
Llamarse a silencio, investidura presidencial, recogimiento
6 minutos de lectura'

Los textos destinados a esta sección no deben exceder las 15 líneas o los 1100 caracteres. Debe constar el nombre del remitente, firma, domicilio, teléfono y número de documento. Por razones de espacio y de estilo, LA NACION podrá seleccionar el material y editarlo. Los mensajes deben enviarse a: cartas@lanacion.com.ar o a la dirección: Av. Del Libertador 101, Vicente López (B1638BEA)
Llamarse a silencio
La democracia por definición es el gobierno que representa el pueblo que se elige en elecciones libres. El que gana gobierna y el que pierde acompaña o tiene que hacer aportes constructivos. En la Argentina todos los expresidentes, ministros de Economía, presidentes del Banco Central, diputados y senadores que han pasado ya por la gestión pública y que estando en la misma no han logrado ningún tipo de resultado positivo para el país, sino que, por el contrario, han dejado un caos, deberían llamarse a silencio, ya que cuando hablan solo emiten juicios de valor con pronósticos siempre de catástrofe y un futuro incierto que solo sirve para desalentar todo tipo de inversión que sirve para sacar adelante al país. Si no están de acuerdo, se presentan en las próximas elecciones y que el pueblo decida quién considera que está haciendo las cosas bien. Por el bien de todos es saludable que no opinen más, sobre todo porque cuando tuvieron su oportunidad, todo lo hicieron mal.
Roberto Jorge Billinghurst
DNI 18.746.009
Investidura presidencial
Soy católico, trabajé en Aerolíneas hasta que esos sindicalistas que rodearon al Papa persiguiendo a decenas de empleados de la empresa con la concomitancia de la dirigencia empresaria hasta obligarlos al retiro voluntario o, como en mi caso, que me despidieran sin causa justa solo por no comulgar con los gobiernos K. Verlo al Papa en esa foto vergonzosa o escuchar al obispo Carrara pedir perdón cuando lo que debió haber hecho era tomar el micrófono y advertir a los feligreses allí reunidos que estaban en la casa de Dios y detenerlos, me llevarían a alejarme de la Iglesia. Pero no, seguiré yendo cada domingo a encontrarme con la palabra del Evangelio, a pesar que condeno estas cosas y de que me avergüence ver a la Iglesia haciendo política partidista y agrediendo la investidura presidencial.
Roberto Arostegui
robertoarostegui48@gmail.com
Recogimiento
De chico me enseñaron que a la iglesia se iba a rezar y participar, en lo general en forma pasiva, de la misa que oficiaba el sacerdote. O sea, a rezar en voz alta respondiendo al sacerdote o a lo sumo algún cántico religioso. Con pocos días de diferencia he visto que, en dos iglesias, militantes políticos disfrazados de feligreses cantaron consignas contra el gobierno del presidente Javier Milei. O sea, transformaron una capilla en un foro político. Lo triste que fue con participación de sacerdotes, que parecía que gozaban e incentivaban este verdadero escándalo. Soy de descendencia ucraniana, y hemos asistido a misas por nuestra patria de sangre y por el fin de la guerra, rezamos, escuchamos a nuestros sacerdotes y obispo, pero no se nos hubiera siquiera ocurrido expresar consignas públicas contra el régimen de Putin ni contra los rusos o comunistas del mundo que lo apoyan. Un templo es un lugar de recogimiento, no es un comité partidario.
Jeremías M. Taurydzkyj
DNI 10.513.559
Politizar la fe
Tantos religiosos tan valiosos que hacen tanto por la sociedad, y vienen estos curas que politizan la fe y lo justifican. ¿Para qué se hicieron sacerdotes y por qué lo siguen siendo?
Marta Lavalle
DNI 13.137.994
Iglesia Santa Cruz
Tengo muchos recuerdos de mi infancia en la Iglesia Santa Cruz de los padres pasionistas irlandeses. Los 17 de marzo, Día de San Patricio, toda la familia partía a misa para luego seguir festejando en la Casa de Nazareth. Mi hermano tomó su Primera Comunión bajo los acordes del gran órgano, ejecutado por el señor Ansuini. Solíamos ir a visitar a los Padres pasionistas Steven Quaine, Fidelis Rush y Ambrus Geoghegan, que eran amigos de la familia y de todos los irlandeses. Fuimos todos bautizados ahí, mis padres y muchos de mis amigos se casaron en esta maravillosa iglesia. Hace unos días, escuchamos, con mucha tristeza, cánticos políticos en el momento que el sacerdote levantaba la Eucaristía ya consagrada. Los monaguillos aplaudían, el sacerdote no pedía silencio... un momento de gran espiritualidad es traspasado por cuestiones ideológicas. Los templos religiosos deben ser lugares de oración, de paz, de armonía, de encuentro con Dios y unión entre los hombres. Ojalá que así sea.
Sandra Scally
DNI 16.763.366
Unesco
Los escritores Eduardo Mallea y Abel Posse, el psiquiatra y legista Nerio Rojas, el doctor en Filosofía Eduardo Massuh, el politólogo Carlos Floria y el eminente diplomático Juan Archibaldo Lanús, entre otros, han representado a la Argentina ante la Unesco. En medio de especulaciones diversas, el nombre de la senadora Carmen Lucila Crexell aparece mencionado para este puesto. El examen del currículum que publica la página oficial del Senado de la Nación no parece revelar que cuente con antecedentes suficientes para acceder a dicha representación ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Seguramente, nuestro país cuenta con hombres y mujeres mejor preparados para representarnos. Es cuestión de buscar bien.
Jorge Armando Maldonado
maldonado50ja@gmail.com
Inseguridad vial
Los recurrentes problemas de tránsito que padecemos diariamente hacen cada vez más urgente una solución efectiva. Aquellos que viajan de noche por la Panamericana, en dirección a Pilar, conocen bien la peligrosa negligencia en la que nos encontramos al volante. La casi totalidad del trayecto carece de iluminación adecuada, lo que dificulta notablemente la visibilidad. En respuesta, algunos conductores utilizan las luces altas, generando un encandilamiento absoluto para los vehículos que vienen en sentido contrario. Además, la total despreocupación de los camioneros, que transitan por carriles no habilitados para camiones de tal magnitud, agrava aún más la situación. Esta falta de responsabilidad aumenta el riesgo de accidentes trágicos que enfrentamos a diario. ¿Es mucho pedir rutas y autopistas bien iluminadas en nuestro país? En una Argentina que aspira al progreso, garantizar la seguridad vial debería ser una prioridad.
Juan T. Medi Cogo
juancogo@icloud.com
