
Balance 2025: ¡Javi, todo pum para arriba!
Audaz esta chica Juliana Santillán, diputada nacional de La Libertad Avanza. Podría haber hecho un saludo navideño de ocasión, tranqui, y no: optó por jugársela y hablar de “esta Navidad de resurrección”. Es decir, una nueva revisión de la cristología clásica a la luz de los cánones libertarios, en línea con “Pascua de alumbramiento” o “descenso a los cielos”. Los que no están en tema le cayeron encima, la llamaron “burra” y recordaron que tiene un “prontuario de errores ortográficos”. Se vio obligada a borrar el tuit y el video. Pobrecita. Incluso en el caso de que se hubiese equivocado, no era tan grave: que tire la primera piedra aquel que alguna vez no haya confundido el nacimiento de un niño con la resurrección de un adulto.
La controversia teológica opacó, además, el balance que hizo Juliana del segundo año de Milei. Le dio todo positivo. Coincido: Javi la clavó en un ángulo. Imposible no tener en cuenta que empezó de la peor manera: en enero se le ocurrió ponerse a vender una criptomoneda trucha, $LIBRA, patrocinada por Hayden Davis y otros ladris que lo engatusaron, igual que a Karina, la suma de la candidez. Ya lo dijo Pichetto: en enero, los presidentes tienen la cabeza quemada y habría que obligarlos a descansar. Pero Javi deja la piel por el país y se metió, de puro metido, en un negocio turbio del que todavía no termina de zafar. Esta semana se supo que Javi y Davis habían firmado un acuerdo en la “más estricta confidencialidad” 15 días antes del lanzamiento de $LIBRA, y que Davis les escribió esto a unos inversores, según documentos que figuran en el expediente: “Podemos hacer que Milei tuitee, haga reuniones en persona y haga una promoción [del criptoactivo]. Yo controlo a esenigga. Le envío $$ a su hermana y él firma lo que digo y hace lo que quiero. Una locura”. Sí, locura total que lo llame “nigga”, oprobiosa expresión de los supremacistas blancos para referirse a los negros reducidos a servidumbre. Locura que le mande $$ a Kari, confundiéndola con una recaudadora. Y locura decir que Javi por los $$ se ponía a bailar. ¡Enterate, Davis: Javi baila y canta porque es un showman!
El otro escándalo que signó el año llegó en agosto, cuando se filtraron los audios en que Spagnuolo, entonces director de la Agencia Nacional de Discapacidad y abogado del Presi, revelaba una trama de corrupción en la compra con sobreprecios de hasta 1900% en medicamentos e insumos. ¿Involucrados? Karina y los dos Menem, Lule y Martín. “Yo le dije a Milei: ‘Javier, vos sabés que están choreando. Sabés que tu hermana está choreando. No te podés hacer el boludo’”. “A Karina le llega el 3%”. […] “Los Milei son peores que los Kirchner”. Hay un parentesco entre estos dos gate, $LIBRA y discapacitados: la forma chabacana con que son tratados, en textos y audios privados, Javi y Kari. A las causas judiciales que van avanzando les agregaría un cargo: abuso de confianza con las autoridades constituidas. Intolerable lo que hacen con el Pelu, que se franquea, ofrece la mano y le toman hasta el hombro. Lo mismo a Kari, una secretaria general caracterizada como cajera. A hurtadillas, en reserva, porque públicamente no se les animan. Con estoicismo, Javi me explicó un día: “Cuando ganamos las elecciones sabíamos que esto iba a pasar. Es el precio que hay que pagar”. ¿El precio que hay que pagar? Javi nunca fue bueno con las metáforas.
No hay enero y agosto sin septiembre. Qué maldición. De pronto, los mercados se enteraron de que no teníamos reservas para afrontar las deudas y estalló la crisis financiera: trepada del dólar y del riesgo país, panic attack en Economía, el Banco Central y la Casa Rosada, sensación de game over, rumor de helicóptero… Porque al León le perdonamos cualquier cosa, menos que pierda el control de los números. Claro: no contábamos con su magia. Si faltaban dólares, él estaba dispuesto a vender lo que hiciera falta para cobrar en dólares. Genio, se vendió él, hoy commodity de moda en todo el mundo. “Valgo 20.000 millones de dólares. Ni uno menos”, se ofertó a Trump y a Bessent, que compraron y pagaron con un swap. Había cierta promesa de que después iban a venir otros 20.000, pero no nos estarían llegando. Kari, ocupate, please.
La transacción no pudo ser más exitosa: los argentinos, que entendemos todo, fuimos a decir a las urnas, en octubre, que ese era el camino: hacernos amigos, con derecho a roce, del CEO de la fábrica de dólares, del depredador de inmigrantes, del país donde queda Miami.
Qué lindo año nos regaló el Pelu: Cris, presa; Kichi y La Cámpora, en guerra fratricida; el politburó de la AFA, escapando de los sabuesos y no sabiendo ya cómo justificar ni esconder su fortuna. A la oposición la creíamos en proceso de extinción, pero los libertarios siempre se la rebuscan para darle nueva vida.
Javi nos regaló también algo excepcional: ¡tuvimos dos Nochebuenas! La del 24 fue precedida por la del 22. Nochebuenísima. De madrugada vio clandestinamente la luz en el Congreso el acuerdo entre libertarios y kirchneristas para repartirse los cargos vacantes de la Auditoría General de la Nación, encargada de fiscalizar al Gobierno.
A disculparse con Juliana: espíritu navideño, espíritu de resurrección. La casta vive.
La columna de Carlos M. Reymundo Roberts volverá a publicarse el 31 de enero






