido, estos días se conoció una encuesta de la Consultora Opinaia que muestra que el 49% de los consultados están contra la legalización del aborto, pero el dato que hay que mirar es que ese porcentaje sube al 64% en el NOA y 64% en Cuyo. Esa encuesta fue llevada a presidencia ayer por un legislador oficialista identificado como celeste para que comprendan la situación a la que se enfrentan. "No es momento de tratar esto. No se dan cuenta de que en enero si aún no tenemos la vacuna no podemos estar tratando el aborto", señalaba alarmado este jueves.
A partir de ahora se abre un nuevo escenario político en el Gobierno, este proyecto pone más tensión entre Cristina Kirchner y Alberto Fernández y abre algunos interrogantes: ¿Querrá Cristina ser la heroína del desempate?; ¿Dejará Cristina empoderar a Alberto con el sector verde?; ¿Tiene acuerdo Cristina con Francisco para no empujar el proyecto?
En medio de esta naciente disputa, están los verdes y los celestes, los que militan y creen, los que defienden sus convicciones y juegan el partido en la cancha. Mientras tanto, la pelea importante, la que define, ya se está dando en el vestuario.