QUITO.- Es el miércoles 10 de enero, primer día en que los niños y jóvenes en todo el Ecuador vuelven a tener clases virtuales porque la situación de inseguridad en el país alcanzó tal nivel que las autoridades han considerado prudente suspender las clases presenciales. Por la tarde, nuestros hijos pequeños nos preguntan, nerviosos, si creemos que Fito -el alias de José Adolfo Macías, el temido líder de la banda Los Choneros que escapó de la cárcel apenas iniciado el año- estará cerca de donde vivimos, y qué vamos a hacer si trata de entrar a nuestro departamento. Que eso no va a pasar, les decimos para (intentar) tranquilizarlos, que hay muchos policías buscándolo y más bien él debe estar escondido o incluso fuera del país. Aunque con mi esposa hemos tratado de mantenerlos aislados de las noticias de los últimos días, era obvio que nuestros hijos terminarían enterándose de lo que está pasando o, para ser más exactos, formándose en su cabecita infantil una idea más parecida a lo que podría suceder en un comic o en una serie de televisión, donde un villano mantiene en vilo a un país entero. Pero en este caso no es uno, sino cientos o acaso miles.