Perfiles. Agustín Rossi: un premio a la fidelidad
Se acercó a Kirchner cuando casi nadie lo hacía y aceptó misiones que otros rechazaron. En reconocimiento, el Presidente lo puso al frente del bloque oficialista de diputados, una medida que provocó heridas
Se acercó a Néstor Kirchner cuando casi nadie lo hacía y aceptó misiones que otros rechazaron. En premio, el Presidente lo puso al frente del bloque oficialista de diputados, una medida que provocó heridas, igual que su manejo enérgico. No dudó en expulsar a una diputada con la que compartió casi dos décadas de militancia.
Fue un anónimo partidario de un casi anónimo precandidato peronista. Hoy este último preside la Nación y el primero el bloque de diputados oficialistas: es el santafecino Agustín Rossi, un ingeniero civil de 46 años que, aunque no lo admite, seguramente aspira a gobernar su provincia.
Su fulminante ascenso desde algo que la ingenuidad política puede llamar la nada ha despertado resquemores entre los diputados kirchneristas de pura cepa y los que de apuro se pegaron plumas de pingüino para no terminar en el ostracismo.
Al mismo tiempo, su manejo enérgico del bloque del Frente para la Victoria y su absoluto encolumnamiento con los deseos de la Casa Rosada ya produjeron una baja, y no cualquiera. Rossi no dudó en sacrificar a una compañera de militancia de más de veinte años, la diputada María del Carmen Alarcón, santafecina como él y la única de su provincia que alzó la voz para apoyar su arribo a la presidencia del bloque. Poco después, como Alarcón discrepaba abiertamente con la política agropecuaria, Rossi le pidió que renunciara a la presidencia de la Comisión de Agricultura y Ganadería y ella se fue del bloque. "Se fue del bloque porque quiso. Yo no la eché", dice él. "Me fui porque él me echó", dice ella.
Curiosamente, la diputada ha aportado sin rencores datos políticos y humanos para este retrato de Rossi. Otros legisladores peronistas no quisieron opinar, y uno pidió reserva de la identidad para calificarlo de arrogante.
Tal vez el mejor pergamino que ostentaba el santafecino antes de ser elegido diputado nacional el año pasado era la presidencia del Concejo Municipal de Rosario. Otro pergamino es su absoluta falta de contaminación o vinculación con el menemismo, porque en los años de gloria del ex presidente -casi una década- Rossi simpatizó con el grupo de lo ocho diputados peronistas enfrentados con Menem y después integró el Frepaso y trabajó para la fórmula de José Octavio Bordón y Chacho Alvarez.
Pero en el peronismo, y muy especialmente en el kirchnerismo, lo que inclina la balanza es la lealtad. Y Rossi se arrimó a Néstor Kirchner por las suyas, sin que nadie lo llamara y antes de que el dedo milagroso de Eduardo Duhalde señalara al patagónico como su delfín.
¿Qué lo atrajo de aquel Kirchner? "Su pensamiento. Siempre fue claro en lo ideológico. Era progresista y privilegiaba la obra pública y el superávit fiscal", dice Rossi. La prueba de fuego para la lealtad tuvo lugar el año pasado, antes de las elecciones parlamentarias que afianzaron la legitimidad de Kirchner y lo pusieron de cara a una posible reelección. Las encuestas para Santa Fe le presagiaban al Presidente una derrota por paliza a manos del socialismo de Hermes Binner.
Kirchner necesitaba un peronista que aceptara encabezar la lista provincial de candidatos a diputados nacionales por el oficialismo. Y que redujera el margen de la derrota que esa lista iba a sufrir. En verdad, lo que necesitaba era alguien que prestara su cara y su nombre para la derrota como cabeza, valga la paradoja, del Frente para la Victoria.
La guillotina no encontraba voluntarios. El kirchnerismo quiso tentar a Horacio Rosatti, pero el entonces ministro de Justicia no quiso inmolarse y su negativa precipitó su salida del ministerio. María Eugenia Bielsa, vicegobernadora de Santa Fe y hermana de Rafael, el ex canciller, tampoco aceptó el convite.
Fue Rossi el que aceptó. "Jamás pensé que íbamos a perder y cuando me llamaron en nombre del Presidente, acepté. Si me llamaron, era porque se trataba de algo difícil."
Hizo campaña y logró cambiar la paliza de las urnas por una derrota digna ante el socialismo de sólo el nueve por ciento de los votos, cuando las encuestas anunciaban un 30 por ciento. "Logramos el objetivo del Presidente. El peronismo renovaba cuatro bancas y conseguimos cuatro bancas contra una alianza de socialistas y radicales".
Después vino la recompensa de la presidencia del bloque de diputados del Frente. "Algo sorpresivo. Me gusta, es apasionante".
Compromisos
Su despacho en el Congreso es un salón tan enorme como austero, con dos cuadros grandes de Perón y Evita, sus únicos referentes políticos del pasado reciente. Rossi bebe mate y a veces calcula las respuestas. No está acostumbrado a responder. En sus primeras semanas al frente del bloque descolocaba a los periodistas de la prensa gráfica porque les respondía en off the record y, al rato, a los cronistas de las radios les decía lo mismo, pero en on .
Tiene cuatro hijos -los dos mayores viven en España- y los fines de semana regresa a Rosario para volver a salir y recorrer el interior de la provincia y cada uno de sus trescientos municipios. "Fue mi compromiso cuando hice la campaña el año pasado", afirma.
Estos recorridos alientan la creencia de que busca la gobernación. "Es algo que está latente, pero si no soy candidato no será algo dramático". Su candidatura dependerá, entre otros factores, del acuerdo al que pueda llegar Kirchner para convencer al senador Carlos Reutemann de que vuelva a la gobernación. Pero se sabe que Reutemann no es hombre de apuestas fuertes. Si el ex gobernador no acepta, allí estará Rossi, a quien sí le gustan los desafíos.
Rossi nació en la ciudad de Santa Fe, pero pasó su infancia en Vera, en el norte santafecino, cerca del Chaco y de Villa Ana, el pueblo de la diputada Alarcón. En los años del secundario se volcó al peronismo por elección propia. La militancia activa comenzó cuando se instaló en Rosario para estudiar ingeniería civil. Integró la Línea Nacional y asistió a las charlas del historiador José María Rosa. Alarcón integraba el mismo grupo. En la universidad Rossi conoció al actual senador Rubén Giustiniani, que "ya entonces era socialista".
Fue concejal de 1987 a 1991 y llegó a la presidencia del cuerpo. En 2001 lo convocó Norberto Nicotra, diputado y ex candiadato a intendente de Rosario, y volvió al Concejo. "En la década menemista no tuve cargos. Nunca fui menemista, no era mi modelo. Durante todo ese tiempo preferí trabajar como ingeniero en varias empresas y después puse mi empresa constructora, Aqro SRL, que ya no existe".
Debido a la crisis de 2001 Aqro quebró y muchos cheques firmados por Rossi rebotaron por falta de fondos. Se dijo que lo inhabilitaron por ese motivo. "No fui inhabilitado. Si no, no podría haber presidido el Concejo. La quiebra fue después de irme de Aqro y los cheques no los libré en forma personal sino como socio gerente de la SRL, y varios se pagaron."
Por el tema de los cheques, el entonces concejal radical Pablo Andrés Crivioli fue el único en votar contra la aprobación del diploma de Rossi. "Era un buen concejal -lo recuerda hoy Crivioli- y mantengo una buena relación con él. La gimnasia legislativa del Concejo de Rosario es más importante que la de la Legislatura provincial".
Rossi había apoyado al Frepaso hasta que se marchó desencantado y con fuertes críticas cuando el frente se alió con Horacio Usandizaga. "No era para eso que nació el Frepaso." Volvió a su banca en el Concejo Deliberante "justo cuando la gente pedía que ´se vayan todos . Yo les explicaba que recién venía". Por segunda vez presidió el cuerpo y allí comenzó a apoyar a Kirchner.
El socialista Miguel Zamarini, actual presidente del Concejo rosarino, guarda un buen recuerdo de la gestión de Rossi: "Fue pluralista y trabajó mucho para recomponer y fortalecer la relación entre los ciudadanos y el cuerpo después de la crisis, y construyó un buen vínculo con una intendencia socialista".
El escritor y ex concejal radical Rafael Ielpi rescata los "discursos reflexivos de Rossi y su actuación en la Comisión de Emprendimientos Productivos".
Para Rossi, el Presidente no tiene un doble discurso. "Su proyecto es claro. Hace lo que dijo en la campaña. Por ejemplo, con las Fuerzas Armadas. Después de casi veinte años de promulgada, el Presidente reglamentó la Ley de Defensa, que concentra las decisiones en el Estado Mayor Conjunto".
También rechaza las acusaciones de obsecuencia. "Es una descalificación gratuita. Hice campaña prometiendo defender la política del Presidente, y es lo que hago. Lo ilógico sería que el presidente del bloque oficialista no fuera oficialista".
Eduardo Macaluse, presidente del bloque del ARI, lo define con dos versos del Cantar del Mio Cid: "Qué buen vasallo si hubiera buen señor". Pero agrega: "Me parece una buena persona".
En Diputados se comenta que este año, su llegada a la presidencia del bloque de casi 120 diputados dejó algunos heridos, como el bonaerense y pingüino Carlos Miguel Kunkel. Rossi niega que haya complots para desplazarlo. "Pingüinos somos todos, aunque no hayamos nacido en Santa Cruz". ¿Es posible que no haya tenido ningún problema interno al aterrizar? "Tuve menos inconvenientes de los que preveía. Hay un alto compromiso con el proyecto del Presidente y eso facilita mucho las cosas".
Puso todo su empeño y logró que se aprobaran las iniciativas que necesitaba la Casa Rosada, como la polémica modificación del Consejo de la Magistratura.
Rossi habla bien de los presidentes de los principales bloques opositores y no acepta los reproches sobre un manejo demasiado enérgico y a veces duro del suyo. "Es un bloque en el que se discute mucho y se analiza cada propuesta y se debate. Traemos a los mejores especialistas para que expongan. Para la reforma del Consejo de la Magistratura escuchamos a juristas y constitucionalistas. Después, se llega a una decisión por consenso dentro del bloque y luego se la ejecuta con energía. Todo lo que impulsamos lo podemos explicar y fundamentar. No es porque lo dice el Presidente. Lo dice el Presidente y además tenemos el fundamento".
Ante la pregunta sobre el choque con Alarcón, Rossi responde como presidente del bloque. No hay ninguna referencia a la larga militancia de ambos. No hay lamentos, no hay críticas. "Había un alto consenso y otros diputados habían planteado diferencias con ella. No la echamos del bloque. Le pedimos que renunciara a la presidencia de la Comisión de Agricultura y Ganadería, y ella decidió irse del bloque".
Alarcón, que durante toda la charla con LA NACION se referirá a él como "Agustín", cuenta otra historia. Pero antes, recuerda que "con Agustín estuvimos en la Plaza de Mayo cuando Perón echó a los Montoneros. Nosotros nos quedamos. No éramos montoneros. Lo volví a encontrar en la Cámara y para mí fue una alegría que presidiera el bloque y lo defendí en los primeros días, porque hubo cimbronazos lógicos".
Hacía dos años que Alarcón presidía la Comisión de Agricultura y Ganadería y, cuando hubo que elegir una nueva presidencia "yo no la pedí, pero Agustín me dijo que debía ser alguien de Santa Fe. Me reeligieron el 1º de marzo. Lo que pasó después era inevitable". Cuenta que la llamó Alberto Balestrini, presidente de la Cámara. "Para mi sorpresa, ahí estaba Agustín. Balestrini: fue muy correcto al pedirme que resignara la presidencia de la comisión. Le respondí que la comisión debía destituirme porque así lo marca el reglamento, pero claro, no alcanzaban los votos. Ahí Agustín se puso de pie y me acusó de defender a un sector productivo. ´Te vas de la comisión y del bloque , me dijo. Me destituyeron en el recinto."
A la diputada, que ahora forma un bloque unipersonal, la sorprendió la reacción de Rossi. "No hay antecedentes en Diputados de una expulsión del bloque. En el Senado el antecedente fue la expulsión de Cristina de Kirchner. Noto que hay una concentración hegemónica del poder y una gran agresividad contra los que piensan distinto y quieren un debate de ideas."
Son tiempos de lealtades. Rossi lo sabe. En su favor cuenta que su lealtad es de origen.
Quién es
Peronista e ingeniero
Nació hace 46 años en Vera, Santa Fe, y comenzó a militar en el peronismo a los 17 años, cuando aún no se había recibido de ingeniero civil.
Recompensa
Tras desempeñarse como titular del Concejo Municipal de Rosario, aceptó encabezar la lista de candidatos a diputados nacionales por el FPV de Santa Fe en 2005. La digna derrota sufrida y el gesto de lealtad fueron retribuidos cuando pasó a presidir el bloque de diputados del Frente.