Ecología en peligro
Como si fuera poco la “herida” absurda en la postal esteña de la Parada 12 de Playa Brava que significarán las tres torres monumentales, de 30 a 60 pisos, que ya está levantando Cipriani junto al reconstruido y amplificado hotel San Rafael, y el nuevo centro, en la zona de la Parada 30, que planea todavía más edificios y proyectos premium, la gota que parece estar rebasando el vaso en la paciencia de muchos vecinos es la idea de convertir parte del humedal del arroyo Maldonado en una pista de picadas.
Las alarmas sonaron cuando empezaron a rellenarse con los escombros del erradicado asentamiento conocido como barrio Kennedy tres piletas en las que las barométricas vertían sus residuos.
Ya hubo varias acciones de protesta y concientización para impedir que el proyecto siga avanzando por sus muy negativos efectos sobre el ecosistema.
En la otra punta del mismo departamento de Maldonado, luego de mucho batallar, las fuerzas vivas han clamado por categorizar a Punta Ballena como “reserva natural” y así impedir otro proyecto megaedilicio.
El afán por multiplicar el negocio inmobiliario conspira contra lo que el turista busca en la zona: más naturaleza y menos cemento.
