Las evaluaciones Aprender

Hay preocupación desde hace unos años por los resultados de las pruebas de matemática y lengua que se presentan a los alumnos del sistema preuniversitario (1ª y 2ª).

La evaluación cuantitativa, las estadísticas que hablan de un 16% que egresa del sistema educativo anterior a la universidad o al “mundo del trabajo” indican carencias en esas disciplinas. La mirada cualitativa también señala deficiencias como que los jóvenes o todavía adolescentes no leen comprensivamente. Tanto es así que las instituciones superiores encaran cursillos de comprensión de textos.

La adolescencia en sus dos etapas, púberes e impúberes, es un período de la vida donde se requiere crecer. El propio nombre lo dice: “adolescere”. El vocablo latino adolescens, es el participio activo del verbo adolescere, que quiere decir crecer, desarrollarse, ser criado o alimentado.

Entonces, es el momento que digamos que la escuela primaria y la media se dirigen a la sabiduría, o sea a acumular saberes. Ahí, está la cuestión. Deberían dirigirse a la inteligencia que congrega las infinitas capacidades o aptitudes, como analizar, sintetizar, discutir, criticar, observar, leer, escribir… que puede desarrollar el ser humano. Ya es obsoleto 12 años de matemática (yo enseñé muchos, muchos años matemática en la secundaria y la universidad).

Con lengua ocurre lo mismo. Para qué la gramática, reglas y reglas cuando lo que necesita el joven, y el niño es leer y que le lean poesías, teatro, novelas y cuentos. Claro, me dirán, pero para leer debe aprender cómo son los verbos, los sustantivos y los adjetivos. La praxis, el conjunto de teoría y acción, mal llamada práctica, es el método. Quiero señalar que mientras llevan a cabo una puesta en escena de una obra teatral ahí aprende las partes de la oración. Y cuando recita una poesía también aprende lengua.

Para arribar a una conclusión señalo que las evaluaciones Aprender a partir de los resultados negativos indican falencias del sistema educativo. A mi juicio es ahí donde debe dirigirse el estudio.

¿Cómo y qué debemos enseñar en el sistema preuniversitario que resulte atractivo, que les permita a los estudiantes descubrir que les gusta, para que tienen aptitudes que les permitan evolucionar?

La post adolescencia requiere de una educación evolutiva, no de acumulación de saberes.

No he considerado el rol de la familia y tampoco hice alusión a la sociedad moderna de este siglo con sus avances tecnológicos.