¿Será que necesitamos otros temas?

Me pregunto, desde hace un tiempo, cuál será el motivo para que tengan éxito tantas novelas turcas.

Tal vez el público que las consume esté mostrando una señal: que las temáticas habituales de sexo desenfadado, explícito y algo agresivo además de los argumentos casi dedicados a personajes fuera de la ley o cercanos a transgredirla generan un agotamiento en el espectador.

Las novelas turcas abordan situaciones casi infantiles, inocentes y hasta absurdas tanto que cuesta creer que puedan ser tomadas en cuenta. Sin embargo, son elegidas por una gran parte del público.

Se me ocurre que es tanta la necesidad de ver “una cierta ingenuidad entre tanto desenfreno” que la gente opta por caer en la candidez por falta de alternativas, cuanto menos, intermedias.