Adiós a las armas
La síntesis es: los ciudadanos armados para defenderse de los delincuentes sólo empeoran las cosas. Eso creen los funcionarios de los gobiernos nacional y provincial consultados por LA NACION. Por lo tanto, proponen, una de las puertas de salida de la crisis es el desarme de la población. Y esta es una idea que comparte y también difunde el hombre que ahora representa el reclamo social de justicia y seguridad: Juan Carlos Blumberg.
"Hay un clima propicio para el desarme. Y es muy importante el mensaje en este sentido que ha hecho Blumberg. La idea es tratar de crear la conciencia de que armarse no sirve para nada", dijo Ignacio Rodríguez Varela, secretario ejecutivo del Consejo de Seguridad Interior de la Nación.
Gastón Lacorte, que coordina el Plan Nacional para el Control y Prevención del Tráfico y Uso Ilegal de Armas de Fuego de la secretaría de Seguridad Interior, sostuvo: "La mayoría de los casos de familiares de víctimas apoya el desarme. En la última destrucción, en la que se fundieron 7600 armas, había un grupo grande. Cada uno arrojó al horno la que era igual a las usadas para matar a sus familiares. Sienten aversión por las armas".
El plan que coordina Lacorte propone sistema de reducción de armas a través de programas de canje y de entrega que serán difundidos en campañas. Dijo: "Muchas veces, la gente quiere deshacerse del arma y no sabe cómo. Nosotros queremos mostrar cuáles son las posibilidades. La nueva ley contempla un período de gracia para el reempadronamiento y la entrega de armas".
Rodríguez Varela acotó: "También hay que reforzar la idea de que la tenencia y la portación ilegales de cualquier tipo de arma ahora son delitos".
El gobierno de la provincia de Buenos Aires coincide con estos conceptos. El ministro de Justicia bonaerense, Eduardo Di Rocco, aseguró: "Iniciaremos una campaña de concientización en los medios de comunicacion. Apuntamos a que la ciudadanía sepa cuáles son las penas por portar armas y que el delito no es excarcelable. La idea es que, en lo posible, la gente no tenga armas, y si las tiene, que se inscriba en el Renar. Si achicamos el universo del armamento ilegal, podemos poner el foco en los delincuentes con mayor facilidad".
El subsecretario de Información para la Prevención del Delito del Ministerio de Seguridad provincial, Roberto Vázquez, afirmó que se realizarán operativos en las calles para reducir la circulación de armas de fuego y que se promoverá el uso de armas no letales.
La opinión pública, dividida
En tanto, las opiniones de la opinión pública están divididas. Eso se desprende de un sondeo de opinión realizado por la consultora Analogías en varias ciudades de la provincia. Se tomaron 1200 casos. El 41% estuvo de acuerdo con una política de desarme y el mismo porcentaje respondió que una iniciativa de ese tipo provocará más víctimas.
Sin embargo, el 55% de las personas consultadas opinó que la destrucción de armas de fuego en poder de civiles servirá para mejorar la seguridad. El 39%, por el contrario, cree que esta medida no es eficaz.
El ingeniero Anastasio Siderakis, del Gabinete Asesor del Registro nacional de Armas (Renar), sustuvo: "El problema es que hasta que la gente no se sienta segura, esta situación no se solucionará. No se deshará de las armas, aunque se sienta incómoda con ellas. Porque la gente que compra un arma para defenderse, la detesta".
Y remarcó que no coincide con una sociedad armada, que la política de Estado debe apuntar a desanimar la compra.