El hotel de los animales, un bicherío maravilloso
En sus 59 años, la poeta Jean Garrigue escribió una sola novela. Todavía hoy, a casi medio siglo de su muerte, algunos consideran que es un misterio literario. Mayor es la dicha entonces porque La Bestia Equilátera haya rescatado El hotel de los animales, ese libro que es único en su especie bibliográfica.
Fabulosa es un adjetivo justo para calificar a esta historia, pero además aplica al caso como un juego de palabras, porque la fábula es el género que eligió la autora estadounidense para explayarse, con una osa anfitriona como protagonista y un sinfín de huéspedes de dos y cuatro patas, con plumas y pelos, y mucho para decir.
Todo estaba en armonía en el solicitado hogar para "gente como el gato", ovejas, ciervos y diversidad de pájaros, que compartían sus días de tertulias y veladas musicales, hasta que aparecieron aquellas huellas de cascos de caballo: "Nada de caballos", había dicho ella bien clarito al comienzo. Luego, un pasado estilo de "El oso", de Moris, explica su reparo.
Elegante y poético, sobran las buenas frases y reflexiones: "¿Y qué sentido tiene todo si uno no se arriesga?".